Para seguir en el mercado, las empresas necesitan acceso continuo al efectivo para cubrir facturas, nóminas y gastos inesperados. La cantidad de efectivo que se necesita para mantener una empresa funcionando se denomina capital circulante, y es una cifra importante de cálculo y seguimiento a lo largo del tiempo.
A continuación, encontrarás un análisis más detallado de lo que implican los requisitos de capital circulante (WCR) y cómo gestionarlos con claridad, control y menos sorpresas.
¿De qué trata este artículo?
- ¿Qué es el requisito de capital circulante?
- Cómo reducir tus requisitos de capital circulante
- Consideraciones a tener en cuenta al revisar el requisito de capital circulante
- Cómo afecta el crecimiento a tus necesidades de capital circulante
¿Qué es el requisito de capital circulante?
El requisito de capital circulante (WCR) por tu empresa es el efectivo que necesita para cubrir sus operaciones diarias. Tu empresa podría necesitar capital circulante para:
- Superar las brechas de tiempo entre cuándo pagas los bienes y cuándo te pagan los clientes
- Cubrir nóminas, alquileres, pagos de proveedores y servicios públicos
- Aprovechar oportunidades, como descuentos por volumen, proyectos de entrega rápida o nuevos contratos que requieran gastos por adelantado
Puede que seas rentable sobre el papel, pero si tus cuentas por cobrar llegan semanas después de haber pagado a los proveedores, corres el riesgo de sufrir una crisis de caja. Por esta razón, muchas empresas utilizan herramientas de financiación a corto plazo como Stripe Capital para obtener la financiación flexible que necesitan.
Para calcular el WCR de tu empresa, utiliza la siguiente fórmula:
Requisito de capital circulante (WCR) = (Inventario + Cuentas por Cobrar (AR)) – Cuentas por Pagar (AP)
Este es el significado de cada parte:
- Cuentas por cobrar (AR): se trata de ingresos que has obtenido pero no has cobrado. Considéralo como capital que te pertenece pero que aún está en la cuenta de otra persona.
- Inventario: esto incluye tus materias primas, bienes en producción y productos terminados. El inventario consume capital circulante hasta que se vende y el cliente ha pagado.
- Cuentas por pagar (AP): es dinero que debes a proveedores y vendedores. Cuando se gestiona adecuadamente, las AP actúan como fuente de financiación a corto plazo.
La forma en que interactúan estos componentes (la rapidez con la que entregas el inventario, la rapidez con la que cobras facturas y el tiempo que tardas en pagar a los proveedores) determina cuánto capital necesitas para mantener tu empresa operativa.
Algunos modelos de negocio, como los minoristas de gran tamaño, pueden operar deliberadamente con capital circulante negativo vendiendo bienes y cobrando los pagos de los clientes antes de que necesiten pagar a sus proveedores. Sin embargo, para la mayoría de las empresas, mantenerse en positivo es en lo que se centran. Cualquiera de los dos extremos puede ser un problema: demasiado poco capital circulante puede frenar el crecimiento, mientras que demasiado significa que tienes efectivo inactivo que podría ponerse en marcha en otra área.
Cómo reducir tus requisitos de capital circulante
Las empresas pueden trabajar para reducir estratégicamente su WCR y ejecutar operaciones más ágiles con varias estrategias. A continuación te damos algunos consejos sobre cómo mantener el WCR bajo o garantizar que no aumente.
Sé inteligente con el inventario
Tener demasiadas existencias ata el efectivo que podría aprovecharse mejor. Utiliza las previsiones de demanda y el software de gestión de inventario para tomar decisiones de compra más inteligentes y revisa periódicamente tu punto de pedido.
Los sistemas de inventario just-in-time (JIT) pueden ayudar, pero no son adecuados para todas las empresas. El objetivo es mantener el inventario justo para satisfacer la demanda sin correr el riesgo de quedarse sin existencias por completo. Cuanto más precisos sean tus niveles de inventario, menos efectivo tendrás acumulando polvo en los estantes.
Recibe antes los pagos
Cuanto más tarden los clientes en pagarte, más capital circulante necesitarás para mantener las operaciones en marcha. Para acortar esos ciclos, factura puntualmente, envía recordatorios y endurece tus condiciones de pago. Incentiva los pagos tempranos con pequeños descuentos, si esto tiene sentido para tu empresa.
Algunas empresas hasta asignan miembros del equipo para que vigilen las cuentas clave y se aseguren de que los pagos no se retrasen. Los cobros más rápidos acortan tu ciclo de caja y reducen tu WCR.
Negociar las condiciones con el proveedor
Retrasar los pagos, dentro de lo razonable, te da un respiro. Si puedes pasar de condiciones de 30 días a condiciones de 45 o 60 días, extenderás la cantidad de tiempo que puedes permanecer operativo. Los proveedores suelen estar más abiertos a la negociación de lo que podrías pensar, especialmente si puedes ofrecer compromisos por volumen o prepago parcial.
Las relaciones sólidas con los proveedores también abren la puerta a descuentos por pago anticipado o condiciones más flexibles de «compra ahora, paga después» (BNPL), lo que puede mejorar directamente el flujo de caja.
Utiliza la financiación a corto plazo
Cuando las operaciones por sí solas no pueden cerrar una brecha existente en el flujo de caja, la financiación puede ayudarte. Opciones como una línea de crédito para la empresa, un préstamo de capital circulante o un adelanto de fondos para comerciantes pueden darte acceso al efectivo necesario sin enterrarte en deudas a largo plazo.
Stripe Capital, por ejemplo, ofrece una financiación rápida y flexible basada en tu volumen e historial de pagos. Pagas automáticamente a medida que ganas, por lo que se ajusta a tu ciclo de ventas. Esta herramienta es especialmente útil durante caídas estacionales, retrasos inesperados o cuando estás escalando rápidamente y necesitas cubrir costes antes de que los ingresos lleguen.
Consideraciones a tener en cuenta al revisar el requisito de capital circulante
Tu WCR (requisito de capital circulante) es un reflejo de lo bien que tu empresa mueve el dinero. Para tener una visión clara de esta métrica, debes analizar todas las fuerzas en movimiento. Aquí te explicamos en qué debes centrarte.
Liquidez y ratio de liquidez actual
Tu ratio de liquidez (es decir, activo líquido dividido por pasivo líquido) es una forma rápida de medir si tienes suficientes activos líquidos para cubrir las obligaciones a corto plazo. A continuación, te explicamos cómo interpretar tu ratio:
- Por debajo de 1,0: esta cifra indica problemas. Significa que no tienes suficientes activos líquidos para hacer frente a las próximas facturas.
- Entre 1,5 y 2,0: esta cifra suele considerarse un rango saludable. Significa que tienes suficiente colchón sin dinero inactivo.
Asegúrate también de supervisar tu ratio de liquidez rápida, también llamado ratio de prueba de acidez, que no tiene en cuenta el inventario para centrarse en tus activos más líquidos. Si cualquiera de los ratios empieza a caer, céntrate en cómo cobrar más rápido o recortar los pasivos a corto plazo.
Cuentas por cobrar
Los clientes de pago lento recaudan los WCR rápidamente. Analiza la cantidad media de días que te lleva recibir los pagos, conocidos como días de ventas pendientes (DSO, por sus siglas en inglés) y toma medidas si este número comienza a aumentar. El objetivo no es solo recibir los pagos, sino recibirlos antes.
Inventario
En las empresas que venden productos físicos, el inventario suele absorber mucho efectivo. Revisa cuánto tiempo te lleva convertir las existencias en ventas. ¿Estás haciendo pedidos excesivos? ¿Los artículos se quedan sin vender? ¿Tienes existencias muertas ocupando espacio? Debes intentar lo siguiente:
- Mueve el inventario más rápido
- Acelerar los pagos de los clientes
- Estira los pagos a proveedores cuando sea razonable
Las estrategias de inventario ajustadas, como los pedidos just-in-time (JIT) o la reposición en función de la demanda, pueden reducir tu necesidad de capital circulante sin afectar a la gestión logística. En las empresas con productos perecederos, sistemas como el First In, First Out (primero en salir, primero en entrar, FIFO) ayudan a prevenir el deterioro y el desperdicio.
Cuentas por pagar
Pagar tus facturas demasiado pronto agota el efectivo, mientras que pagar demasiado tarde puede tensar las relaciones con los proveedores. Consigue un equilibrio con tus días por pagar pendientes (DPO), es decir, la cantidad media de días que tarda tu empresa en pagar sus facturas. Para optimizar esta cifra:
- Negocia plazos más largos, cuando sea posible
- Paga a tiempo, no temprano
- Aprovecha los descuentos por pago anticipado solo cuando realmente beneficien tus resultados
Pequeños cambios en el plazo de pago (p. ej., el día 45 frente al día 30) pueden marcar una diferencia significativa en el flujo de caja y el WCR.
Deuda a corto plazo y opciones de financiación
Si dependes de líneas de crédito de empresas o préstamos a corto plazo, evalúa la presión que esos pagos están ejerciendo sobre tu liquidez. Asegúrate de que te preguntas:
- ¿Se puede refinanciar o consolidar cualquier deuda?
- ¿Hay opciones de menor coste que no haya considerado?
- ¿Podrían utilizarse las cuentas por cobrar o el inventario como garantía para una financiación más inteligente?
Por ejemplo, el factoraje de las facturas puede convertir rápidamente las facturas impagadas en efectivo, pero acarrea una comisión, por lo que debe sopesarse cuidadosamente. Disponer de múltiples opciones de financiación a corto plazo significa que no te verás obligado a pedir préstamos de emergencia cuando el efectivo sea escaso.
Ciclos estacionales y del sector
Tu WCR puede cambiar drásticamente dependiendo de la época del año o de la naturaleza de tu sector. Los minoristas a menudo cargan inventario antes de las vacaciones, los fabricantes tienen altos costes iniciales por las materias primas y para las empresas que trabajan por proyecto pueden ver pasar meses desde que emiten las facturas hasta que reciben los pagos.
Compara tu WCR con el ritmo de tu empresa. Aumenta tus reservas durante los períodos de mayor liquidez para que estés cubierto durante los períodos de menor liquidez.
Cómo afecta el crecimiento a las necesidades de tu capital circulante
El crecimiento es emocionante, pero no se financia solo. A medida que tu empresa se expande, tu WCR tiende a subir también. Más ventas a menudo significan:
- Más inventario para almacenar antes de la demanda
- Más clientes con facturas pendientes
Y lo más importante es que, por lo general, todo debe pagarse antes de ver los ingresos correspondientes.
Por ejemplo:
- Una marca de comercio minorista en expansión para la temporada navideña debe invertir en inventario meses antes de que lleguen los ingresos.
- Una empresa B2B de software como servicio (SaaS) que consigue clientes más grandes puede extender condiciones de pago más largas, lo que retrasa la entrada de efectivo.
- Una empresa manufacturera que se expande a nuevos mercados necesita comprar materias primas antes de que lleguen los pedidos de los clientes.
Cuanto más rápido crezcas, más presión habrá sobre tu liquidez. Ni siquiera unos márgenes de beneficio sólidos resueltos a tu favor te protegerán si no tienes efectivo para cubrir tus costes.
Para mantenerse al día, muchas empresas obtienen financiación por capas, como préstamos de capital circulante, líneas de crédito o financiación factura, desde el principio para cubrir posibles brechas hasta que las ventas se pongan al día. El endurecimiento de la mecánica de tu capital circulante, con una facturación más rápida, inventario más inteligente y mejores condiciones con los proveedores, también ayuda a mantener ese crecimiento sostenible.
Si lo administras bien, un WCR saludable le da a tu empresa el tiempo que necesita para escalar. Pero si lo ignoras, incluso el crecimiento en aumento puede llevarte a una crisis de liquidez.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, la adecuación o la vigencia de la información incluida en el artículo. Busca un abogado o un asesor fiscal profesional y con licencia para ejercer en tu jurisdicción si necesitas asesoramiento para tu situación particular.