Toda empresa que acepta pagos asume riesgos. En el Reino Unido, en el primer semestre de 2024 se robaron más de 570 millones de libras esterlinas debido al fraude en los pagos. El fraude, los contracargos y los errores normativos perjudican los ingresos de la empresa. Esto puede convencer a los encargados del tratamiento de los pagos, a los bancos y a las entidades financieras para que consideren que una empresa es de alto riesgo y, en algunos casos, para que impongan multas o no puedan procesar pagos. Algunos riesgos se hacen evidentes enseguida, como un aumento de los contracargos o las transacciones fraudulentas, o un modelo de negocio que opera en zonas grises legales. Otros son más sutiles, y los patrones solo emergen cuando el daño ya está hecho.
Gestionar el riesgo del comerciante significa entender qué riesgos merece la pena asumir y cuáles pueden hundir una empresa. A continuación, explicaremos cómo evaluar el riesgo antes de que se convierta en un problema y cómo pueden protegerse las empresas de los principales tipos de riesgo comercial.
¿De qué trata este artículo?
- ¿Qué es el riesgo del comerciante y por qué es importante?
- ¿Cómo se evalúa el riesgo del comerciante?
- ¿Cómo pueden las empresas gestionar el riesgo de los comerciantes?
- ¿Cómo ayuda Stripe Radar a mitigar el riesgo del comerciante?
¿Qué es el riesgo del comerciante y por qué es importante?
El riesgo del comerciante abarca todas las formas en las que una empresa puede representar una responsabilidad financiera o legal para un procesador de pagos. Cuando existe la posibilidad de que las transacciones de una empresa causen fraude, contracargos, problemas de cumplimiento o problemas de reputación, hablamos de riesgo para el comerciante.
Estos son algunos de los diferentes tipos de riesgo para el comerciante:
Riesgo de fraude: Algunas actividades atraen más fraude que otras. Por ejemplo, una empresa que vende productos digitales podría tener más compras fraudulentas que una cafetería local. Si las transacciones de una empresa parecen arriesgadas, el procesador de pagos debe decidir si quiere hacer negocios con esa empresa.
Riesgo de contracargos: Cuando los clientes disputan cargos, los bancos emiten contracargos, que cuestan dinero a las empresas. Una situación de demasiados contracargos puede poner a una empresa en una categoría de alto riesgo o incluso hacer que se cierre su cuenta. Los procesadores de pagos vigilan de cerca a las empresas con altas tasas de disputa para evitar pérdidas financieras.
Riesgo regulatorio: Los pagos están altamente regulados y las empresas deben cumplir las normas relativas a la seguridad de los datos, la prevención del fraude y la lucha contra el blanqueo de capitales. Si una empresa no cumple las normas, el procesador de pagos podría ser responsable de multas u otras sanciones.
Riesgo reputacional: Algunas empresas operan en industrias que presentan riesgos inherentes, como los juegos de azar y el entretenimiento para adultos. Un proveedor de pagos tiene que decidir si trabajar con una empresa de este tipo podría tener que someterse a inspecciones adicionales o incluso ver dañada su reputación.
¿Cómo se evalúa el riesgo del comerciante?
El riesgo del comerciante se evalúa determinando si una empresa es una apuesta segura para procesar pagos o si se trata de una posible responsabilidad. Los procesadores de pagos, los bancos y las entidades financieras analizan cuidadosamente si los ingresos de una empresa son sostenibles y cumplen con la normativa, o si es probable que den lugar a fraude, contracargos o problemas regulatorios. A continuación vemos cómo calculan el riesgo del comerciante.
Riesgo en la industria
Algunos negocios presentan más riesgos inherentes que otros. Todo aquello que tenga tasas de contracargos elevadas, fraude frecuente o escrutinio normativo tiene más probabilidades de aparecer como de riesgo. Por ejemplo, los servicios de suscripción, el contenido para adultos, los viajes y los productos de CBD suelen tener más disputas y desafíos de cumplimiento normativo que las categorías de bajo riesgo, como los alimentos y las bebidas.
Patrones de contracargos y fraude
El exceso de contracargos es una señal de advertencia. El umbral de preocupación suele ser de alrededor del 1 % de las transacciones (p. ej., el programa de supervisión de Mastercard multa a las empresas con tasas de contracargo del 1,5 % o más), pero incluso acercarse a ese umbral puede ser un problema. Las altas tasas de fraude por tarjetas robadas, fraude amistoso o lavado de transacciones también son motivo de preocupación. Una empresa con un historial de problemas con contracargos o exposición al fraude podría necesitar un plan de mitigación (como medidas de prevención de fraude y mejor comunicación con el cliente), o podría considerarse demasiado arriesgada para incorporarla.
Estabilidad del modelo de negocio y de los ingresos
Las empresas con grandes pagos por adelantado pero con demoras en la gestión del pedido, como las agencias de viajes, la fabricación a medida o los pedidos anticipados, presentan un riesgo mayor. Si algo sale mal, es posible que los clientes no reciban los servicios o productos por los que pagaron. Los procesadores examinan si el modelo de ingresos crea pasivos futuros que podrían dar lugar a solicitudes de reembolsos masivos o contracargos.
Cumplimiento normativo y riesgo
El sector de los pagos está fuertemente regulados, y los procesadores tienen que asegurarse de que las empresas cumplan la normativa a rajatabla. Eso significa verificar el cumplimiento del Estándar de seguridad de datos de la industria de tarjetas de pago (PCI DSS), el cumplimiento de las reglas de conocimiento del cliente (KYC) y contra el blanqueo de capitales (AML), y cualquier regulación específica de la industria (por ejemplo, empresas de cannabis que operan legalmente dentro de las leyes estatales). Si una empresa opera en una zona gris legal, el procesador tiene que decidir si vale la pena el riesgo.
Salud e historial financieros
Los procesadores quieren saber si una empresa tiene la estabilidad financiera suficiente para gestionar reembolsos, disputas y costes operativos. Un historial de quiebras, picos repentinos en los reembolsos o una presencia negativa en los medios de comunicación pueden ser indicios de inestabilidad. Los estados financieros, el historial crediticio y el historial operativo ayudan a demostrar si la empresa puede soportar recesiones económicas o pérdidas inesperadas.
Señales de advertencia de conducta empresarial
Si una empresa tiene un historial de marketing o modelos de suscripción engañosos, o bien está inmersa en disputas legales, eso es una señal de advertencia para los procesadores. Algunas empresas tratan de parecer más atractivas realizando transacciones para ventas ilegales a través de cuentas de bajo riesgo (es decir, lavado de transacciones), lo que puede poner en serios problemas tanto a las empresas como a los proveedores de pagos. Los procesadores analizan las quejas de los clientes, las reseñas y la reputación de la industria para evaluar si una empresa funciona de manera justa.
¿Cómo pueden las empresas gestionar el riesgo del comerciante?
Para las empresas, la gestión del riesgo del comerciante incluye mantener las medidas de prevención del fraude, tener los contracargos bajo control, cumplir con la normativa y asumir solo las responsabilidades que pueden asumir. Las herramientas adecuadas ayudan a las empresas a encontrar el equilibrio entre evitar transacciones incobrables y no causar fricciones indebidas a los clientes reales. Así es como las empresas pueden gestionar el riesgo sin afectar negativamente a la experiencia del cliente ni ralentizar las operaciones.
Prevención de fraude
El fraude es una de las razones que hacen que las empresas pierdan dinero y credibilidad ante los proveedores de pagos. Las mejores herramientas de prevención de fraude analizan patrones en amplias redes de transacciones para identificar actividades sospechosas en tiempo real. STRIDE Radar, por ejemplo, asigna puntuaciones de riesgo a las transacciones, bloquea compras de alto riesgo y aplica autenticación adicional (p. ej., 3D Secure) cuando es necesario.
Supervisión de contracargos
Las herramientas de control de contracargos hacen un seguimiento de las disputas en tiempo real, señalan patrones antes de que se conviertan en un problema y ayudan a las empresas a proporcionar pruebas eficaces. Algunas herramientas permiten a las empresas emitir reembolsos de forma preventiva cuando ven una transacción que puede dar lugar a un contracargo, lo que reduce el riesgo de que se les cobren comisiones por contracargo.
Verificación y cumplimiento de la normativa del cliente
Las normativas KYC y AML previenen el fraude y los delitos financieros. El software de compliance automatiza la verificación de los clientes, marca las transacciones sospechosas y genera los informes necesarios para las autoridades. Esto es especialmente útil para los sectores que están bajo estricta supervisión, como las fintech, los juegos de azar y todo lo que implique transacciones de alto valor.
Evaluación proactiva de riesgos
Los proveedores y las plataformas de pago utilizan las puntuaciones de riesgo para evaluar la estabilidad financiera, el historial de contracargos y el nivel de riesgo general de una empresa antes de aprobarla. Esto ayuda a las plataformas a tomar mejores decisiones sobre con quién trabajar, y a los procesadores de pagos evitar cuentas de alto riesgo que podrían convertirse en pasivos.
Seguridad personalizable y adaptable
Las herramientas antifraude personalizables permiten a las empresas bloquear transacciones procedentes de determinadas ubicaciones, señalar las compras de alto valor para su revisión o solicitar una autenticación adicional cuando una transacción parece sospechosa. Los mejores sistemas combinan reglas inteligentes con machine learning y se adaptan automáticamente a las nuevas tácticas de fraude.
Gestión de transferencias
Las herramientas de gestión de transferencias ayudan a reducir el riesgo financiero para las empresas que tienen que hacer frente a grandes transacciones, retrasos en la cadena logística o altas tasas de reembolso. Algunas soluciones retienen una parte de los fondos en reserva para cubrir posibles contracargos o retrasos. Otros ajustan los calendarios de transferencias en función del nivel de riesgo para evitar que las empresas retiren dinero antes de que garantizar la legitimidad de las transacciones.
¿Cómo ayuda Stripe Radar a mitigar el riesgo para los comerciantes?
Stripe Radar ayuda a las empresas a reducir el riesgo combinando inteligencia artificial, datos de toda la red y prevención de fraude personalizable. Estas funciones ayudan a detener las transacciones fraudulentas antes de que causen contracargos, pérdidas de ingresos o problemas de cumplimiento de la normativa. Así es como funciona:
IA: Radar analiza los patrones de millones de empresas de todo el mundo para identificar tendencias de fraude en tiempo real. Si se usa una tarjeta robada en un sitio web, Radar aprende de ello y puede bloquearla en otro lugar antes de que cause más daño.
Detección adaptativa del fraude: Radar evalúa cada transacción utilizando miles de señales, entre las que se incluyen la huella digital del dispositivo, la geolocalización de IP, los patrones de comportamiento y el historial de contracargos anteriores. Además, se adapta continuamente a las nuevas tácticas antifraude.
Reglas personalizables: Radar permite a las empresas ajustar la protección contra el fraude creando sus propias reglas, como bloquear transacciones de determinados países, exigir verificación adicional para artículos de alto precio o señalar patrones de comportamiento específicos (p. ej., una avalancha repentina de pequeñas transacciones desde la misma IP).
Calificación de riesgo: Radar asigna a cada transacción una puntuación de riesgo y explica el motivo de la transacción. Esto permite a las empresas tomar decisiones rápidas e informadas sobre qué transacciones aprobar, revisar o bloquear.
Autenticación 3D Secure dinámica: Radar activa la autenticación 3D Secure dinámica para mayor seguridad solo cuando detecta una transacción de alto riesgo, en lugar de someter a todos los clientes a pasos adicionales potencialmente innecesarios.
Protección contra disputas y contracargos: Radar mitiga el coste de los contracargos y reduce las disputas fraudulentas al bloquear de antemano las transacciones de alto riesgo. También se integra con las herramientas de prueba de disputas de Stripe para ayudar a las empresas a responder a las disputas.
Soluciones escalables: Radar trabaja con empresas de todos los tamaños. Las empresas más grandes que cuentan con equipos dedicados a la prevención del fraude pueden usar Radar for Fraud Teams, que incluye controles más detallados, informes detallados y automatización avanzada.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, la adecuación o la vigencia de la información incluida en el artículo. Busca un abogado o un asesor fiscal profesional y con licencia para ejercer en tu jurisdicción si necesitas asesoramiento para tu situación particular.