Explicación sobre los procesadores de pagos externos: cómo funcionan y cómo elegir uno

  1. Introducción
  2. ¿Qué es un procesador de pagos externo?
  3. ¿Cómo funciona el procesamiento de pagos externalizado?
  4. Ventajas e inconvenientes de trabajar con un procesador de pagos externo
    1. Ventajas
    2. Inconvenientes
  5. Elección de un procesador de pagos externo
    1. Definir las necesidades de la empresa
    2. Valorar la estructura de comisiones
    3. Comprobar los métodos de pago aceptados
    4. Verificar la reputación y la fiabilidad del procesador
    5. Evaluar la seguridad
    6. Tener en cuenta la escalabilidad

Un informe de 2022 concluyó que las transacciones en línea suponen un 20 % del total de ventas en el comercio minorista de todo el mundo, y se espera que alcancen el 24 % para 2026. Los procesadores de pagos externos son ahora más importantes que nunca para facilitar sistemas de pagos rápidos y seguros a muchos tipos de negocios, desde startups incipientes a comerciantes minoristas en línea consolidados.

Para la mayoría de los negocios que gestionan transacciones con clientes, es importante entender estas plataformas. Un procesador de pagos adecuado puede ayudar a tu empresa a mejorar la experiencia del cliente, optimizar las operaciones y acceder a nuevos mercados de forma más eficaz. Aquí encontrarás lo que necesitas saber sobre los procesadores de pagos externos y orientación para elegir el más adecuado para tu empresa.

¿De qué trata este artículo?

  • ¿Qué es un procesador de pagos externo?
  • ¿Cómo funciona el procesamiento de pagos externalizado?
  • Ventajas e inconvenientes de trabajar con un procesador de pagos externo
  • Elección de un procesador de pagos externo

¿Qué es un procesador de pagos externo?

Un procesador de pagos externo es una entidad que ofrece un servicio con el que las empresas pueden aceptar pagos por Internet. Los procesadores de pagos posibilitan las transacciones entre los clientes y las empresas encargándose de la transferencia de fondos desde la cuenta bancaria o de crédito del cliente a la cuenta bancaria de la empresa.

¿Cómo funciona el procesamiento de pagos externalizado?

Los procesadores de pagos externos permiten a las empresas aceptar distintos métodos de pago en línea sin necesidad de configurar y mantener su propia cuenta de comerciante en un banco. Se trata de una importante ventaja, en particular para las empresas pequeñas o de nueva creación, ya que la colaboración con un procesador de pagos puede suponer una vía más rápida y accesible para comenzar a aceptar pagos por Internet.

Una cuenta de comerciante tradicional es un tipo de cuenta bancaria que permite a las empresas aceptar pagos mediante distintos métodos, los más habituales de los cuales serían las tarjetas de débito y crédito y los monederos digitales. Con este modelo, cada empresa tiene una cuenta de comerciante exclusiva. Estas cuentas presentan requisitos de evaluación de riesgos y diferentes comisiones, como tasas de instalación, comisiones mensuales y comisiones por transacciones. Por lo general, las cuentas de comerciante requieren también un proceso de configuración más prolongado que los procesadores de pagos externos.

Los procesadores de pagos externos, como Stripe, agrupan las transacciones de todos sus clientes en una sola cuenta de comerciante para ofrecer a las empresas acceso completo a las funciones de una cuenta de este tipo sin necesidad de pasar por el farragoso proceso de abrir una cuenta propia.

A continuación, vamos a resumir las diferencias claves entre un procesador de pagos externo y una cuenta de comerciante.

  • Velocidad y simplicidad
    Para las empresas, configurar el servicio de un procesador de pagos externo suele ser más rápido y sencillo que abrir una cuenta de comerciante. El proceso de configuración de las cuentas de comerciante tradicionales puede ser largo y a menudo requiere una comprobación de crédito detallada y una revisión de la estabilidad financiera del negocio.

  • Estructura de costes
    Normalmente, los procesadores externos cobran una comisión fija por transacción, mientras que las cuentas de comerciante a menudo cobran una combinación de tasas de instalación, comisiones mensuales y comisiones variables por cada transacción. En el caso de empresas pequeñas o con volúmenes de ventas más bajos, la estructura de costes de un procesador externo puede resultar más ventajosa que la de una cuenta de comerciante.

  • Gestión de riesgos
    Dado que los procesadores externos agrupan transacciones de muchas empresas, suelen contar con sistemas de detección del fraude más estrictos, por lo que es más probable que bloqueen cuentas o retengan fondos al detectar actividades sospechosas.

  • Soporte para clientes
    Las cuentas de comerciante suelen ofrecer un soporte para clientes más personalizado, mientras que los procesadores externos, debido al gran número de empresas con las que trabajan, a menudo ofrecen un soporte en línea estándar que es menos personalizado.

  • Flexibilidad de pago
    Los procesadores externos a menudo ofrecen una gama más amplia de métodos de pago y divisas, lo que puede ser beneficioso para las empresas que realizan operaciones internacionales o desean ofrecer a sus clientes más opciones de pago. Por ejemplo, Stripe admite más de 135 divisas, lo que permite a las empresas operar en un amplio abanico de mercados globales y recibir transferencias en su divisa de preferencia.

Aunque los procesadores de pagos externos ofrecen a las empresas una forma fácil y rápida de comenzar a aceptar pagos por Internet, también presentan riesgos. La elección entre un procesador externo y una cuenta de comerciante tradicional dependerá de las necesidades y circunstancias específicas de la empresa.

Ventajas e inconvenientes de trabajar con un procesador de pagos externo

Trabajar con un procesador de pagos externo puede aportar muchas ventajas a las empresas, en especial a las pequeñas empresas o startups. No obstante, los procesadores de pagos también pueden presentar dificultades. Las siguientes son las ventajas y los inconvenientes de trabajar con un procesador de pagos externo:

Ventajas

  • Facilidad de configuración
    Los servicios de los procesadores de pagos externos suelen ser más fáciles y rápidos de configurar que las cuentas de comerciante tradicionales. Stripe, por ejemplo, permite a las empresas comenzar a aceptar pagos rápidamente mediante una biblioteca de API sencillas para desarrolladores con soluciones prediseñadas o que requieren poca programación.

  • Costes iniciales más bajos
    Por lo general, los procesadores de pagos externos no aplican tasas de instalación ni comisiones mensuales, por lo que resultan una opción más asequible para las empresas pequeñas o con un volumen de ventas más bajo. Puede consultar el resumen de la estructura de precios simple y transparente de Stripe.

  • Transacciones globales
    A menudo, ofrecen una amplia gama de divisas y métodos de pago, lo que facilita a las empresas la venta a clientes de todo el mundo.

  • Proceso de pago simplificado
    Se encargan de todos los aspectos del proceso de pago, incluidas la seguridad del pago, la detección de fraude y el cumplimiento de la normativa del sector de pagos.

Inconvenientes

  • Comisiones por transacción más altas
    Los procesadores de pagos externos a menudo cobran comisiones más altas por las transacciones que las cuentas de comerciante tradicionales. No obstante, no siempre es así; depende del proveedor con el que se trabaje.

  • Mayor riesgo de retenciones y bloqueos
    Dado que los procesadores tratan con un gran número de empresas, a veces, bloquean cuentas o retienen fondos automáticamente tras detectar una actividad sospechosa.

  • Menor control
    Con un procesador externo, la empresa tiene menos control sobre el proceso de transacción y debe confiar en los sistemas y reglas del procesador.

  • Menor soporte para clientes
    Debido al gran volumen de negocios a los que atienden, puede que los procesadores externos no proporcionen un servicio de atención al cliente del mismo nivel que las cuentas de comerciante exclusivas. Esto no siempre es así, pero es importante tenerlo en mente mientras se evalúan las opciones.

Evidentemente, no todos los procesadores de pagos externos presentan las mismas ventajas e inconvenientes. Estos aspectos varían en función de la calidad de los servicios del proveedor y de lo bien que estos se ajustan a las necesidades concretas de un negocio.

Elección de un procesador de pagos externo

La elección del procesador de pagos externo adecuado puede suponer una decisión importante para tu negocio. Un procesador adecuado puede simplificar las operaciones de pago, hacer las transacciones más fluidas para tus clientes e incluso ampliar los posibles mercados. Sin embargo, una mala elección puede conllevar comisiones innecesariamente altas, interrupciones en el servicio o problemas en las transacciones con clientes. Dado el gran número de opciones disponibles, es importante definir las necesidades y las circunstancias específicas de tu negocio antes de tomar una decisión. Los siguientes son algunos factores importantes que debes tener en cuenta:

Definir las necesidades de la empresa

Cada empresa es única. Ten en cuenta factores como el volumen de ventas, el tamaño medio de las transacciones, el tipo de productos o servicios que vendes y los métodos de pago preferidos por tus clientes. Por ejemplo, si administras una tienda en línea con clientes internacionales, necesitarás un procesador que admita varias divisas y métodos de pago. Un pequeño negocio con unos pocos establecimientos de venta al por menor en un mercado limitado posiblemente no necesite el mismo tipo de servicios.

Valorar la estructura de comisiones

Cada procesador de pagos tiene una estructura de comisiones diferente. Algunos cobran una comisión fija por cada transacción y otros cobran un porcentaje del valor de la transacción. Comprueba si existen comisiones ocultas, como comisiones por contracargos, comisiones mensuales o comisiones por rescisión. Analiza estos costes y el impacto que tendrían en tus resultados.

Comprobar los métodos de pago aceptados

Es posible que tus clientes prefieran métodos de pago diferentes, como tarjetas de crédito, tarjetas de débito, monederos digitales o transferencias bancarias. Elegir un procesador de pagos que admita una amplia gama de métodos de pago ayuda a mejorar la experiencia del cliente y aumentar las ventas.

Verificar la reputación y la fiabilidad del procesador

Busca reseñas o testimonios de otras empresas. Investiga sobre la fiabilidad de los servicios del procesador y sobre la frecuencia con que experimenta periodos de inactividad. Ten en cuenta también la reputación del servicio de atención al cliente del procesador. Si eliges trabajar con un procesador y se presenta un problema, agradecerás contar con un soporte para clientes rápido y útil, e idealmente a través de varios canales (correo electrónico, chat, teléfono, etc.).

Evaluar la seguridad

Asegúrate de que el procesador de pagos cumpla todos los estándares de seguridad relevantes, como el estándar PCI DSS (estándar de seguridad de datos del sector de pagos con tarjeta). Debería utilizar el cifrado y otras medidas de seguridad para proteger la información de pago de los clientes.

Tener en cuenta la escalabilidad

A medida que tu negocio crezca, puede que cambien tus necesidades de procesamiento de pagos. Escoge un procesador que pueda escalar con tu negocio y gestionar un mayor volumen de transacciones en función de las circunstancias.

La elección de un procesador de pagos externo es una decisión importante. Si te concedes tiempo para investigar sobre las opciones y efectuar una elección con fundamento, podrás colaborar con un procesador de pagos que contribuya en la consecución de tus objetivos empresariales.

¿Todo listo para empezar?

Crea una cuenta y empieza a aceptar pagos: no tendrás que firmar ningún contrato ni proporcionar datos bancarios. Si lo prefieres, puedes ponerte en contacto con nosotros y diseñaremos un paquete personalizado para tu empresa.