Los pagos fallidos son una molestia a la que debe enfrentarse la mayoría de las empresas, pero también pueden minar sus iniciativas para adquirir y retener clientes. Según un estudio, los pagos fallidos costaron a la economía mundial más de 118.000 millones de dólares en 2020, lo que demuestra lo caro que puede llegar a ser este aspecto de los negocios.
A continuación, veremos por qué fallan los pagos y explicaremos los pasos que pueden seguir las empresas para descubrir las causas de los pagos fallidos en sus sistemas.
¿De qué trata este artículo?
- Causas habituales de los pagos fallidos
- Cómo identificar las causas de los pagos fallidos en tu negocio
- Cómo abordar la recuperación de pagos fallidos y qué estrategias usar
- Consideraciones legales sobre la recuperación de pagos fallidos
- Cómo puede ayudarte Stripe
Causas habituales de los pagos fallidos
Los procesos de pago, las prácticas de almacenamiento de tarjetas y las operaciones de facturación pueden variar en función de la empresa. Como consecuencia, los pagos pueden fallar por diferentes motivos. Estos son algunos de los más frecuentes:
Relacionados con el cliente
Fondos insuficientes: suele ser la causa principal de que fallen los pagos. Es posible que el cliente se haya olvidado de comprobar el saldo de su cuenta antes de intentar hacer una transacción o que haya superado su límite de crédito.
Información de pago incorrecta: el pago puede fallar si se escriben mal el número de la tarjeta, el código de valor de verificación de la tarjeta (CVV), la fecha de caducidad o la dirección de facturación.
Tarjetas caducadas: el cliente quizá no se haya dado cuenta de que su tarjeta ha caducado o puede que se haya olvidado de actualizar su información de pago en la plataforma de la empresa.
Prevención de fraude: los bancos y los procesadores de pagos suelen usar algoritmos de detección de fraude para señalar actividades sospechosas. Esto puede hacer que se rechacen transacciones legítimas, sobre todo si el cliente está haciendo una compra grande o inusual.
Límite de crédito insuficiente: en las transacciones con tarjeta de crédito, es posible que el límite de crédito del cliente no sea suficiente para cubrir todo el coste de la compra.
Límites de la cuenta: algunos bancos y procesadores de pagos pueden tener límites de gasto diarios o semanales para evitar fraudes, lo que también puede hacer que se rechacen pagos.
Problemas técnicos: el cliente puede tener problemas con la conectividad a Internet o con su dispositivo que le impidan completar el proceso de pago.
Relacionados con la empresa
Errores técnicos: fallos técnicos en el sitio web o el procesador de pagos de la empresa pueden hacer que fallen las transacciones.
Pasarela de pagos configurada incorrectamente: si la pasarela de pagos de la empresa no se ha configurado como corresponde, es posible que no pueda procesar bien los pagos.
Software obsoleto: si en el sitio web o en el servidor de la empresa hay software obsoleto, los pagos pueden fallar.
Discrepancia entre las divisas: si la divisa de facturación del cliente es diferente de la que acepta la empresa, podría rechazarse la transacción.
Aspectos de seguridad: las empresas pueden haber implementado medidas de seguridad para impedir que se procesen determinados tipos de transacciones, incluso si son legítimas.
Problemas con la renovación de suscripciones: los pagos recurrentes pueden fallar si ha habido cambios en la información de pago del cliente, si no tiene fondos suficientes o si le ha caducado la tarjeta.
Discrepancia entre las direcciones de facturación: si la dirección de facturación que aparece en la cuenta del cliente no coincide con la dirección del método de pago, podría rechazarse la transacción.
Relacionados con el procesador de pagos
Interrupciones del sistema: los procesadores de pagos pueden sufrir interrupciones que impidan que se procesen las transacciones.
Errores de detección de fraude: como ocurre con los bancos, los procesadores de pagos pueden utilizar algoritmos de detección de fraude que quizá rechacen por error transacciones que eran legítimas.
Capacidad de procesamiento insuficiente: durante las temporadas altas de compras, es posible que los procesadores de pagos reciban muchísimas transacciones, lo que puede dar lugar a atrasos y fallos.
Problemas de conectividad: si hay problemas con la red del procesador de pagos, podrían producirse fallos en las transacciones.
Otros factores
Contracargos: si un cliente disputa una transacción, el banco emisor puede generar un contracargo, lo que anulará el pago.
Integraciones de terceros: si el proceso de pago implica integraciones externas, como con una interfaz de programación de aplicaciones (API, por sus siglas en inglés) de impuestos o envíos, puede haber problemas que hagan que falle la transacción.
Transacciones internacionales: pueden ser más propensas a fallar debido a problemas con el cambio de divisas, diferentes prácticas de detección de fraude y otros factores.
Cómo identificar las causas de los pagos fallidos en tu negocio
Tomar medidas para que no fallen los pagos y actuar como corresponda en caso de que ocurra es importante, pero, para poder abordar estos problemas, primero debes saber por qué fallan los pagos en tu negocio. A continuación, te detallamos el proceso que puedes seguir para conocer las causas de los pagos fallidos:
Comprueba el código de rechazo: lo primero que debes hacer para determinar por qué ha fallado el pago es comprobar el código de rechazo que proporciona el procesador de pagos. El código de rechazo de la tarjeta suele ser un código de error de dos dígitos que explica por qué se ha rechazado una transacción con tarjeta.
Examina tu pasarela de pagos: si estás investigando varios pagos fallidos, puedes encontrar respuestas en la pasarela de pagos. Lleva a cabo una auditoría minuciosa de tu integración de la pasarela para recopilar datos sobre los tipos de transacciones que están fallando. Puede que observes un problema rápido, pero, de no ser así, recopila tanta información como puedas.
Revisa la configuración de prevención de fraude: a veces, las herramientas de detección y prevención de fraude señalan pagos legítimos, por lo que debes revisar todas las configuraciones para determinar si hay alguna demasiado estricta o que esté marcando pagos como sospechosos por error.
Analiza los datos de pago: observa con atención los datos que hayas recopilado de la pasarela de pagos y el software de prevención de fraude para intentar determinar si hay algún factor que afecte a los pagos de tu negocio. Los pagos que están fallando podrían corresponder a un método de pago concreto o a transacciones de una región específica, o bien producirse en un momento determinado del día. Si observas un patrón, probablemente ya tengas la respuesta que buscabas.
Cómo abordar la recuperación de pagos fallidos y qué estrategias usar
Recordatorios automáticos por correo electrónico
Intervención proactiva y oportuna: los pagos fallidos pueden pasarse por alto fácilmente, sobre todo en el caso de suscripciones recurrentes o facturas mensuales. Los recordatorios automáticos por correo electrónico sirven como aviso que recuerda a los clientes que tienen pagos pendientes. Esta intervención oportuna aumenta las posibilidades de que el pago se recupere correctamente y reduce el riesgo de que se abandone la cuenta.
Comunicación personalizada: en vez de enviar recordatorios genéricos, personaliza los correos electrónicos para involucrar más al destinatario. Dirígete a los clientes por su nombre, menciona el importe concreto y los detalles de la factura, y proporciona varias opciones de pago para que elijan la que les sea más cómoda. Las comunicaciones personalizadas mejoran la experiencia de los clientes y aumentan las probabilidades de que los pagos se hagan rápido.
Automatización del flujo de trabajo: gestionar los pagos fallidos a mano lleva mucho tiempo y no es una tarea eficiente. Los recordatorios automáticos por correo electrónico automatizan el proceso y hacen que tus valiosos recursos tengan tiempo para otras tareas. Así puedes escalar tu negocio sin sacrificar las iniciativas de recuperación de pagos.
Calendario personalizado: envía recordatorios de forma estratégica según el contexto del pago fallido. Por ejemplo, puedes enviar el primero a las 24 horas del intento fallido y, después, ir enviando recordatorios más firmes a intervalos regulares. Con esta estrategia, te aseguras de contactar a tiempo, pero sin abrumar a los clientes.
Método de varios canales: combina los recordatorios por correo electrónico con otros canales de comunicación para lograr los mejores resultados. Puedes enviar recordatorios por SMS o notificaciones push a usuarios de la aplicación móvil para asegurarte de que los reciban y conseguir más respuestas.
Optimización basada en datos: supervisa el rendimiento de tus recordatorios por correo electrónico y analiza métricas clave, como las tasas de apertura, de clics y de conversión. Utiliza estos datos para ajustar el contenido, los asuntos, los horarios y la frecuencia de los correos electrónicos a fin de conseguir los mejores resultados.
Integración con pasarelas de pagos: muchas pasarelas de pagos cuentan con funciones para automatizar los recordatorios por correo electrónico. Usa estas integraciones para optimizar tu flujo de trabajo y simplificar la gestión de pagos fallidos.
Pruebas A/B de diferentes estrategias: prueba con distintos contenidos, asuntos y horas de envío de los correos electrónicos para ver qué combinación tiene mejores resultados entre tus clientes. Este método se basa en datos y te permite personalizar los recordatorios y maximizar su eficacia.
Uso de herramientas de automatización: utiliza plataformas de automatización de marketing o software especializado de recuperación de pagos fallidos para automatizar los recordatorios por correo electrónico. Estas herramientas te permiten crear flujos personalizados, integrarlas con diferentes sistemas y supervisar el rendimiento de tus campañas.
Asistencia en relación con los pagos: cuando envíes recordatorios por correo electrónico, considera la posibilidad de proporcionar recursos útiles o asistencia a los clientes que tengan problemas con los pagos. Por ejemplo, puedes proporcionar preguntas frecuentes sobre los pagos, métodos de pago alternativos o planes de cuotas. Mostrar empatía y predisposición para ayudar puede contribuir a mejorar la satisfacción de los clientes y fomentar que se completen los pagos.
Varios canales de notificación
Variedad de opciones de pago: las empresas pueden ofrecer diferentes métodos de pago, como tarjetas de crédito y débito, transferencias bancarias, monederos digitales y, a veces, opciones en efectivo o cheque. Gracias a esta diversidad de opciones, si un método de pago falla, los clientes pueden cambiar fácilmente a otro.
Integración de tecnología: integrar tecnología, como pasarelas de pagos que admitan varios métodos de pago, ayuda a que el proceso no tenga problemas. Este tipo de integración permite cambiar fácilmente de un método de pago a otro sin interrumpir demasiado al cliente.
Menor dependencia de un único canal: depender de un único método de pago puede ser arriesgado. Si ese método tiene algún problema, podrían fallar muchos pagos. Si tienes varios canales, se distribuye este riesgo.
Preferencia y accesibilidad de los clientes: cada cliente tiene diferentes preferencias y opciones de acceder a los métodos de pago. Algunos quizá prefieran usar monederos digitales porque les resultan cómodos, mientras que otros podrían confiar más en las transferencias bancarias tradicionales. Ofrece varias opciones a los clientes para adaptarte a esta base tan variada.
Aspectos geográficos: las preferencias de los pagos pueden variar en función de la región. Las tarjetas de crédito podrían ser populares en un país y los pagos a través del móvil podrían ser la norma en otro, por lo que las empresas que atiendan a un público internacional deben tener presentes estas preferencias regionales.
Reducción del abandono de transacciones: si un pago falla, dar la opción de usar otro método de inmediato puede reducir las probabilidades de que se abandone la transacción. Este aspecto es especialmente importante en el e-commerce, donde es posible que los clientes no vuelvan para completar la compra si han sufrido algún problema.
Cumplimiento de la normativa y seguridad: cada canal de pago tiene sus normativas y estándares de seguridad. Las empresas deben asegurarse de que todos los canales disponibles cumplan con las normativas pertinentes y tengan sistemas de seguridad robustos para proteger los datos de los clientes y prevenir fraudes.
Opciones sencillas para actualizar los pagos
Interfaz fácil de usar: es importante que diseñes una interfaz intuitiva y fácil de usar en la que los clientes puedan actualizar su información de pago, ya sea como parte de una aplicación móvil o un portal web, o bien mediante canales del servicio de atención al cliente.
Recordatorios automatizados sobre la caducidad: si implementas recordatorios automatizados que avisen a los clientes cuando su información de pago haya caducado, es más fácil que vayan a actualizar esos datos. Así se reduce el riesgo de que las transacciones fallen porque la información no esté actualizada.
Varios canales de actualización: ofrece diferentes canales para actualizar la información de pago (por ejemplo, mediante una aplicación, un sitio web, el servicio de soporte al cliente o enlaces en correos electrónicos), de forma que todos los segmentos de clientes puedan hacerlo.
Seguridad y privacidad: es sumamente importante que verifiques que el proceso de actualización de los datos de pago sea seguro y cumpla con las normativas de protección de datos. Los clientes deben confiar en que su información financiera se gestione con seguridad.
Flexibilidad en los métodos de pago: permite que los clientes cambien entre diferentes métodos de pago (por ejemplo, de una tarjeta de crédito a una transferencia bancaria directa) durante el proceso de actualización para adaptarte a cambios en sus preferencias o circunstancias excepcionales.
Funcionalidad de actualización en tiempo real: el sistema debería poder procesar actualizaciones en tiempo real (o de la forma más instantánea posible) para que no haya retrasos que puedan ocasionar otros fallos en los pagos.
Comunicaciones y directrices claras: proporciona instrucciones y asistencia accesibles para actualizar la información de pago. Así podrás reducir la confusión y los errores durante el proceso de actualización.
Integración con perfiles de clientes: vincular el sistema de actualización de datos de pago con perfiles de clientes permite plantear una estrategia más personalizada y puede facilitar el proceso de actualización, ya que el sistema ya tiene información pertinente sobre el cliente.
Sistema de comentarios sobre transacciones fallidas: si una transacción falla, pedir al cliente de inmediato que actualice su información de pago puede aumentar las posibilidades de que ese pago se recupere correctamente.
Reintento automatizado tras la actualización: una vez que la información de pago se haya actualizado, reintentar de forma automatizada la transacción fallida puede ayudar a que ese pago se recupere de inmediato sin que el cliente tenga que hacer nada más.
Opciones de pago flexibles
Diferentes métodos de pago: ofrece a los clientes distintos métodos de pago, como tarjetas de crédito y débito, transferencias bancarias, monederos digitales y opciones de pago locales. Así te adaptarás a las diferentes preferencias de los clientes y aumentará la probabilidad de que las transacciones sean satisfactorias.
Actualización sencilla de los métodos de pago: permite que los clientes actualicen fácilmente sus datos de pago; por ejemplo, mediante interfaces fáciles de usar en tu sitio web o aplicación. Si ofreces a los clientes instrucciones sencillas de seguir y una asistencia a la que se pueda acceder fácilmente, puedes favorecer que los datos se actualicen rápido, lo que reduciría los fallos en los pagos que se deben a información desactualizada.
Lógica de reintento automatizada: implementa una lógica de reintento automatizada para las transacciones que hayan fallado. Esta deberá reintentar la transacción en diferentes horas o días, ya que hay problemas temporales (como fondos insuficientes o tiempo de inactividad de los bancos) que pueden provocar fallos.
Calendario de pagos flexible: deja que los clientes elijan o cambien las fechas de pago. Esta flexibilidad les puede permitir vincular las fechas de pago con sus ciclos financieros (por ejemplo, cuando les pagan el sueldo), lo que mejora las tasas de éxito de los pagos.
Planes de pagos: proporciona planes de pagos a los clientes que estén pasando un momento financiero complicado. Por ejemplo, puedes ampliarles el período de pago o dividir los pagos en importes más pequeños y manejables.
Notificaciones en tiempo real: envía notificaciones de inmediato cuando fallen las transacciones para que los clientes estén al tanto y puedan tomar las medidas pertinentes, como actualizar los datos de pago o comprobar si tienen fondos suficientes.
Soporte al cliente: ofrece a los clientes un soporte especializado en problemas relacionados con los pagos. El personal del equipo de soporte puede ayudar a los clientes a solucionar fallos en los pagos, encontrar métodos de pago alternativos o configurar planes de pagos.
Análisis e información sobre los datos: analiza con frecuencia los datos de pago para identificar tendencias y problemas en los pagos fallidos. La información que obtengas puede ayudarte a mejorar los procesos y las estrategias de pago.
Seguridad y cumplimiento de la normativa: cerciórate de que todos los métodos y procesos de pago sean seguros y cumplan con las normativas pertinentes, como los estándares de seguridad de datos del sector de pagos con tarjeta (PCI DSS, por sus siglas en inglés) en el caso de los pagos con tarjeta. Si lo haces, te protegerás frente al fraude y generarás confianza entre los clientes.
Información para los usuarios: informa a los usuarios sobre las opciones de pago disponibles y las mejores prácticas para sus transacciones (por ejemplo, mediante preguntas frecuentes, tutoriales o comunicaciones directas del soporte al cliente).
Integración sencilla: integra opciones de pago flexibles en la experiencia del cliente. El proceso debe ser intuitivo y no interrumpir al usuario mientras continúa con la transacción.
Personalización según la segmentación de clientes: adapta las opciones de pago a la segmentación de clientes. Cada segmento puede tener unas preferencias y unos comportamientos financieros concretos, lo que puede determinar las soluciones de pago más adecuadas para cada grupo.
Períodos de gracia
Los períodos de gracia son momentos determinados en los que los clientes pueden solucionar problemas con los pagos sin sufrir sanciones ni interrupciones del servicio inmediatas. Para implementarlos bien, debes conocer las necesidades de los clientes, los requisitos normativos y las implicaciones operativas que supondrán para tu empresa. Estas son algunas de las mejores prácticas a este respecto:
Comunicación clara de las condiciones del período de gracia: explica la duración y las condiciones del período de gracia con transparencia para gestionar las expectativas de los clientes y reducir la confusión.
Duración razonable: establece un período de gracia lo suficientemente largo para que los clientes puedan solucionar los problemas con los pagos, pero sin pasarte, ya que podría afectar considerablemente a tus ingresos. La duración puede variar en función de lo que sea estándar en el sector y el servicio o producto en cuestión.
Notificaciones automatizadas: envía recordatorios automatizados a los clientes antes del período de gracia y durante este. En ellos, debes incluir la fecha de vencimiento del pago, la fecha en que termina el período de gracia y cualquier consecuencia que suponga un impago.
Opciones de ampliación flexibles: considera la posibilidad de permitir que se amplíe el período de gracia en casos concretos, sobre todo si se trata de clientes que tienen un buen historial de pagos o que están pasando por dificultades financieras temporales.
Incentivos de pagos puntuales
Estas son algunas de las mejores prácticas para implementar incentivos de pagos puntuales:
Incentivos interesantes: proporciona incentivos que atraigan a tu base de clientes (por ejemplo, descuentos en próximas compras, puntos de fidelidad, cashback o acceso a servicios o productos exclusivos).
Comunicación clara de las condiciones: asegúrate de que los términos y condiciones del programa de incentivos se comuniquen a los clientes de forma accesible. Entre ellos, se incluyen los criterios de idoneidad, cómo y cuándo se concede el incentivo, y cualquier limitación o fecha de caducidad.
Proceso de canje sencillo: ofrece un proceso de canje de incentivos sin inconvenientes. Si es demasiado complicado, puedes invalidar el valor percibido del incentivo.
Promoción periódica: promociona el programa de incentivos mediante diferentes canales (por ejemplo, correos electrónicos y notificaciones en aplicaciones) y durante el proceso de compra para que los clientes siempre lo tengan presente.
Adaptación a los objetivos del negocio: diseña el programa de incentivos de tal forma que concuerde con los objetivos generales de tu negocio. Si, por ejemplo, uno de tus objetivos es conseguir más compras recurrentes, puedes ofrecer incentivos que fomenten el gasto.
Enfoque segmentado: adapta los incentivos a diferentes segmentos de clientes según su comportamiento de compra, sus preferencias y su historial de pagos. Esta estrategia puede aumentar la eficacia de los incentivos.
Supervisión y evaluación: supervisa en todo momento el rendimiento del programa de incentivos. Evalúa su repercusión en los comportamientos de pago y haz los ajustes necesarios según los datos que obtengas.
Cumplimiento de la normativa y consideraciones éticas: asegúrate de que el programa de incentivos cumpla con las leyes y normativas pertinentes, sobre todo aquellas relacionadas con transacciones financieras y marketing. También es importante que tengas en cuenta las implicaciones éticas de tu programa de incentivos para no fomentar un comportamiento financiero irresponsable.
Mecanismo de envío de comentarios: implementa un sistema para recibir comentarios de los clientes sobre el programa de incentivos. Así puedes obtener información sobre cómo se percibe el programa y cómo se puede mejorar.
Diseño ampliable y flexible: diseña el programa para que se pueda ampliar y sea flexible, de forma que puedas hacer ajustes según los cambios en las condiciones del mercado, el comportamiento de los clientes y las necesidades de la empresa.
Integración tecnológica: utiliza tecnología para automatizar el seguimiento y la concesión de incentivos. Por ejemplo, puedes integrar sistemas de pagos, soluciones de gestión de la relación con los clientes (CRM, por sus siglas en inglés) y herramientas de marketing.
Análisis de rentabilidad: lleva a cabo de forma periódica análisis de rentabilidad del programa de incentivos para asegurarte de que sea financieramente sostenible y esté aportando el retorno de la inversión esperado.
Transparencia en relación con los cambios: si el programa cambia, explica los ajustes de inmediato a los clientes para mantener su confianza y la integridad del programa.
Contenido informativo: proporciona contenido informativo que ayude a los clientes a conocer el valor de los incentivos y cómo se pueden beneficiar de participar en el programa.
Consideraciones legales sobre la recuperación de pagos fallidos
El problema de los pagos fallidos está relacionado con cuestiones legales y de cumplimiento de la normativa que deben conocer todas las empresas que gestionen pagos de clientes. Veamos más detenidamente esas intersecciones:
Conocimiento de las leyes locales e internacionales: las empresas deben estar al tanto de los marcos legales que rigen el cobro de deudas y el procesamiento de pagos en las jurisdicciones en las que operan. También deben conocer las leyes locales y las normativas internacionales, sobre todo si operan en otros países.
Cumplimiento de las prácticas de cobro de deudas: es importante cumplir con las prácticas justas de cobro de deudas. Para ello, es necesario saber cuáles son las prácticas legales y éticas a la hora de reclamar deudas pendientes (por ejemplo, restricciones sobre el contacto con clientes y prohibiciones frente al acoso).
Protección y privacidad de los datos: certificar que se cumplen las leyes de protección de datos, como el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) de la Unión Europea o la Ley de Privacidad del Consumidor de California (CCPA), es fundamental para seguir operando. Aquí se incluye cómo se usan y almacenan los datos de los clientes durante el proceso de recuperación de pagos.
Términos y condiciones claros: las empresas deben verificar que los clientes puedan acceder fácilmente a sus términos y condiciones relativos a los pagos y las posibles medidas de recuperación, así como aceptarlos con facilidad. De este modo, se pueden evitar disputas legales relacionadas con malentendidos sobre las obligaciones de pago.
Registro y documentación: es importante mantener registros precisos de todas las comunicaciones y transacciones con los clientes. Esta documentación puede ser muy valiosa en caso de que haya procedimientos judiciales o disputas sobre iniciativas de recuperación de pagos.
Conocimiento de las leyes sobre quiebra y bancarrota: es fundamental conocer bien las leyes sobre quiebra y bancarrota, ya que es posible que un cliente se declare en quiebra. Si sabes cómo estas leyes afectan a los procesos de recuperación de deudas, puedes orientar las medidas que tome tu empresa.
Formación y políticas para el personal: proporciona al personal involucrado en la recuperación de pagos formación sobre requisitos legales y prácticas éticas. Así mejorarás el cumplimiento de la normativa y reducirás el riesgo de que haya conductas inadecuadas que causen problemas legales.
Contratos con agencias externas: si utilizas agencias externas para cobrar deudas, tu empresa debe asegurarse de que estas agencias también cumplan con todas las leyes y normativas pertinentes. En los contratos con estas agencias se deben indicar estos requisitos.
Intereses y comisiones: cualquier interés o comisión que se cobre sobre pagos atrasados debe cumplir con los límites legales y comunicarse de antemano explícitamente a los clientes. Si los cargos son excesivos, puede haber recursos legales y la reputación de la empresa puede sufrir daños.
Mecanismos de resolución de disputas: es importante implementar mecanismos justos de resolución de disputas para los clientes que impugnen la validez de la deuda o el proceso de recuperación. Estos mecanismos ayudan a solucionar problemas sin recurrir a acciones legales.
Leyes de protección de los consumidores: estas leyes, que todas las empresas deben cumplir, se han diseñado para proteger a los clientes frente a prácticas comerciales injustas. Entre estas leyes, se incluyen la publicidad honesta de productos y la transparencia en las prácticas de facturación.
Accesibilidad y no discriminación: es importante asegurarse de que el proceso de recuperación de pagos sea accesible y no discriminatorio. Para ello, ten presentes las necesidades de todos los clientes, incluso los que tienen discapacidades o los que hablan otro idioma.
Revisión legal de las estrategias de recuperación: si llevas a cabo una revisión legal periódica de las estrategias y tácticas de recuperación de pagos, podrás verificar que cumplas las normativas pertinentes y adaptarte a cualquier cambio que haya en la ley.
Comunicación con un asesor jurídico: si puedes contactar en todo momento con un asesor jurídico, podrás abordar rápido cualquier problema legal que surja y cerciorarte de que las estrategias de recuperación cumplen siempre las normativas.
Cómo puede ayudarte Stripe
Las soluciones de pago de Stripe incluyen varias funciones que ayudan a las empresas a evitar que fallen los pagos y a responder en caso de que ocurra, como las siguientes:
Prevención de pagos fallidos
Radar: esta herramienta de prevención de fraude de Stripe cuenta con tecnología de machine learning y puede identificar y bloquear transacciones sospechosas antes de que ocurran, lo que reduce considerablemente el riesgo de fraude y los pagos fallidos.
Payment Intents: esta función permite a las empresas recopilar toda la información de pago necesaria por adelantado y garantizar la autorización, lo que evita problemas en el momento de pago, como que no haya fondos suficientes o que la tarjeta haya caducado.
Autenticación reforzada de clientes (SCA): Stripe admite la SCA, un estándar de seguridad que ayuda a verificar la identidad de los titulares de tarjetas y reduce aún más el fraude y los pagos fallidos.
3D Secure dinámico (3DS): esta implementación de 3DS avanzada proporciona una experiencia de pago segura y mejora aún más la protección antifraude.
Códigos de rechazo personalizables: las empresas pueden definir sus propios códigos de rechazo para recibir información más específica sobre los pagos fallidos, lo que les permite identificar y abordar la causa principal.
Respuesta a pagos fallidos
Reintentos automáticos: Stripe puede reintentar automáticamente los pagos fallidos con diferentes métodos de pago o tras un período determinado, lo que aumenta las probabilidades de cobrar el pago.
Payment Links: las empresas pueden crear enlaces de pago y compartirlos fácilmente con clientes para reintentar los pagos de manera cómoda.
Correos electrónicos de reclamación del pago: Stripe proporciona correos electrónicos de reclamación del pago personalizables que se pueden enviar de forma automática a los clientes que tengan pagos pendientes para recordárselo y ofrecerles opciones de pago cómodas.
Servicios de recuperación de pagos: Stripe colabora con varias empresas de recuperación de pagos para prestar más servicios, como el cobro de deudas y la asistencia con contracargos.
Información detallada: Stripe proporciona paneles e informes completos que ofrecen datos valiosos sobre las tendencias de pago, las tasas de rechazo de pagos y otras métricas fundamentales, lo que ayuda a las empresas a identificar lo que deben mejorar.
Otras ventajas
Alcance internacional: Stripe admite pagos en más de 135 divisas, por lo que las empresas pueden llegar a clientes de todo el mundo y minimizar el riesgo de que los pagos fallen por problemas relacionados con la compatibilidad de divisas.
Escalabilidad: la tecnología de Stripe se ha diseñado para gestionar grandes volúmenes de transacciones, lo que asegura que las empresas puedan procesar pagos con eficacia, incluso mientras siguen creciendo.
Seguridad: Stripe cumple con los estándares y las normas de seguridad más estrictos, lo que protege a las empresas y los clientes frente a fraudes y filtraciones de datos.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, adecuación o vigencia de la información incluida en el artículo. Si necesitas asistencia para tu situación particular, te recomendamos consultar a un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción.