Las tarjetas virtuales de prepago son tarjetas de pago digitales que funcionan como las tarjetas de prepago tradicionales, pero que existen completamente en línea. Tienen números de tarjeta únicos, fechas de caducidad y códigos de valor de verificación de la tarjeta (CVV), y vienen cargadas con un importe específico de dinero. Las tarjetas virtuales ofrecen otra capa de seguridad y control sobre los gastos. Los titulares de las tarjetas las utilizan principalmente para transacciones en línea y móviles.
Las transacciones digitales con tarjetas de prepago están aumentando, con transacciones globales valoradas en 528.700 millones de dólares estadounidenses en 2023 y se espera que alcancen los 3,98 billones de dólares para 2028. A continuación, explicaremos cómo funcionan los programas de tarjetas virtuales de prepago, por qué una empresa lanzaría un programa de tarjetas virtuales de prepago y cómo crear uno.
¿De qué trata este artículo?
- ¿Qué son los programas de tarjetas virtuales de prepago?
- ¿Cómo funcionan los programas de tarjetas virtuales de prepago?
- ¿Por qué una empresa lanzaría un programa de tarjetas virtuales de prepago?
- Desafíos de lanzar un programa de tarjetas virtuales de prepago
- Cómo lanzar un programa de tarjetas virtuales de prepago
¿Qué son los programas de tarjetas virtuales de prepago?
Los programas de tarjetas virtuales de prepago son plataformas o servicios que permiten a los usuarios crear y administrar tarjetas virtuales prepagadas. Las instituciones financieras y las empresas de fintech las crean y proporcionan la infraestructura y las herramientas para generar datos de la tarjeta, añadir fondos a una tarjeta y hacer un seguimiento de las transacciones. Algunos programas también ofrecen funciones como la posibilidad de establecer límites de gasto y desactivar tarjetas.
¿Cómo funcionan los programas de tarjetas virtuales de prepago?
Los programas de tarjetas virtuales de prepago utilizan servicios financieros tecnológicos para facilitar la creación, la gestión y el uso de tarjetas de pago digitales. Aquí se presenta un flujo de trabajo típico del programa.
Emisión de tarjetas: el proveedor del programa usa una plataforma para generar números de tarjeta, fechas de caducidad y códigos CVV para una cuenta de usuario o un propósito específico. El proveedor a menudo almacena estos detalles de forma segura dentro del sistema del programa. Los usuarios pueden acceder a ellas o gestionarlas a través de un panel de control en línea o una aplicación móvil.
Financiación: los usuarios añaden fondos a sus cuentas de tarjetas virtuales mediante métodos tales como transferencias bancarias, pagos con tarjeta de débito y pagos con tarjeta de crédito.
Gestión de tarjetas: los usuarios a menudo pueden crear varias tarjetas virtuales dentro del programa. Pueden ver, editar o desactivar los datos de la tarjeta en cualquier momento. También pueden ver el historial de transacciones y la información del saldo a través de la interfaz del programa.
Uso: para procesar pagos, los usuarios introducen los datos de la tarjeta virtual (p. ej., número, fecha de caducidad, CVV) durante las transacciones en línea o móviles. El procesador de pagos de la empresa verifica los datos y el saldo disponible con el proveedor de la tarjeta. Si se aprueba, el proveedor completa la transacción deduciendo fondos del saldo de la tarjeta virtual.
Seguridad y prevención de fraude: muchos programas incorporan medidas de seguridad como números de tarjetas de un uso único, códigos CVV dinámicos, alertas de transacciones y la capacidad de congelar o cancelar instantáneamente una tarjeta si está comprometida.
Otras funciones comunes: según el proveedor, los programas pueden tener más funcionalidades, como la capacidad de establecer calendarios de pagos recurrentes, crear tarjetas virtuales para empresas o categorías de gastos específicas, o compartir el acceso a la tarjeta virtual con otras personas.
¿Por qué una empresa lanzaría un programa de tarjetas virtuales de prepago?
Las empresas pueden lanzar un programa de tarjetas virtuales de prepago para uso interno o para atraer y retener clientes. A continuación, te explicamos cómo estas tarjetas benefician a las empresas en ambos frentes.
Uso interno
Internamente, las empresas pueden utilizar tarjetas virtuales de prepago para gastos comerciales como transacciones en línea, pagos a proveedores y gastos de empleados. Esta configuración digital proporciona otra capa de seguridad; las empresas pueden generar y desactivar instantáneamente las tarjetas, lo que reduce el riesgo de fraude y el uso indebido. Estas tarjetas también facilitan los procesos de adquisición y la gestión del presupuesto, ya que permiten a los gerentes establecer límites específicos a las tarjetas y asignar fondos según sea necesario.
Uso del cliente
Externamente, las empresas pueden lanzar programas de tarjetas virtuales para incentivar las compras con programas de recompensas y generar lealtad a la marca con el tiempo. Por ejemplo, un minorista que lanza su propia tarjeta virtual de prepago podría fomentar la repetición del gasto ofreciendo añadir 5 $ a la tarjeta virtual de un cliente por cada 100 $ que gaste en la tienda con ella.
Desafíos de lanzar un programa de tarjetas virtuales de prepago
Estos son los mayores desafíos y riesgos de lanzar un programa de tarjetas virtuales de prepago.
Integración: la integración de un sistema de tarjetas virtuales requiere de una arquitectura informática sofisticada que permita procesar transacciones y conectarse a sistemas ya existentes, como el sistema de planificación de recursos empresariales (ERP) o el software de contabilidad.
Cumplimiento de la normativa: las empresas deben contar con una estrategia de cumplimiento de la normativa proactiva e informada para conocer los requisitos legales y regulatorios, incluidas las regulaciones financieras y el Reglamento General de Protección de Datos (RGPD) y la Directiva revisada de servicios de pago (PSD2) de Europa.
Adopción por parte de los clientes: las empresas deben superar el escepticismo y cambiar las preferencias de los clientes de los modos de pago tradicionales a las tarjetas virtuales. Deben educar de manera proactiva a los usuarios potenciales sobre la seguridad y la conveniencia de las tarjetas virtuales, y mejorar la usabilidad para ofrecer una alternativa realmente atractiva a las tarjetas físicas.
Seguridad: los programas de tarjetas virtuales deben proteger contra las amenazas cibernéticas en constante cambio a través de una inversión inicial y una adaptación constante. Esto implica la incorporación de protocolos de seguridad avanzados, incluidos el cifrado de extremo a extremo, la tokenización y los algoritmos de detección de fraudes en tiempo real.
Gestión operativa: las empresas deben planificar meticulosamente sus tácticas de emisión, supervisión de consumos y soporte al cliente para mantener la calidad del servicio y la capacidad de respuesta. Necesitarán marcos operativos sólidos y formación continua para los equipos.
Costes: la gestión de programas de tarjetas virtuales conlleva importantes gastos iniciales y continuos, desde los costes de desarrollo y cumplimiento de la normativa hasta las inversiones en seguridad y adquisición de clientes. Las empresas deben administrar sus finanzas con cuidado para garantizar un retorno positivo de la inversión.
Diferenciación en el mercado: diferenciar una tarjeta virtual de la competencia requiere una imagen de marca estratégica y un conjunto de funciones únicas. También pueden ser necesarias alianzas estratégicas para mejorar la propuesta de valor de la tarjeta y diferenciarla en un mercado saturado.
Interoperabilidad: las empresas deben asegurarse de que sus tarjetas virtuales sean compatibles con diferentes redes de pago, wallets y pasarelas de pagos por Internet. Sus sistemas deben ser capaces de gestionar las conversiones de divisas y los procesos de cobro a través de las fronteras.
Cómo lanzar un programa de tarjetas virtuales de prepago
Tu empresa podría decidir lanzar un programa de tarjetas virtuales de prepago para uso interno o para clientes. A continuación, se presenta una guía detallada para planificar y lanzar tu programa.
Objetivos empresariales: asegúrate de que tu programa de tarjetas virtuales esté alineado con las ambiciones más grandes de tu empresa. ¿Estás buscando llegar a nuevas bases de clientes, fortalecer tu marca o transformar tu oferta de servicios?
Posición en el mercado: investiga para quién diseñas esta tarjeta y cómo es el mercado. Determina cómo puedes diferenciar tu tarjeta de la de tus competidores. Ten en cuenta la normativa existente y los límites que puede haber en tus actividades.
Tecnología: la configuración tecnológica debe ser lo suficientemente completa y flexible como para crecer con tu empresa y adaptarse a medida que surjan nuevas tecnologías. Tanto si se trata de medidas de seguridad inteligentes como de nuevas funciones de pago, asegúrate de que tu plataforma pueda gestionarlas.
Cumplimiento de la normativa: planifica el cumplimiento de la normativa desde el principio para que tu programa sea resiliente y fiable. Construye una base en la que los clientes puedan confiar.
Seguridad: más allá del cifrado básico, adopta medidas de seguridad avanzadas, como la detección de amenazas en tiempo real y el análisis del comportamiento.
Flexibilidad: crea una plataforma que sea personalizable y segura. Proporciona herramientas que permitan a los usuarios o desarrolladores modificar sus experiencias e integrarlas con sus otros servicios.
Pruebas: primero presenta tu programa a un grupo pequeño, utilizando una combinación de tus clientes más probables y algunas selecciones experimentales. Esta prueba piloto puede revelar problemas y, potencialmente, nuevos usos o servicios que no habías considerado.
Lanzamiento: haz el lanzamiento al mercado con una estrategia que pueda adaptarse a los comentarios del mundo real y a los primeros resultados. Esto puede implicar ajustar tu mensaje de marketing, añadir funciones o dirigirse a diferentes usuarios según el interés del cliente.
Comentarios: después del lanzamiento, implementa un ciclo de comentarios, análisis y actualizaciones. Utiliza los datos de las interacciones de los usuarios para perfeccionar las ofertas y garantizar un flujo constante de funciones nuevas o mejoras en función de lo que los usuarios necesitan y quieren.
Ofertas complementarias: considera qué otros servicios o productos se pueden conectar a tu tarjeta para enriquecer la experiencia del cliente. Las asociaciones con minoristas, instituciones financieras o empresas de tecnología pueden hacer que tu tarjeta forme parte de un ecosistema de estilo de vida más amplio.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, la adecuación o la vigencia de la información incluida en el artículo. Debes procurar el asesoramiento de un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción si deseas obtener asistencia para tu situación particular.