Según los datos de la consultora Grand View Research, el crecimiento del dropshipping en Europa no da señales de aminorar su marcha; con una tasa de crecimiento anual compuesta (CAGR, por sus siglas en inglés) del 20,8 %, se espera que el sector del dropshipping en Europa alcance unos ingresos de más de 210.000 millones de euros en 2030. Curiosamente, el mismo porcentaje se aplica a la cuota de mercado del dropshipping en Europa en 2023, que representó un 20,8 % de los ingresos a nivel mundial, superando los 58.000 millones de euros: la cifra más alta registrada hasta el momento.

Este modelo de comercio electrónico está en auge, no solo a nivel europeo, sino también en España, que está experimentando sus mejores cifras en el sector del e-commerce. Tal como revela la encuesta sobre el uso de TIC y del comercio electrónico en las empresas elaborada por el INE (Instituto Nacional de Estadística), el 30,7 % de las empresas en España con un mínimo de 10 empleados vendió productos en línea a lo largo de 2023, con un total que ascendió a más de 385 millones de euros.

A pesar del crecimiento del sector del comercio electrónico en España, el dropshipping es un modelo que presenta ciertas particularidades operativas, legales y fiscales. En esta guía, analizaremos los matices que debes tener en cuenta si quieres poner en marcha un negocio de dropshipping en España.

Esto es lo que encontrarás en este artículo:

• ¿Qué es el dropshipping?
  
• ¿Es legal el dropshipping en España?
  
• ¿Qué impuestos hay que pagar al hacer dropshipping en España?
  
• ¿Qué se necesita para hacer dropshipping en España?
  

¿Qué es el dropshipping?

El dropshipping es un modelo de negocio en el que el distribuidor (un comercio mayorista o fabricante) envía directamente los artículos a los consumidores finales, por lo que la tienda que vende el producto (generalmente, un comercio minorista en línea) no necesita tenerlos en stock.

A diferencia de los e-commerce convencionales, los negocios de dropshipping no gestionan sus propios inventarios, por lo que no necesitan ningún almacén ni controlar internamente la cadena de suministro. La función principal de un negocio de dropshipping consiste en conseguir clientes y asegurarse de que el fabricante o proveedor hace llegar los productos a los destinatarios. De este modo, el proveedor consigue más clientes minoristas que le compran el producto y, por su parte, el negocio de dropshipping obtiene beneficios al adquirir del fabricante los productos a precio de mayorista, consiguiendo así una comisión sobre el precio de los productos que vende en su tienda: a pesar de que el fabricante o proveedor será el encargado de gestionar la producción y el envío de los pedidos, el cliente final paga su compra al comercio que actúa como intermediario en el proceso de dropshipping.

Aspectos legales del dropshipping en España

No hay ninguna normativa que impida a una persona o empresa vender productos ejerciendo la figura de intermediaria sin que, por su parte, se produzca manipulación alguna de los productos, por lo que el dropshipping es completamente legal en España. Eso sí, para garantizar la legalidad del propio negocio, es importante cumplir una serie de requisitos:

• Darse de alta como autónomo: Para tramitar tu alta como autónomo, deberás rellenar el modelo 036, especificando, entre otros datos, el epígrafe del IAE de tu actividad. Si bien es cierto que no hay un epígrafe específico para negocios de dropshipping, el que más se ajusta a este tipo de modelo de negocio es el de «Comercio al por menor por correo o por catálogo de productos diversos».
  
• Cumplir la normativa referente a los derechos del consumidor: Aunque no seas la parte encargada de manipular los productos, como vendedor estás obligado a que tus clientes puedan ejercer sus derechos como consumidores, por ejemplo, la devolución de los productos por incumplimiento contractual o la tramitación de la garantía. La normativa de consumo es la que rige estas condiciones con leyes como la Ley General para la Defensa de los Consumidores y Usuarios incluida en el Real Decreto Legislativo 1/2007.
  
• Garantizar la protección y el tratamiento de los datos: Tanto el Parlamento Europeo, con el Reglamento 2016/679, como el Gobierno de España, con la Ley Orgánica de Protección de Datos Personales (LOPD), obligan legalmente a los comercios minoristas a garantizar un correcto tratamiento de la información personal de los clientes.
  
• Cumplir las obligaciones fiscales y tributarias: Como en cualquier otra actividad económica, el dropshipping en España acarrea una serie de responsabilidades de carácter fiscal y tributario. En el próximo apartado, analizaremos al detalle estas obligaciones.
  

¿Qué impuestos hay que pagar al hacer dropshipping en España?

Al hacer dropshipping en España hay que pagar los siguientes impuestos:

IVA

El IVA (impuesto sobre el valor añadido) es un impuesto indirecto que grava las adquisiciones de bienes y varía en función de algunos aspectos, como el tipo de producto, si se trata de una compra o de una venta, y la ubicación del cliente y el proveedor.

IVA en las compras de un negocio de dropshipping

IVA en las ventas de un negocio de dropshipping

Si la transacción de dropshipping no tiene lugar en España a efectos tributarios, es decir, el cliente final no se encuentra en territorio común y no se le entrega allí la mercancía, no estará sujeta al régimen especial del recargo de equivalencia destinado a los comercios minoristas. Al tratarse de un régimen obligatorio en determinados casos, es esencial justificar con facturas u otros documentos que esas operaciones se han producido fuera del territorio español.

Para las ventas de productos a clientes particulares de la Unión Europea, la ventanilla única del IVA (conocida en inglés como «VAT OSS») te permite declarar el IVA en un único lugar en vez de tener que presentar una declaración individual en cada Estado miembro donde se encuentren tus clientes.

Para asegurarte de aplicar siempre la cantidad correcta de IVA (y sus equivalentes en otros países, como el impuesto sobre las ventas en EE. UU.) en tus ventas, Stripe Tax te permite automatizar el cálculo y cobro de impuestos de tus ventas en los más de 50 países en los que está disponible (puedes consultar aquí la lista actualizada de excepciones). Podrás activarlo con un solo clic desde tu Dashboard, y Stripe se encargará de añadir el porcentaje necesario, cobrar el importe y preparar informes que te harán mucho más fáciles tus próximas declaraciones.

En España, estos son los modelos tributarios que deberás tener en cuenta:

• Modelo 303: Declaración trimestral del IVA
  
• Modelo 390: Resumen anual del IVA
  
• Modelo 349: Operaciones intracomunitarias
  
• Modelo 369: Operaciones de la ventanilla única del IVA
  

IRPF

El IRPF (impuesto sobre la renta de las personas físicas) es un impuesto directo que grava los ingresos del obligado tributario. Para determinar el rendimiento de la actividad hay varios métodos, pero solo el de estimación directa normal y estimación directa simplificada son compatibles con el dropshipping en España. Estas son las declaraciones tributarias relacionadas con el impuesto:

• Modelo 100: Declaración de la renta
  
• Modelo 130: Pagos fraccionados del IRPF
  

Impuesto sobre sociedades (IS)

Si la forma jurídica de tu negocio es una sociedad (en lugar de operar como un trabajador autónomo), también tendrás que pagar el impuesto sobre sociedades. Este impuesto directo grava los beneficios que obtienen las empresas y se declara a través de estos modelos tributarios:

• Modelo 200: Liquidación anual del IS
  
• Modelo 202: Pagos fraccionados del IS
  

¿Qué se necesita para hacer dropshipping en España?

Para hacer dropshipping en España se necesita:

• Proveedor: El proveedor es quien dispone de los productos que vendes mediante dropshipping (bien porque los almacena o los fabrica) y se encarga de completar los pedidos que los clientes realizan en tu comercio electrónico. En el ejemplo que compartíamos al inicio de este artículo, el proveedor sería el artesano que fabrica los bolsos y, posteriormente, los envía a los clientes.
  
• Tienda online: Para que tus clientes puedan comprar tus productos, necesitarás un canal de venta. Lo más habitual es abrir una tienda en línea con una plataforma de e-commerce como Shopify o WooCommerce, aunque también es recomendable promocionar los productos en redes sociales y añadir enlaces de pago para que los clientes puedan comprar directamente desde allí.
  
• Sistema de pagos: Cuando los clientes lleguen a tu sitio web, necesitarán poder completar la compra y proceder al pago de su pedido. Para elegir la plataforma de pagos más adecuada, deberás tener en cuenta distintos factores, como la seguridad, que puedas admitir los métodos de pago preferidos de tus clientes y que pueda integrarse fácilmente con tu e-commerce. Stripe Payments, por ejemplo, admite más de 100 métodos de pago, cuenta con los certificados de seguridad más estrictos del sector y dispone de herramientas no-code para que puedas empezar a vender por Internet sin escribir ni una sola línea de código.