Cómo elegir un procesador de pagos: 10 preguntas clave

  1. Introducción
  2. ¿Qué es el procesamiento de pagos?
  3. ¿Qué es un procesador de pagos?
  4. ¿Cómo trabajan los procesadores de pagos con las empresas?
  5. Cómo elegir un procesador de pagos

Cualquier compañía necesita gestionar los pagos de su clientela de la manera más eficiente y segura. Es igual si se trata de comercios con tiendas físicas, de plataformas de e-commerce o de corporaciones con múltiples canales de venta. Los procesadores de pagos son los responsables de habilitar cada paso de tarjeta, cada pago con móvil y cada transacción por Internet. Por eso es crucial elegir un proveedor idóneo para tu negocio.

Los procesadores de pagos no se limitan a manejar las transacciones; pueden afectar a la experiencia que disfruta el cliente. Si un cliente no consigue efectuar una compra debido a que el negocio no admite ciertos métodos de pago o a que se producen fallos que impiden culminar la transacción, se corre el riesgo de perder la venta... e incluso al cliente. Ahora bien, un procesador de pagos de calidad nos aportará información útil sobre ventas, ayudará a prevenir el fraude y contribuirá a que respetemos el cumplimiento de la normativa sobre datos de pago. A medida que vaya creciendo el negocio, el procesador de pagos irá ganando importancia para ampliar las operaciones y alcanzar un potencial de expansión global.

El mercado está lleno de procesadores de pagos que ofrecen distintos servicios, funciones y planes de comisiones y precios. Identificar cuál es el más adecuado para tu negocio es una tarea abrumadora. Pero si tienes la información precisa en la mano, seguro que encuentras un procesador de pagos que ofrezca una experiencia de pago fiable, eficiencia en el back end y protección antifraude. Entonces, ¿qué conviene saber para elegir el procesador de pagos de tu empresa? Veámoslo.

¿De qué trata este artículo?

  • ¿Qué es el procesamiento de pagos?
  • ¿Qué es un procesador de pagos?
  • ¿Cómo trabajan los procesadores de pagos con las empresas?
  • Cómo elegir un procesador de pagos

¿Qué es el procesamiento de pagos?

El procesamiento de pagos consiste en una serie de pasos que se suceden cuando un cliente efectúa una transacción con una tarjeta de crédito o débito u otra forma de pago electrónico, en un sistema de punto de venta (POS), por Internet o mediante un dispositivo móvil. Este proceso es necesario para transferir fondos desde la cuenta del cliente hasta la cuenta bancaria de la empresa, habitualmente para comprar bienes o contratar servicios.

Veamos un resumen del proceso:

  1. Inicio de la transacción: un cliente inicia una transacción presentando un método de pago, como pueden ser una tarjeta de crédito o un monedero digital en el punto de venta, o bien porque introduce los datos de pago por Internet o en una aplicación para pago con dispositivo móvil.
  2. Autorización de la transacción: la información de pago se envía por medios electrónicos a la pasarela de pagos o al procesador de pagos, que retransmite los detalles de la transacción al emisor (la entidad financiera que haya emitido el método de pago, también denominada banco emisor o emisor de la tarjeta) o la red de tarjetas correspondiente (todas las principales empresas de tarjetas de crédito cuentan con redes propias) para su autorización.
  3. Verificación de la transacción: el emisor verifica la transacción y comprueba si la cuenta del cliente dispone de fondos o crédito suficientes. Si la respuesta es afirmativa, el emisor envía un código de autorización de vuelta a al procesador de pagos, a través de la red de tarjetas. Si no hay fondos suficientes, se rechaza la transacción. Este proceso de verificación garantiza que el cliente cuente con dinero suficiente para efectuar la compra y así se reduce el riesgo de rechazos de compras y de transacciones fraudulentas.
  4. Cobro de la transacción: tras autorizarse la transacción, pasa a la cola de espera para que se efectúe su cobro. Al terminar cada jornada, los emisores agrupan las transacciones autorizadas en un lote y lo envían a la red de tarjetas para que esta proceda a los cobros. El banco del cliente transfiere el dinero al banco de la empresa y a continuación, los fondos se depositan en la cuenta de comerciante.
  5. Notificación sobre las transacciones: tras efectuarse el cobro, la empresa recibe un documento que detalla las transacciones efectuadas ese día. Esa información es útil para mantener registros, contabilidad y análisis.
  6. Vigilancia contra fraudes y contracargos: los procesadores de pagos también se ocupan de monitorizar la actividad para detectar transacciones fraudulentas y ayudan a gestionar los contracargos (que ocurren cuando un cliente abre una disputa por un cargo).

El procesamiento de pagos afecta en gran medida al modo en que opera el negocio y condiciona cómo de bien está equipado para trabajar con una experiencia de pago sencilla y competitiva.

¿Qué es un procesador de pagos?

Los procesadores de pagos son proveedores de servicios que permiten comunicar la información de las transacciones entre las distintas partes implicadas en una transacción financiera. A menudo permanecen invisibles para sus usuarios y clientes finales, pero cumplen una misión esencial en el e-commerce, ya que manejan los datos de los pagos con seguridad y eficiencia. Es implica trabajar con entidades como redes de tarjetas, proveedores de servicios para comerciantes y bancos. Estas entidades conectan al banco emisor con el banco adquirente y habilitan a las empresas para aceptar y gestionar diversas formas de pago electrónico, detalle que ayuda a incrementar las ventas.

¿Cómo trabajan los procesadores de pagos con las empresas?

Aquí te explicamos detalladamente cómo trabajan los procesadores de pagos con las empresas:

  • Creación y configuración de la cuenta de comerciante
    Para empezar a aceptar pagos electrónicos, la empresa necesita disponer de una cuenta de comerciante. El procesador de pagos o un banco con el que se asocie le proporcionarán esta cuenta bancaria especial, que permite aceptar pagos realizados mediante tarjeta de débito o crédito. Algunos proveedores de procesamiento de pagos, incluido Stripe, incorporan una funcionalidad de cuenta de comerciante como parte de su catálogo de servicios para comerciantes. De este modo, ya no es necesario que las empresas abran una cuenta de comerciante en otra entidad por sus propios medios.

  • Integración con sistemas de pago
    Los procesadores de pagos se integran en sistemas empresariales con un sistema POS o una plataforma de e-commerce, de forma que habilitan a la empresa para enviar datos de transacciones al procesador de pagos. El nivel de integración puede variar: desde un simple lector de tarjetas hasta un complejo sistema POS o una plataforma de e-commerce con múltiples funciones incorporadas. Los proveedores de servicios de pago integrales como Stripe proponen un enfoque muy perfeccionado y orientado a la integración multisistema. Proporcionan una serie de componentes de pagos conectados de manera nativa, diseñados para que cooperen entre sí, además de una extensa biblioteca de integraciones listas para usar.

  • Procesamiento de transacciones
    Cuando un cliente paga por un producto o servicio, el procesador de pagos se ocupa de comunicarse con el banco del cliente (o banco emisor) y la red de tarjetas para habilitar la transacción. Envía los detalles de esa transacción, recibe una respuesta de autorización (o rechazo) y, a continuación, se la comunica al sistema de la empresa.

  • Cobro de fondos
    Una vez la transacción ha sido autorizada, el procesador de pagos coordina el envío de fondos desde la cuenta bancaria del cliente a la cuenta bancaria de la empresa. Este proceso se denomina cobro y suele tardar un par de días hábiles.

  • Seguridad y cumplimiento de la normativa
    Los procesadores de pagos se comprometen a respetar los requisitos del Estándar de seguridad de datos de la normativa PCI (PCI DSS) del sector de tarjetas de pago. Aplican diversas medidas de seguridad, como el cifrado y la tokenización, para proteger los datos confidenciales de la persona titular de la tarjeta durante las transacciones. También cuentan con herramientas de detección y prevención del fraude.

  • Elaboración de informes y análisis
    Los procesadores de pagos proporcionan acceso a informes y datos de transacciones, que les servirán a las empresas para fines de contabilidad, seguimiento de ventas y análisis de resultados. Algunos procesadores incluso ofrecen funciones de análisis avanzado, útiles para tomar decisiones basándose en datos contrastados.

  • Gestión de disputas
    Si un cliente disputa un cargo, el procesador de pagos ayuda a la empresa a gestionar el proceso, que a menudo exige proporcionar documentación para demostrar que la transacción sí fue válida. Por ejemplo, Stripe ofrece una protección sólida ante los contracargos.

  • Servicio de soporte cliente
    Normalmente, los procesadores de pagos ofrecen servicios de soporte y asistencia técnica que ayudan a la empresa a resolver incidencias, interpretar las comisiones y gestionar sus cuentas de forma efectiva. Stripe ofrece asistencia y soporte las 24 horas, todos los días, vía correo electrónico, chat y teléfono.

La mayoría de los proveedores de procesamiento de pagos más modernos, incluido Stripe, adoptan un enfoque global del procesamiento y se encargan de todos los pasos que lo componen, de principio a fin. Así la empresa se ahorra una carga de trabajo muy significativa, que debería afrontar si optase por montar su propia infraestructura de procesamiento de pagos. Eso sí, esto implica que elegir el procesador de pagos idóneo es una tarea clave.

Cómo elegir un procesador de pagos

Trabajar con un procesador adecuado no solo es sinónimo de transacciones seguras y fluidas, sino que además contribuye a mejorar y personalizar la experiencia que se ofrece a la clientela. Que el proceso de pago se desarrolle sin sobresaltos favorecerá la satisfacción y la fidelidad de los clientes. Pero si está trufado de errores o las opciones de pago disponibles son limitadas, puede resultar frustrante y repercutir negativamente sobre las ventas y la retención de la clientela.

En este ámbito, conviene prestar atención a ciertas cuestiones clave a la hora de elegir un procesador de pagos:

  • ¿Con qué métodos de pago trabaja el procesador?
    ¿Acepta las principales tarjetas de crédito y débito, todas ellas? ¿Acepta monederos digitales y otras formas de pago que suelan usar tus clientes?

  • ¿Qué comisiones cobra y qué precios ofrece?
    Aquí se incluyen comisiones por transacción, tasas de instalación, comisiones mensuales y cualquier otro cargo oculto. ¿Encajan bien esas comisiones con tu volumen de ventas actual y con las previsiones de crecimiento del negocio?

  • ¿Qué nivel de asistencia al cliente ofrece ese procesador?
    ¿Es fácil contactar con su equipo de soporte y asistencia técnica cuando necesitas ayuda o tienes alguna duda? ¿Qué canales utiliza para prestar esa asistencia (teléfono, correo electrónico, chat en directo)?

  • ¿Ese procesador cumple con los estándares de PCI? ¿Cómo blinda la seguridad de las transacciones?
    ¿Utiliza cifrado, tokenización y otras medidas de seguridad para proteger los datos de los pagos de la clientela?

  • ¿Cómo de fácil resulta integrar su propuesta con los sistemas que ya tiene la empresa?
    ¿Puedes integrarlo sin problemas en tu sistema POS actual, en tu plataforma de e-commerce u otros sistemas empresariales?

  • ¿Cuánto tarda en tramitar los cobros?
    ¿Cuánto tiempo pasa hasta que los fondos se transfieren definitivamente del procesador a tu cuenta bancaria?

  • ¿Ese procesador dispone de una interfaz intuitiva y ofrece funciones completas de elaboración de informes?
    ¿Permite que monitorices sin dificultad transacciones, que obtengas informes y que accedas a los datos de ventas para sacar información práctica?

  • ¿Como trata el procesador los contracargos y las disputas?
    ¿Presta asistencia y asesoramiento durante el proceso de gestión de contracargos?

  • ¿Ese procesador podrá prestar soporte a tu negocio a medida que este se expanda?
    ¿Tiene capacidad para gestionar un volumen más elevado de transacciones si tu empresa crece? ¿Ofrece la posibilidad de admitir varias divisas y gestionar transacciones internacionales si planeas expandir el negocio a escala global?

  • ¿Qué tal son los niveles de reputación y fiabilidad del procesador?
    ¿Qué opinan otras empresas, qué dicen de su experiencia con este procesador? ¿Hay alguna señal alarmante en lo que respecta a tiempo de actividad, fiabilidad o satisfacción de los clientes?

Para enfocar correctamente este proceso, debes identificar con claridad qué respuestas apuntarían a que ese procesador en concreto encajaría bien con tu negocio. Dedica un tiempo a evaluar qué es lo que demanda tu negocio ahora y piensa cómo podrían cambiar esas necesidades según la trayectoria de crecimiento. Y no olvides clasificar por prioridades las diferentes funciones que engloba el procesamiento de pagos. Los proveedores de estos servicios que cumplan todos tus requisitos estarán bien situados para encajar en tu modelo, no hay duda. Pero sería todavía mejor si además destacasen por su flexibilidad para adaptarse.

Si quieres conocer más a fondo todos los servicios que Stripe ofrece en relación con los pagos y cómo ayuda su catálogo de soluciones a las empresas a medida que cambian y crecen, puedes empezar por aquí.

¿Todo listo para empezar?

Crea una cuenta y empieza a aceptar pagos: no tendrás que firmar ningún contrato ni proporcionar datos bancarios. Si lo prefieres, puedes ponerte en contacto con nosotros y diseñaremos un paquete personalizado para tu empresa.