Dado que se ofrece una gama cada vez más amplia de opciones de pago a los clientes franceses, se han desarrollado actividades fraudulentas cada vez más sofisticadas. El fraude con tarjetas bancarias está muy extendido en Francia y afecta tanto a clientes como a empresas. Esto es lo que debes saber sobre el fraude con tarjetas bancarias y cómo proteger tu empresa.

¿De qué trata este artículo?

• ¿Qué es el fraude con tarjetas bancarias?
  
• Un problema generalizado en Francia
  
• Diferentes tipos de fraude con tarjetas bancarias
  
• El impacto del fraude con tarjetas bancarias en las empresas
  
• El impacto del fraude con tarjetas bancarias en los particulares
  

¿Qué es el fraude con tarjetas bancarias?

El fraude bancario se presenta de varias formas, incluido el fraude con tarjetas, que se da específicamente en las tarjetas de crédito y débito. Este tipo de fraude ocurre cuando se utiliza una tarjeta bancaria para realizar compras o retirar dinero sin el permiso del titular de la tarjeta.

Esta práctica está cada vez más extendida en el mundo digital actual, ya que los pagos por Internet y los monederos digitales ofrecen a los delincuentes más canales de acceso.

Un problema generalizado en Francia

Mucha gente en Francia conoce muy bien el fraude en los pagos. En el primer trimestre de 2024, el país experimentó 584,6 millones de euros en fraude de pagos. De esa cantidad, el 92 % se debió al fraude con tarjeta. Francia es también el país europeo más afectado por este tipo de delitos: el 42 % de todos los casos europeos de fraude con tarjetas bancarias tienen lugar en Francia.

Las autoridades francesas están tomando medidas para abordar el problema. Por ejemplo, el Banco de Francia celebra una Semana de la Educación Financiera (Semaine de l'éducation financière) cada mes de marzo. El evento cuenta con talleres, charlas y materiales informativos para crear conciencia sobre los problemas de seguridad financiera.

Diferentes tipos de fraude con tarjetas bancarias

Dado que los monederos digitales y los pagos por Internet son cada vez más comunes, ya no se necesita una tarjeta física para realizar pagos con tarjeta. Como resultado, se han desarrollado varios tipos de fraude con tarjeta:

Robo de tarjeta

El método más frecuente consiste en robar una tarjeta y usarla para hacer compras en persona en las tiendas. Para completar una compra, es necesario introducir el número de identificación personal (PIN) de la tarjeta, pero normalmente no es necesario en el caso de los pagos inferiores a 50 €.

Los estafadores también pueden utilizar tarjetas robadas para hacer compras en línea o por teléfono. Esto se conoce como fraude con tarjeta no presente, un fraude complejo que afecta tanto a particulares como a empresas.

Usurpación de cuenta

El robo de identidad puede permitir que los estafadores accedan a cuentas bancarias en línea. En ese caso, no se necesita una tarjeta física: la información robada se utiliza para apoderarse de la cuenta y robar dinero o hacer compras.

Los estafadores pueden robar información de tarjetas a través de varios medios, por ejemplo:

• Interceptando datos directamente en una tienda o restaurante.
  
• Obteniendo datos a través de correos electrónicos o mensajes de texto, una técnica conocida como «phishing».
  
• Obteniendo datos mediante el espionaje de llamadas telefónicas realizadas en público.
  
• Hackeando una red Wi-Fi pública mientras se utiliza una tarjeta.
  
• Recuperando información de documentos que no fueron destruidos correctamente.
  
• Abusando de la confianza de las personas vulnerables.
  

La web oscura también alberga mercados donde los estafadores pueden comprar datos de tarjetas robadas. Los vendedores suelen proporcionar los datos completos de la tarjeta, incluido el número de tarjeta, la fecha de caducidad, el valor de verificación de la tarjeta (CVV) y los datos personales del titular de la tarjeta.

El impacto del fraude con tarjetas bancarias en las empresas

Para las empresas, el fraude con tarjetas bancarias suele suponer pérdidas económicas. Esto es especialmente cierto en el caso de la anulación de pagos, un proceso diseñado para proteger a los clientes. Cuando se disputa una transacción, el emisor de la tarjeta, o una entidad financiera distinta, puede retirar el importe de la cuenta de la empresa, lo que posiblemente añada comisiones adicionales en el proceso.

Si una empresa no verifica correctamente la identidad del comprador o no almacena los datos del titular de la tarjeta de manera segura, podría ser considerada responsable del fraude, lo que tiene consecuencias financieras. En el comercio electrónico, el fraude también puede dañar la confianza del cliente, lo que hace que los clientes duden más a la hora de comprar en línea.

¿Cómo pueden las empresas protegerse del fraude con tarjetas bancarias?

Los bancos instan a las empresas a estar atentas ante el fraude con tarjetas. Deben prestar atención a las señales de alerta de los clientes. Por ejemplo, las empresas deben prestar atención a los clientes que parecen tener prisa o tratar de distraer al vendedor durante el pago.

Como parte de unas prácticas comerciales recomendadas, también es útil monitorear los pedidos en línea inusuales. Los indicadores de fraude con tarjeta de crédito pueden incluir:

• Pedidos procedentes de países de alto riesgo o desconocidos.
  
• Cantidades inusualmente altas.
  
• Una serie de pequeños pedidos.
  
• Un cambio de dirección de envío después de que se haya realizado el pedido.
  

Para proteger sus intereses comerciales, las empresas deben priorizar la seguridad del cliente. Se debe recomendar a los clientes que creen contraseñas seguras y decirles que lo ideal sería que utilizasen la autenticación multifactor. Este método es eficaz porque los estafadores no suelen tener acceso ni a los datos de la tarjeta ni al dispositivo móvil de la persona.

Afortunadamente, la inteligencia artificial y el machine learning proporcionan potentes herramientas para detectar y prevenir el fraude. Estas tecnologías ayudan a mejorar la seguridad de las transacciones.

Protege tu sitio web

La seguridad de su sitio web es clave en la lucha contra el fraude. Radar de Stripe analiza los datos de Stripe en tiempo real, detecta señales de advertencia sutiles y actualiza sus algoritmos para prevenir incluso los intentos de fraude más sofisticados. Las empresas reciben alertas específicas que les ayudan a desviar los intentos de fraude y a proteger a sus clientes.

El impacto del fraude con tarjetas bancarias en los particulares

El fraude con tarjetas afecta principalmente a las personas físicas. El titular de la tarjeta puede sufrir pérdidas financieras directas equivalentes al importe de las transacciones fraudulentas, más las comisiones asociadas. Si bien los bancos suelen reembolsar el dinero robado, las víctimas no dejan de enfrentar cargas financieras y administrativas significativas.

¿Cómo se puede denunciar este tipo de fraude?

Cualquier titular de tarjeta puede ser víctima de un fraude con tarjetas bancarias. Cuando se detecta este tipo de fraude, es importante actuar de inmediato llamando al número de emergencia interbancario francés al +33 892 705 705. Los titulares de las tarjetas también pueden contactar directamente con el banco que gestiona la cuenta afectada. Asimismo, los residentes en Francia con acceso a France Connect pueden utilizar un servicio llamado «Perceval» para bloquear su tarjeta en caso de fraude con tarjeta bancaria.

¿Cómo pueden las personas protegerse del fraude con tarjetas bancarias?

Si bien no existe una protección infalible contra el fraude con tarjetas, hay algunas medidas que pueden ayudar a mitigar los riesgos. Los titulares de tarjetas deben memorizar sus PIN y nunca escribirlos, ya sea en línea o en cualquier otro lugar. Por supuesto, las tarjetas deben guardarse en un lugar seguro.

A medida que se expanden los pagos por Internet, también es importante prestar atención a los intentos de phishing. Estos suelen adoptar la forma de correos electrónicos o mensajes de texto que parecen provenir de un banco, pero que en realidad han sido enviados por estafadores. Estos intentos de phishing cada vez más sofisticados suelen incitar a los clientes a hacer clic en un enlace, lo que permite a los delincuentes acceder a la información personal de los clientes sin que se den cuenta.

Los clientes deben controlar sus extractos bancarios con regularidad para detectar de inmediato cualquier actividad sospechosa. Reconocer las señales de alerta y actuar sin demora cuando se produce un fraude permite a los titulares de tarjetas tener la máxima seguridad posible.