«Bruto» y «neto» son términos que vemos a diario cuando vamos a comprar, en las negociaciones salariales o en los recibos. Las empresas deben utilizar los importes brutos y netos con cuidado e indicarlos, como muy tarde, en la fase de facturación. A continuación, explicaremos exactamente qué significan «bruto» y «neto», cuál es la diferencia entre el precio bruto y el neto, y qué es lo que deben tener en cuenta las empresas a la hora de facturar.
¿De qué trata este artículo?
- ¿Qué es el importe bruto y qué el neto?
- ¿En qué se diferencian los precios bruto y neto?
- ¿Qué es lo que deben tener en cuenta las empresas a la hora de facturar?
- ¿En qué se diferencia el salario bruto del neto?
¿Qué es el importe bruto y qué el neto?
Por importe «bruto» se entiende toda cuantía monetaria antes de la deducción de impuestos. En otras palabras, un importe que todavía no se ha ajustado para reflejar todas las deducciones. En cambio, mediante el importe neto se define la cantidad ajustada tras la deducción de impuestos y cualquier depreciación o amortización. Dado que el importe neto no incluye ningún impuesto, nunca puede ser superior al importe bruto.
¿En qué se diferencian los precios bruto y neto?
Cuando alguien compra bienes o paga por un servicio, la factura muestra el precio neto y el bruto. El precio bruto es el que tu cliente tiene que acabar pagando. Aparte del importe neto de menor cuantía, el precio bruto también incluye el impuesto sobre el valor añadido. Como particulares, cuando vayamos de compras debemos prestar especial atención al precio bruto, ya que este es el que pagaremos al finalizar una compra.
No obstante, en el caso de las empresas, el que de verdad cuenta es el precio neto. Las empresas registradas a efectos de IVA basan sus precios en los importes netos. Además, estos son los únicos precios que de verdad les importan a la hora de hacer sus propias compras, ya que las empresas solo acaban pagando el precio neto. A diferencia de las personas a título particular, a las empresas no se les cobra el impuesto sobre el valor añadido, ya que, mediante la deducción del IVA soportado, pueden deducirse de su obligación fiscal todo el IVA que paguen por compras y servicios. De este modo, al final, el IVA pagado y el IVA exigible se acreditan en consecuencia.
Conversión de precios brutos y netos
Para convertir un precio bruto con un impuesto sobre el valor añadido del 19 % en un precio neto, divide el bruto por 1,19.
Ejemplo: precio bruto de 119 euros ÷ 1,19 = precio neto de 100 euros
Para convertir un precio bruto con un impuesto sobre el valor añadido del 7 % en un precio neto, divide el bruto por 1,07.
Ejemplo: precio bruto de 107 euros ÷ 1,07 = precio neto de 100 euros
Si quieres convertir un importe neto en bruto, se aplica el mismo proceso, pero a la inversa.
Para convertir un precio neto en bruto con un impuesto sobre el valor añadido del 19 %, multiplica el neto por 1,19.
Ejemplo: precio neto de 100 euros × 1,19 = precio bruto de 119 euros
Para convertir un precio neto en bruto con un impuesto sobre el valor añadido del 7 %, multiplica el neto por 1,07.
Ejemplo: precio neto de 100 euros × 1,07 = precio bruto de 107 euros
¿Qué es lo que deben tener en cuenta las empresas a la hora de facturar?
Las empresas están obligadas a emitir facturas a otras empresas y entidades jurídicas que no sean empresas en un plazo máximo de seis meses desde la prestación del servicio correspondiente. Esta obligación no se aplica a particulares, salvo que el servicio esté asociado a un terreno (consulte la sección 14 de la ley alemana sobre el IVA o Umsatzsteuergesetz [UStG]).
La información de la factura debe ser completa y correcta. No obstante, esto puede plantear dificultades cuando surge la cuestión del importe bruto y el neto. No es inusual que se aplique un tipo impositivo incorrecto o que se cuelen otros errores al calcular el importe del impuesto.
El importe neto que se facturará por un producto o servicio constituye el punto de partida de cualquier cálculo. En función del importe neto, se aplicará el tipo impositivo normal del 19 %, el tipo reducido del 7 % o un tipo del 0 %. Según la sección 12 de la UStG, se aplica un impuesto sobre el valor añadido del 7 % a bienes tales como los alimentos; los libros y revistas; el transporte público local; las entradas para conciertos; el teatro o los museos; y los animales vivos. Entre los bienes y servicios exentos de IVA, en los que se muestra un tipo impositivo del 0 %, se incluyen artículos tales como políticas de seguro o servicios de intermediación para préstamos. Aparte de estas excepciones, se aplica un IVA del 19 % a la mayoría de los productos y servicios.
El importe del impuesto se calcula en dos sencillos pasos. En primer lugar, se divide el importe neto en cuestión entre 100 para calcular el 1 %. Acto seguido, se multiplica el número resultante por 7 o por 19 (en función del tipo impositivo).
Ejemplo: (precio neto 100 euros ÷ 100) × tipo impositivo de 7 = 7 euros de importe del impuesto
Ejemplo: (precio neto 100 euros ÷ 100) × tipo impositivo de 19 = 19 euros de importe del impuesto
A continuación, el importe del impuesto se suma al precio neto para obtener el precio bruto.
El importe bruto y el neto debe estar visibles en todas las facturas que emita una empresa. Esto se aplica tanto a las facturas de bajo importe, con un importe total máximo de 250 euros, como a las facturas con un importe superior. Además, las facturas estándar deben contener preceptivamente la siguiente información, de conformidad con la UStG, sección 14, párrafo 4:
- el nombre y la dirección de la entidad emisora de la factura;
- el número de identificación fiscal de la entidad emisora;
- el número de identificación a efectos de IVA de la entidad emisora;
- el nombre y la dirección de la persona destinataria de la factura;
- la fecha de emisión de la factura;
- la fecha y hora de prestación del servicio;
- el número de factura;
- la designación del producto o servicio;
- el volumen o tipo de producto y el alcance del servicio;
- el importe neto;
- el tipo impositivo y el importe del impuesto;
- el importe bruto;
- posiblemente, una nota adicional sobre la exención para pequeñas empresas.
Nota: Las pequeñas empresas están exentas de todo tipo de obligación fiscal en lo referente al impuesto sobre el valor añadido. Por este motivo, solo emiten sus facturas con el importe neto, nunca con el importe bruto, que incluiría el impuesto sobre el valor añadido. Entre las pequeñas empresas se incluyen las personas freelance, empresarias o que trabajan por cuenta propia que ganaran 22.000 euros como máximo el ejercicio fiscal anterior y cuyos ingresos en el ejercicio en curso no superen los 50.000 euros.
Para la facturación, las empresas pueden contratar los servicios de proveedores de servicios de pago certificados, quienes ofrecen procesos automatizados, basados en programas de facturación inteligentes, y unas tasas de error ínfimas en procesos tales como el cálculo del importe del impuesto.
¿En qué se diferencia el salario bruto del neto?
El personal asalariado puede apreciar rápidamente la diferencia entre el sueldo bruto y el neto si compara el salario indicado en su contrato de empleo con el dinero que le llega en realidad a su cuenta bancaria. El contrato de empleo suele mostrar el salario bruto, mientras que el neto es el que se abona en la cuenta. Las empresas tienen que deducir parte del salario bruto, en forma de impuestos y cotizaciones a la seguridad social, y luego remitir dicha deducción a la oficina fiscal o al sistema de seguridad social. El personal percibe el salario neto restante.
El montante al que ascenderán tus deducciones fiscales se puede calcular por Internet. El Ministerio Federal de Finanzas de Alemania proporciona una calculadora en línea para calcular el impuesto sobre el trabajo y las cotizaciones a la seguridad social, lo que te permite determinar tu salario neto a partir del bruto. Basta con indicar el tipo de empleo, el salario bruto anual y todas las aportaciones a planes de pensiones. La calculadora distingue entre cónyuges o parejas de hecho en una tributación conjunta y personas solteras. También hay una calculadora del impuesto sobre la renta para personas que trabajan por cuenta propia y de freelance.
El salario bruto consta del salario neto, los impuestos y la cuota de la persona contratada en todas las cotizaciones a la seguridad social, que se subdividen en los siguientes grupos:
Impuesto sobre el trabajo: en Alemania se aplica un impuesto universal, conocido como «impuesto sobre la renta», a la renta de todas las personas físicas. La base jurídica para este impuesto es la ley alemana del impuesto sobre la renta (Einkommensteuergesetz o EStG). Las personas que trabajan por cuenta propia pagan el impuesto sobre la renta propiamente dicho, mientras que las personas asalariadas pagan un impuesto equivalente conocido como «impuesto sobre el trabajo». El impuesto sobre el trabajo es una forma particular de impuesto sobre la renta que las empresas remiten a las oficinas fiscales pertinentes. Se puede contemplar como un pago mensual por adelantado de la obligación fiscal anual en lo referente al impuesto sobre la renta. La cuantía del impuesto sobre el trabajo variará de un caso a otro, ya que se ajusta para reflejar los salarios correspondientes y las circunstancias personales.
Seguro médico: :la sección 193 de la ley de contrato de seguro alemana (Versicherungsvertragsgesetz o VVG) tiene estipulada la obligación de contratar un seguro médico general desde 2008. Toda persona residente en Alemania está obligada a tener un plan de seguro médico privado o el plan público obligatorio. Las empresas y su personal contratado (como también sucede con el seguro de pensiones, el de desempleo y el de dependencia) se reparten los costes a partes iguales. La cuantía de la cotización al seguro médico aglutina un montante básico y otro adicional. El básico es el mismo para todas las aseguradoras médicas y equivale al 14,6 % del salario bruto (hasta el límite máximo de cálculo de las cotizaciones de 4987,50 euros al mes o 59.850 euros al año). El adicional lo define cada empresa de seguro médico y, en la actualidad, la media es del 1,6 %.
Seguro de pensiones: el seguro de pensiones también es obligatorio para el personal asalariado. Además, algunos colectivos, entre los que se incluyen las personas que trabajan por cuenta propia, aprendices y personas con menores a su cuidado, pueden estar obligados a tener un seguro conforme al sexto libro del código social alemán (Sozialgesetzbuch o SGB). El nivel de cotización de los importes de los seguros de pensiones asciende al 18,6 % del salario bruto (hasta el límite máximo de cálculo de las cotizaciones de 7100 euros al mes en los nuevos estados federales de Alemania y de 7300 euros al mes en los estados federales anteriores).
Seguro de desempleo: el 2,6 % del salario bruto se asigna al seguro de desempleo. El límite máximo de cálculo de las cotizaciones se basa en las cifras asociadas al seguro de pensiones. Según la sección 25 del tercer libro del SGB, todas las personas asalariadas (independientemente de su nivel salarial) están obligadas a tener el seguro. Las personas empleadas a jornada parcial están exentas del seguro de desempleo (según la sección 27, párrafo 2 del tercer libro del SGB).
Seguro de dependencia: Todas aquellas personas con un seguro médico obligatorio también están cubiertas automáticamente por el seguro de atención social a personas dependientes. Las personas con un seguro médico privado pueden contratar un plan de seguro de dependencia privado. La tasa de cotización es el 3,4 % del salario bruto. Las personas sin descendencia tienen que pagar un suplemento del 0,6 %, mientras que las familias con más de un hijo o hija de menos de 25 años deben recibir deducciones.
Seguro de accidentes: El seguro de accidentes es otra rama de la seguridad social. Las empresas deben contratar y pagar este seguro obligatorio a través de la institución aseguradora obligatoria a la que estén afiliadas. Es decir, que las personas asalariadas tienen una cobertura de seguro obligatoria para los accidentes laborales y los sufridos durante el desplazamiento hacia o desde el lugar de trabajo, sin tener que soportar los costes por su cuenta. La aportación al seguro de accidentes es del 1,6 % del salario bruto. Las personas que trabajan por cuenta propia pueden contratar un seguro de accidentes privado.
Impuesto eclesiástico: las personas integrantes de congregaciones religiosas financian su iglesia a través del impuesto eclesiástico. Toda persona que forme parte de una iglesia reconocida le paga a esta el 9 % (el 8 % en Baviera y Baden-Württemberg) del impuesto sobre el trabajo o el impuesto sobre la renta. El impuesto eclesiástico lo recaudan las oficinas fiscales, quienes lo remiten a las respectivas iglesias.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, la adecuación o la vigencia de la información incluida en el artículo. Debes procurar el asesoramiento de un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción si deseas obtener asistencia para tu situación particular.