Los ingresos por intercambio, a menudo denominados tasas de intercambio, son comisiones que cobran los bancos que emiten tarjetas de crédito durante las transacciones con tarjeta. Cuando un cliente realiza una compra con una tarjeta de crédito, el banco de la empresa paga una comisión al banco del titular de la tarjeta. Esta comisión suele ser un porcentaje del importe de la transacción más una comisión fija y compensa al emisor por el riesgo y el coste implicados en la gestión de la transacción.
Teniendo en cuenta que solo las redes de Visa procesaron más de 212.000 millones de transacciones en 2023, los ingresos por intercambio pueden representar una gran suma tanto para los emisores de tarjetas como para las empresas que aceptan pagos con tarjeta. A continuación, explicaremos cómo funcionan los ingresos por intercambio, los factores que pueden afectarlos y cómo pueden afrontarlos mejor los emisores y las empresas.
¿De qué trata este artículo?
- ¿Qué son las tasas de intercambio?
- ¿Cómo funcionan los ingresos por intercambio?
- Factores que pueden afectar a los ingresos por intercambio
- Formas de perfeccionar los ingresos por intercambio como emisor de tarjetas
- Formas de reducir los costes de loa ingresos por intercambio como empresa
¿Qué son las tasas de intercambio?
Las tasas de intercambio son comisiones de transacción que la cuenta bancaria de la empresa debe pagar cada vez que un cliente utiliza una tarjeta de crédito o débito para hacer una compra en su tienda. Las redes de tarjetas (p. ej., Visa, Mastercard o Discover) fijan estas comisiones y la empresa las paga al banco emisor de la tarjeta. Las comisiones compensan al emisor por los costes de gestión de la transacción con tarjeta, incluido el riesgo de fraude y las deudas incobrables (es decir, deudas que no se devolverán). También financian los programas de recompensas de algunas tarjetas de crédito.
¿Cómo funcionan los ingresos por intercambio?
El banco de la empresa (el banco adquirente) suele pagar las tasas de intercambio al banco del titular de la tarjeta (el banco emisor). Cuando un cliente utiliza una tarjeta de crédito o débito para realizar una compra, la empresa procesa la transacción con tarjeta y los datos del pago se envían al banco del cliente a través de la red de pagos. Por cada transacción, el banco emisor cobra una tasa de intercambio. Las redes de tarjetas fijan esta comisión, que varía según varios factores, como el tipo de tarjeta utilizada (p. ej., crédito o débito), el tipo de empresa, el tamaño de la transacción y si la transacción se procesa en persona o por Internet.
Aunque el banco de la empresa paga estos costes, a menudo los transfiere a las empresas en forma de cargos por servicios. Por consiguiente, las tasas de intercambio influyen en el coste total que supone para las empresas aceptar pagos con tarjeta.
Factores que pueden afectar a los ingresos por intercambio
Estos son algunos de los factores que pueden afectar a las tasas de intercambio:
Tipo de tarjeta: Las tarjetas de crédito generalmente tienen tasas de intercambio más altas que las tarjetas de débito, ya que implican mayores costes de procesamiento y riesgos de crédito para los bancos emisores.
Red de tarjetas: Cada red de tarjetas tiene sus propios calendarios de tasas de intercambio, que pueden variar en función de la competencia en el mercado y de las políticas de la red.
Emisor de la tarjeta: El tamaño y el tipo del banco emisor pueden influir en las tasas de intercambio. Los bancos más grandes podrían tener más poder de negociación para negociar comisiones más bajas.
Programas de recompensas: Las tarjetas con programas de recompensas suelen tener tasas de intercambio más altas para compensar el coste de proporcionar beneficios a los titulares de las tarjetas.
Código de categoría de comerciante (MCC): El MCC designa el tipo de negocio que opera el comerciante. Algunos sectores (como los viajes y los artículos de lujo) tienen tasas de intercambio más altas debido al mayor riesgo percibido o al mayor valor de transacción.
Tipo de transacción: Las transacciones con tarjeta presente (es decir, las tarjetas con tarjeta en persona) suelen tener comisiones más bajas que las transacciones sin tarjeta presente (es decir, transacciones en línea o por teléfono) debido al menor riesgo de fraude.
Tamaño de la transacción: Las tasas de intercambio suelen ser un porcentaje del importe de la transacción más una pequeña comisión fija, por lo que las transacciones más grandes suelen generar más ingresos por intercambio.
Región: Las comisiones de intercambio pueden variar en función de la ubicación geográfica de la transacción y de las condiciones y normativas del mercado local.
Prevención de fraude: Las empresas con medidas de seguridad adicionales como 3D Secure podrían cumplir los requisitos para tasas de intercambio más bajas.
Nivel de detalle de la transacción: Proporcionar información más detallada sobre las transacciones (datos de Nivel II o Nivel III) a veces puede dar lugar a comisiones más bajas, especialmente en el caso de las transacciones entre empresas.
Condiciones económicas: La inflación o las recesiones económicas pueden afectar indirectamente a los ingresos por intercambio al influir en los hábitos de gasto de los clientes y en el volumen total de transacciones.
Cambios normativos: Las nuevas normativas o resoluciones legales que afecten a las tasas de intercambio pueden afectar de forma sustancial a los ingresos de los bancos emisores y las redes de tarjetas.
Formas de perfeccionar los ingresos por intercambio como emisor de tarjetas
Los emisores de tarjetas obtienen ingresos por intercambio a través de las comisiones que las empresas pagan por cada transacción con tarjeta. A continuación, te explicamos cómo puedes perfeccionar esta fuente de ingresos:
Enfócate en categorías lucrativas: Lanza campañas de marketing dirigidas que destaquen las ventajas de usar tu tarjeta para categorías de mayor intercambio, como viajes y restaurantes. Considera la posibilidad de asociarte con aerolíneas y cadenas de restaurantes populares para ofrecer recompensas, puntos o reembolsos en efectivo atractivos, específicamente cuando los clientes utilicen su tarjeta para estas transacciones.
Persigue a los que gastan mucho: Desarrolla un conjunto de productos de tarjetas premium con beneficios escalonados que incluyan servicios de conserjería, acceso a clubes exclusivos o tarifas especiales en viajes de lujo. Utiliza el análisis de datos para identificar a los clientes potenciales que ya gastan grandes cantidades en estas categorías y sugiere una ruta de actualización personalizada.
Apuesta por las tarjetas de visita y corporativas: Crea ofertas especializadas para gastos de la empresa, como viajes, material de oficina y actualizaciones tecnológicas. Ofrece recompensas flexibles que aumenten con el gasto, junto con herramientas para la gestión de gastos y la elaboración de informes que añadan valor para los propietarios de empresas y los departamentos financieros.
Impulsa la adopción digital: Implementa incentivos por el uso de monederos digitales y pagos con el móvil, tales como pequeñas bonificaciones por las primeras transacciones móviles. Informa a los clientes sobre la seguridad y la comodidad de estos métodos de pago mediante talleres o tutoriales en línea.
Amplía la aceptación: Identifica los mercados o sectores clave donde la aceptación de las tarjetas sea baja y asóciate con asociaciones empresariales locales para ofrecer descuentos en las comisiones de procesamiento introductorias. Apoya a las empresas más pequeñas con actualizaciones tecnológicas que faciliten la aceptación de tarjetas.
Refuerza la seguridad: Invierte en algoritmos de detección de fraude de última generación y en tecnología de seguridad para las transacciones. Informa periódicamente a tus clientes sobre la forma en que estas tecnologías protegen sus transacciones y su información personal, y sobre cómo refuerzan los beneficios de seguridad del uso de tu tarjeta.
Utiliza los datos a tu favor: Utiliza técnicas avanzadas de minería de datos para analizar los patrones de gasto y ajustar dinámicamente las tasas de intercambio en función del sector, la región o incluso la época del año. Comparte información con las empresas para ayudarlas a comprender las ventajas de aceptar tu tarjeta.
Añade más valor: Combina tus tarjetas con productos de seguros, como seguros de viaje y garantías de productos que se activan cuando se realizan compras con tu tarjeta. Llama la atención sobre estas protecciones añadidas en las comunicaciones con los clientes para demostrar el valor de la tarjeta.
Forja alianzas estratégicas: Desarrolla tarjetas de marca compartida con minoristas o proveedores de servicios que incluyan recompensas instantáneas en el punto de venta, acceso exclusivo a las ventas u opciones especiales de financiación. Presenta estas asociaciones de forma destacada en tus esfuerzos de marketing.
Formas de reducir los costes de los ingresos por intercambio como empresa
Las empresas tratan de limitar sus costes de intercambio, ya que estas comisiones afectan directamente a su rentabilidad. A continuación se incluyen algunas tácticas para reducir estos costes:
Negocia mejores tarifas con tu proveedor de servicios: Si tu empresa tiene un alto volumen de transacciones o lleva mucho tiempo con el mismo proveedor, plantéate la posibilidad de renegociar tasas de intercambio más bajas. Revisa los acuerdos periódicamente y compara las tarifas de diferentes proveedores para asegurarse de obtener la mejor oferta.
Fomenta los métodos de pago alternativos: Promueve el uso de métodos de pago que por lo general conllevan comisiones más bajas que las tarjetas de crédito, como las tarjetas de débito, las transferencias bancarias directas, las aplicaciones de pago para el móvil y los monederos digitales. Puedes incentivarlos a través de descuentos o puntos de fidelidad.
Establece un importe mínimo de transacción con tarjeta: Para compensar el coste de transacciones más pequeñas, considera establecer un importe mínimo de compra para el uso de tarjetas de crédito. Esto puede desalentar las transacciones pequeñas que aumentan de manera desproporcionada las comisiones de intercambio en relación con el tamaño de la transacción. Asegúrate de cumplir con las reglas de la red y de comunicar claramente esta política a los clientes.
Usa un servicio de verificación de dirección (AVS): La implementación de AVS puede ayudar a reducir el riesgo de transacciones fraudulentas, lo que, a su vez, puede hacer que tu empresa cumpla los requisitos para tasas de intercambio más bajas. Este servicio verifica la dirección del titular de la tarjeta con el emisor de la tarjeta y añade una capa de seguridad adicional a las transacciones.
Agrupa las transacciones para su procesamiento: En lugar de procesar las transacciones una por una, agrupa las transacciones al final del día. Esto puede reducir las comisiones de procesamiento y los costes totales de transacción, según tu acuerdo comercial.
Opta por redes de tarjetas menos costosas: Las diferentes redes de tarjetas cobran diferentes tasas de intercambio. Cuando sea posible, anima a los clientes a usar tarjetas de redes que te cuesten menos. Forma a tu personal sobre estas redes y considera la posibilidad de programar tus terminales de pago para sugerir estas opciones cuando los clientes paguen.
Forma al personal para que pida el PIN en las transacciones de débito: Siempre que sea posible, pídeles a los clientes que introduzcan el PIN para las transacciones de débito. Las transacciones de débito con PIN suelen tener comisiones más bajas en comparación con las transacciones de débito con firma.
Actualiza periódicamente tu tecnología de pago: Si mantienes actualizada tu tecnología de pagos, se puede minimizar el riesgo de fraude y de contracargos, lo que puede dar lugar a comisiones de intercambio más bajas. La tecnología actualizada también suele ser más eficiente, lo que puede acelerar las transacciones y reducir los costes.
Mejora tus prácticas de aceptación de tarjetas: Revisa y mejora la forma en la que tu empresa gestiona las transacciones con tarjeta. Para ello, formar al persona en las mejores prácticas para aceptar tarjetas, garantiza que todos los equipos funcionen de forma óptima y actualiza periódicamente la señalización y la comunicación con los clientes para promover los métodos de pago más rentables.
Analiza tus datos de ventas: Revise los datos de tus transacciones con regularidad para identificar tendencias y áreas en las que puede reducir costes. Entender tu combinación de transacciones por tipo de tarjeta, tamaño de transacción y preferencias de los consumidores puede ayudarte a gestionar mejor las tasas de intercambio.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, la adecuación o la vigencia de la información incluida en el artículo. Debes procurar el asesoramiento de un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción si deseas obtener asistencia para tu situación particular.