Constituir una empresa en Nueva Zelanda tiene sus ventajas e inconvenientes. Antes de hacerlo, es importante que comprendas la economía, la cultura y las reglas de ese país, lo que suele comprar la gente y cómo funcionan los pagos allí para poder adaptar tu empresa como corresponda.
A continuación, explicaremos lo que debes saber para constituir una empresa en Nueva Zelanda: cómo es el entorno para las empresas, los requisitos legales que hay, las formas locales que hay para financiar la empresa y los problemas y riesgos que puede haber.
¿De qué trata este artículo?
- Resumen del entorno empresarial de Nueva Zelanda
- Ventajas de constituir una empresa en Nueva Zelanda
- Cómo constituir una empresa en Nueva Zelanda
- Problemas y riesgos al constituir una empresa en Nueva Zelanda
Resumen del entorno empresarial de Nueva Zelanda
Entorno y oportunidades económicos
Perspectiva general: Nueva Zelanda tiene una población rica pero pequeña, formada por poco más de cinco millones de residentes. Tiene un gobierno democrático estable y una economía sofisticada y acogedora para las empresas.
Eje económico: los lácteos son el mayor producto de exportación de Nueva Zelanda, ya que supusieron el 28 % de todas las exportaciones y un total de aproximadamente 13.000 millones de dólares estadounidenses en 2022. Sus otras exportaciones y sectores económicos principales son agrícolas en gran medida (por ejemplo, carne, fruta, verduras, vino y madera).
Socios comerciales: Estados Unidos, China y Australia son socios comerciales clave. EE. UU. es el tercer socio comercial más grande de Nueva Zelanda, aunque no hay ningún acuerdo de libre comercio entre ambos países.
Dificultades económicas: el país ha sufrido un aumento del coste de la vida debido a factores comerciales internacionales y fenómenos meteorológicos extremos, lo que hizo que la tasa de inflación del año que termina en septiembre de 2023 fuera del 5,6 %. El impacto del cambio climático es también un aspecto clave en el que se centran las organizaciones públicas y privadas debido a sus amplias repercusiones en la economía y la sociedad.
Iniciativas ecológicas: Nueva Zelanda tiene el objetivo de lograr cero emisiones netas en casi todos los gases de efecto invernadero de aquí a 2050, aspecto que recoge en su ley nacional y que repercute en las opciones de tecnología e inversión de las empresas (como las flotas de vehículos eléctricos).
Consideraciones culturales y normativas
Entorno que favorece a las empresas: el país destaca constantemente por su entorno estable y que favorece a las empresas. Consiguió el sexto puesto en el índice de libertad económica de 2024 de la Heritage Foundation y, según el índice de 2023 de la organización Transparency International, se considera el tercer país menos corrupto.
Entorno fiscal: Nueva Zelanda tiene impuestos sobre la renta y sobre el consumo generales, y aplica las retenciones a cuenta en muchos pagos transfronterizos. Sin embargo, las empresas deben tener en cuenta la forma en que pueden afectarles elementos concretos de esas normativas.
Tendencias del mercado y comportamiento de los clientes
Opinión de los clientes: según un análisis que hizo el BCG en noviembre de 2023, los clientes se preocupan cada vez más por sus finanzas porque la economía se ha ralentizado y la inflación ha llegado a niveles que no se habían visto en décadas. Los niveles elevados de inflación y las condiciones recesivas hacen que los clientes reduzcan sus gastos.
Cambios en los hábitos de gasto: en la misma encuesta, hasta el 60 % de los clientes ha indicado que gasta más dinero en necesidades básicas, como alimentos, suministros y alquiler, que en los seis meses anteriores. Además, más del 30 % espera que estos costes sigan aumentando en los próximos seis meses.
Diferencias según el grupo de edad: los neozelandeses más jóvenes (de 18 a 51 años) suelen ser más pesimistas con respecto al futuro y sus finanzas personales, lo que contrasta con el grupo de neozelandeses de 52 años en adelante, que es más optimista y tiene mejores finanzas. Este sector demográfico de mayor edad también es más propenso a gastar en bienes y servicios relacionados con la salud y el ocio.
Razones que llevan a las compras: los grupos de edad más jóvenes usan cada vez más los canales digitales para investigar precios y hacer compras, mientras que el grupo de neozelandeses de 52 años en adelante prefiere hacer compras en persona, ya que se centra en la calidad y la fiabilidad, además de en el precio.
Ventajas de constituir una empresa en Nueva Zelanda
El entorno acogedor para las empresas que ofrece Nueva Zelanda y su priorización de la transparencia y la sostenibilidad hacen que sea un país propicio para constituir una empresa y hacerla crecer. A continuación, resumimos las ventajas que supone constituir una empresa en este país:
Entorno empresarial estable y transparente: Nueva Zelanda es famosa por su cultura empresarial transparente y abierta, su sistema democrático estable y sus altos niveles de honestidad e integridad empresariales. Este entorno es fiable y previsible para las nuevas empresas.
Facilidad de hacer negocios: este país se clasifica constantemente entre las mejores jurisdicciones de todo el mundo por su facilidad de hacer negocios. Esta clasificación refleja que Nueva Zelanda tiene normativas y procesos empresariales atractivos, lo que facilita que las nuevas empresas se establezcan.
Bajos niveles de corrupción: Nueva Zelanda es una de las naciones menos corruptas, lo que ayuda a que haya confianza y colaboración internacional.
Ubicación clave para el comercio: Nueva Zelanda tiene fuertes relaciones y acuerdos de libre comercio con algunas de las principales economías, como China y Australia, por lo que está bien situada como puerta de entrada para aquellas empresas que busquen acceder a estos mercados.
Compromiso con la sostenibilidad: el interés de Nueva Zelanda por la sostenibilidad y su objetivo de lograr cero emisiones netas de aquí a 2050 van en consonancia con las tendencias internacionales que favorecen las prácticas empresariales respetuosas con el medioambiente. Este compromiso implica que hay oportunidades para empresas con tecnologías ecológicas y prácticas sostenibles.
Mercado con clientes fuertes: a pesar de los problemas económicos, algunos segmentos de clientes (sobre todo el grupo de neozelandeses de 52 años en adelante) mantienen la confianza y tienen una buena situación económica, por lo que continúan gastando en bienes y servicios relacionados con la salud y no esenciales.
Adaptación e innovación digitales: el cambio hacia los canales digitales que se ha producido entre los clientes más jóvenes ofrece oportunidades a empresas que pueden usar plataformas en línea y el e-commerce para lanzar campañas de marketing, hacer ventas e interactuar con los clientes.
Cómo constituir una empresa en Nueva Zelanda
A continuación, resumimos el proceso necesario para constituir una empresa en Nueva Zelanda:
Pasos legales y administrativos
- Selección de la forma jurídica: el primer paso consiste en decidir la forma jurídica más adecuada. Muchas empresas prefieren optar por una sociedad de responsabilidad limitada (LLC, por sus siglas en inglés), ya que es una forma conocida que no tiene ningún requisito mínimo de capital social.
Registro de la empresa
Capital y fundadores: las LLC no requieren un capital social mínimo y, para constituir la empresa, necesitas por lo menos a un socio, que puede ser de cualquier nacionalidad.
Requisitos con respecto a los directores: tu empresa debe tener al menos un director que resida en Nueva Zelanda o Australia para que pueda haber una rendición de cuentas local.
Nombre de la empresa: el nombre único de tu empresa debe reservarse en la Companies Office. Es importante que te asegures de que el nombre no infrinja ninguna marca comercial que ya haya ni contenga determinadas palabras prohibidas.
Requisitos sobre la dirección: debes tener un domicilio social en Nueva Zelanda. Puedes optar por usar servicios de oficina virtual si no tienes una dirección física. De conformidad con lo estipulado en la ley, el domicilio social es el lugar donde se guardan los libros y los registros.
Proceso de constitución: implica reservar el nombre de la empresa por Internet, redactar y notarizar la documentación de constitución, así como preparar los documentos de identificación de los socios extranjeros. Es necesario presentar un formulario de solicitud y una resolución para registrar la empresa en el registro mercantil. Una vez hecho, la empresa también se debe registrar en las autoridades fiscales.
Registro de impuestos: este paso incluye registrarse a efectos del impuesto sobre bienes y servicios (GST, por sus siglas en inglés) si se prevé que la facturación anual va a superar los 60.000 NZD. Durante este proceso, también recibirás un código de clasificación del sector de la empresa (BIC, por sus siglas en inglés), que clasifica los servicios que presta tu empresa.
Cumplimiento de las normativas de contratación: si tienes pensado contratar a empleados, debes registrarte como empleador en la agencia tributaria neozelandesa y cumplir con diferentes normativas relacionadas con los salarios, las políticas de los lugares de trabajo, las bajas y las vacaciones.
Cumplimiento de la normativa financiera: debes tener presentes las implicaciones fiscales que supone para tu empresa, entre las que se incluyen un impuesto sobre sociedades (CIT, por sus siglas en inglés) con un tipo del 28 % y un GST del 15 %.
Obtención de los permisos y licencias necesarios: en función de la naturaleza de tu empresa, es posible que necesites permisos y licencias concretos, sobre todo si estás en un sector regulado (como el contable o el inmobiliario).
Planificación para lograr el éxito
Estudio minucioso del mercado: conocer las tendencias del mercado y el comportamiento de los clientes locales es fundamental. La situación económica actual de Nueva Zelanda muestra unos hábitos de gasto prudentes por parte de los clientes, por lo que hacer un estudio del mercado es aún más útil para posicionar a una nueva empresa.
Priorización de la propuesta de valor: tu empresa debe centrarse en ofrecer productos y servicios de calidad a precios competitivos. En el caso concreto de Nueva Zelanda, debes asegurarte de que tu estudio del mercado llegue al desarrollo de productos y servicios, que deben reflejar las propuestas de valor específicas de este país.
Adopción de prácticas sostenibles e innovadoras: ten en cuenta el compromiso de Nueva Zelanda con la sostenibilidad y la gestión medioambiental. Seguir unas prácticas y tecnologías innovadoras que fomenten este compromiso puede darle una ventaja a tu empresa.
Creación de una red fuerte: participa en comunidades y redes empresariales locales para obtener información sobre las peculiaridades de hacer negocios en Nueva Zelanda. Así puedes comprender las preferencias de los clientes y sus matices culturales.
Establecimiento de una presencia digital: teniendo en cuenta que cada vez se obtiene más información y se hacen más compras por Internet, sobre todo en el caso de los sectores demográficos más jóvenes, tener una buena presencia en línea forma parte de la constitución de una empresa.
Gestión financiera eficaz: usa herramientas como un software de contabilidad en línea y plantéate contratar a contables para gestionar las finanzas de tu empresa.
Determinación de la posición diferenciada en el mercado neozelandés
Sea cual sea el lugar del mundo en el que quieras hacer negocios, para lograr el éxito en cualquier mercado y con cualquier tipo de empresa, debes comprender bien cómo diferenciarte de la competencia. A continuación, explicamos cómo asegurarte de que conoces bien a tu competencia en Nueva Zelanda y cómo destacar:
Elección de la forma jurídica adecuada
Opciones: hay tres tipos de empresas en Nueva Zelanda (LLC, cooperativas y sociedades de responsabilidad ilimitada). Cada uno de ellos tiene diferentes implicaciones con respecto al control, la responsabilidad y las obligaciones fiscales. Si quieres gestionar una sucursal de una empresa establecida en otro lugar, tienes tres formas de hacerlo.
Consideraciones: toma una decisión basada en factores como el nivel de responsabilidad personal que quieres aceptar, las implicaciones fiscales y la complejidad de gestionar la forma jurídica.
Asesoramiento especializado: consulta a expertos jurídicos y financieros que te puedan dar información útil sobre la mejor forma jurídica para tu empresa.
Procesos de registro y documentación legal
Constitución: debes registrar tu empresa en la Companies Office y obtener un número de empresa de Nueva Zelanda (NZBN, por sus siglas en inglés).
Documentos legales: prepara documentos fundamentales, como la constitución de la empresa (si corresponde), los acuerdos entre socios y los datos de los directores.
Cumplimiento de las normativas: cumple con todos los aspectos de las normativas locales, entre los que se incluye la obtención de los permisos y las licencias necesarios en función del tipo de empresa.
Comprensión de las obligaciones fiscales y el GST
Impuesto sobre sociedades: obtén información sobre los tipos del impuesto sobre sociedades y cómo se aplican a tu forma jurídica.
Registro a efectos del GST: si tu facturación ha superado los 60.000 NZD en los últimos 12 meses, debes registrarte a efectos del GST, lo que afecta a los sistemas de contabilidad y precios.
Contabilidad: debes tener unos registros financieros precisos con fines fiscales y por si recibes alguna auditoría.
Requisitos legales para constituir una empresa en Nueva Zelanda
Legislación laboral: infórmate sobre tus obligaciones legales si vas a contratar empleados, incluidos los salarios, las condiciones laborales y los requisitos de salud y seguridad.
Propiedad intelectual: protege la propiedad intelectual de tu empresa, que incluye marcas comerciales, patentes y derechos de autor.
Protección de datos: cumple con las leyes de protección de datos si tu empresa recopila y trata datos personales.
Opciones de financiación en Nueva Zelanda
Autofinanciación: plantéate usar ahorros o activos personales como forma de financiación inicial.
Préstamos y subvenciones: explora préstamos empresariales de bancos o subvenciones gubernamentales que estén a disposición de startups.
Inversores: busca inversores de capital de riesgo o providenciales, sobre todo si tu empresa necesita una gran cantidad de capital inicial para crecer y desarrollarse.
Problemas y riesgos al constituir una empresa en Nueva Zelanda
Tamaño del mercado y aislamiento geográfico: la población relativamente reducida y el aislamiento geográfico de Nueva Zelanda plantean dificultades a las empresas. El tamaño limitado del mercado puede restringir el potencial de crecimiento de las empresas, sobre todo de aquellas que dependan de una base de clientes locales. Asimismo, su aislamiento geográfico puede suponer mayores costes y dificultades logísticas a la hora de importar y exportar bienes.
Cumplimiento de las normativas locales: Nueva Zelanda tiene sus propias normativas empresariales que se deben cumplir (por ejemplo, una legislación fiscal y unas normativas laborales locales, así como estándares específicos del sector). Si no se cumplen, puede haber repercusiones legales y pérdidas financieras.
Sensibilidades culturales y preferencias de los clientes: la cultura local influye en el comportamiento de los clientes de Nueva Zelanda, que prefieren en gran medida los productos sostenibles y respetuosos con el medioambiente, lo que refleja la conciencia ambiental general del país. Si ignoras estas preferencias, puedes desconectarte del mercado objetivo.
Competencia y saturación del mercado: algunos sectores de Nueva Zelanda están saturados. Las nuevas empresas de estos sectores deben diferenciarse de la competencia y afianzarse en el mercado. Para ello, deben seguir métodos innovadores y conocer bien las necesidades y las tendencias de los clientes. Por otro lado, un informe de Deloitte identificó cinco sectores concretos como «sectores llenos de oportunidades», que son el turístico, el agroindustrial, el alimentario, el de educación internacional y el de fabricación avanzada.
Fluctuaciones económicas: como ocurre en otros países, Nueva Zelanda tiene una economía que está sujeta a las fluctuaciones, lo que puede afectar al gasto de los clientes y al entorno empresarial. Las startups deben estar preparadas para estos cambios económicos y tener modelos de negocio flexibles que les permitan adaptarse como corresponda.
Adaptación tecnológica y competencia digital: en un mundo en el que la presencia digital es cada vez más importante, las nuevas empresas deben usar la tecnología con eficacia. Es decir, deben tener una buena presencia en línea y usar plataformas de e-commerce, que son cada vez más frecuentes entre los clientes neozelandeses.
Acceso a financiación y gestión financiera: conseguir financiación y gestionar las finanzas es un reto para cualquier startup. Nueva Zelanda tiene varias opciones de financiación disponibles, pero estas tienen una gran competencia. Tener una gestión financiera eficiente es fundamental para que las empresas sean viables y puedan crecer en todo momento.
Adquisición y retención de profesionales: buscar y conservar a los profesionales adecuados es fundamental, lo que puede ser complicado en un mercado laboral competitivo, sobre todo en lo que respecta a puestos especializados. Las empresas deben ofrecer beneficios atractivos y una cultura laboral positiva para atraer a empleados cualificados y conservarlos.
Diversidad cultural e inclusión: la población diversa de Nueva Zelanda exige que las empresas sean culturalmente sensibles e inclusivas. Esta diversidad debe reflejarse en las estrategias de marketing, los productos disponibles y las operaciones empresariales para atraer a una mayor variedad de clientes.
Networking y participación en la comunidad empresarial local: crear una red fuerte y participar en la comunidad empresarial local puede ser complicado, pero generará crecimiento y apoyo. Las nuevas empresas deben dedicar tiempo al networking para establecer relaciones que puedan proporcionarles consejos, colaboraciones y oportunidades de crecimiento.
El contenido de este artículo solo tiene fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, integridad, la adecuación ni la vigencia de la información contenida en el artículo. Debes buscar el asesoramiento de un abogado o contable competente y con licencia para ejercer en tu jurisdicción con el fin de obtener asesoramiento sobre tu situación particular.
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