Gestionar los impuestos y cumplir con las normativas no es tarea fácil, sobre todo a medida que tu empresa crece. Tienes que entender dónde tiene obligaciones fiscales tu empresa, cuántos impuestos debes recaudar y qué tienes que hacer con los impuestos que cobras. Este proceso puede ser costoso y llevar mucho tiempo; las empresas suelen tardar meses en integrar al completo un software de gestión de impuestos en un esfuerzo por aliviar la carga de trabajo.
Cuantos más productos ofrezcas y en más ubicaciones vendas, más complicado será gestionar los impuestos. Esto resulta especialmente complejo para empresas que operan en Internet y que, a menudo, prestan servicios a clientes que se encuentran en diferentes países, lo que les obliga conocer las normativas fiscales de cada jurisdicción para cumplir con sus normativas: cualquier error puede acarrear sanciones e intereses a los impuestos que no se hayan pagado a tiempo.
Por si fuera poco, los tipos impositivos cambian a menudo. Solo en 2021, se esperaba que Estados Unidos presentara unos 600 cambios en los tipos impositivos. Y en 2020 y 2021, muchos países europeos cambiaron sus tipos de IVA para hacer frente al impacto económico del coronavirus.
En esta guía aprenderás los aspectos básicos de los impuestos indirectos, como el impuesto sobre el valor añadido (IVA), el impuesto sobre bienes y servicios (GST) y el impuesto sobre las ventas. Además, descubrirás cómo Stripe Tax puede ayudarte a cumplir todas estas normativas.
¿Qué son los impuestos indirectos?
Las empresas recaudan impuestos indirectos en nombre del gobierno y sus entidades correspondientes. La normativa varía considerablemente de un país a otro (en los EE. UU. existen variaciones incluso entre estados) y puede aplicarse a bienes físicos, a productos digitales y a servicios.
Estos impuestos no son lo mismo que los impuestos directos (como el IRPF) que cada persona y empresa paga directamente al gobierno en función de sus ingresos o beneficios. Los impuestos indirectos gravan las ventas de bienes y servicios y los paga el cliente a través del negocio que realiza la transacción.
Los impuestos indirectos reciben diferentes nombres en el mundo. Por ejemplo, en Estados Unidos se corresponden con el impuesto sobre las ventas (en inglés, sales tax), en Europa con el impuesto sobre el valor añadido (IVA), en Australia con el impuesto sobre bienes y servicios y en Japón con el impuesto al consumo (JCT). El proceso para cobrar estos impuestos puede variar de forma significativa, pero el resultado es el mismo: el cliente final paga el impuesto.
Impuestos indirectos sobre productos físicos
El régimen fiscal de los bienes físicos depende del lugar de origen y destino del envío, así como de la forma en que cada jurisdicción clasifica el producto, lo que resulta en una gran cantidad de diferencias entre ciudades, estados y países.
Por ejemplo, si un cliente compra un jersey en la ciudad de Los Ángeles, paga un impuesto sobre las ventas del 9,5 %. Sin embargo, si comprase ese mismo jersey en Culver City (dentro del propio condado de Los Ángeles) tendría que pagar un impuesto sobre las ventas del 10,2 %.
Las diferencias locales también se extienden a los tipos de productos. En Texas, las botas de vaquero están exentas de impuestos, pero no lo están las botas de senderismo. En Irlanda, el calzado infantil está exento de impuestos, pero no ocurre lo mismo con el de adultos.
Impuestos indirectos sobre productos digitales
Las jurisdicciones fiscales establecen normas basadas en su propia definición de «producto digital». En general, los productos y servicios digitales no tienen una forma tangible. No puedes tocarlos con las manos y lo más probable es que los clientes los hayan descargado de Internet o hayan accedido a ellos a través de una aplicación o de un sitio web. Algunos ejemplos de productos y servicios digitales son los libros electrónicos, los cursos en línea, los archivos de música y las suscripciones web.
En la Unión Europea, los productos digitales están sujetos a impuestos si cumplen cuatro criterios:
- No son productos físicos.
- El comerciante ofrece el producto en Internet.
- El servicio implica una interacción humana mínima.
- El producto está hecho con y a través de la tecnología.
En EE. UU., la normativa fiscal sobre productos digitales varía significativamente según el estado. En la actualidad, la mayoría de los estados exige a los comerciantes que cobren el impuesto sobre las ventas de productos digitales, pero necesitarás conocer y tener en cuenta las diferencias entre estados, condados y ciudades.
Otros países adoptan sus propios criterios para gravar los productos digitales. Dada la incorporación relativamente reciente de los productos digitales a la economía mundial, y la consiguiente aparición de nuevas normativas, mantenerse al día de los cambios para garantizar el cumplimiento puede volverse realmente complicado.
¿Cómo funciona el proceso de cumplimiento de la normativa sobre impuestos indirectos?
Independientemente de dónde se encuentren tus clientes, tendrás que responder estas preguntas para cumplir la normativa sobre impuestos indirectos:
- ¿Cuándo y dónde estoy obligado a recaudar impuestos?
- ¿Cómo me registro para recaudar impuestos?
- ¿Qué tipo de impuesto debo cobrar por cada producto o servicio?
- ¿Cómo declaro y remito el dinero que recaude?
Paso 1: Evalúa tus obligaciones fiscales cuando sea necesario
Para cumplir con la normativa, primero debes conocer tus obligaciones fiscales. Por lo general, debes recaudar impuestos donde tengas clientes, incluso si tu empresa está en otra parte del mundo. Algunas jurisdicciones solo exigen que las empresas recauden impuestos cuando hayan superado un umbral de ventas (un importe específico de ingresos o transacciones adquiridas en un periodo determinado en un país).
En EE. UU., los umbrales del impuesto sobre las ventas (que pueden basarse en los ingresos anuales o en el número de transacciones) son diferentes entre los distintos estados. En la UE, el umbral para registrarse varía por país, pero las empresas extracomunitarias que vendan productos digitales a clientes de la UE deben recaudar impuestos desde la primera transacción que realicen.
Paso 2: Regístrate para recaudar impuestos
Antes de recaudar impuestos de los clientes, tendrás que registrarte en el estado o país donde hayas alcanzado el umbral de registro.
Registrarse en EE. UU.
Para cada estado en el que alcances los umbrales de registro, visita el sitio web del organismo responsable de los impuestos sobre las ventas para obtener información sobre cómo registrarte. Los plazos para registrarse una vez que se alcanza el umbral de registro varían de un estado a otro. Por ejemplo, en Texas, las empresas de otros estados deben registrarse el primer día del cuarto mes después de haber alcanzado el umbral de registro, normalmente denominado umbral de nexo económico en Estados Unidos. En Rhode Island, las empresas tienen hasta el 1 de enero del año siguiente tras haber alcanzado el umbral de nexo económico para registrarse, recaudar y comenzar a remitir el impuesto sobre las ventas.
Registrarse en Europa
Europa introdujo la ventanilla única del IVA para simplificar el proceso de registro en todos los países europeos. Si te das de alta en la ventanilla única del IVA, no es necesario que te registres en cada país de la UE en el que vendas bienes y servicios a distancia. Si tienes tu sede en un país de la UE, puedes registrarte en el portal de ventanilla única de tu país. En cambio, si tu empresa se encuentra fuera de la UE, puedes elegir el país europeo en cuya ventanilla única quieras registrarte. Todas las empresas extracomunitarias que vendan en la UE deben registrarse en la ventanilla única. Tras el Brexit, el Reino Unido cuenta con un proceso de registro de IVA independiente de la ventanilla única del IVA de Europa.
Paso 3: Determina el tipo impositivo y el tratamiento
Los tipos impositivos varían en función de la jurisdicción y del producto o servicio en cuestión. Deberás tener en cuenta estos detalles en todo lo que vendas.
Tipos impositivos en EE. UU.
No hay un sistema nacional de impuesto sobre las ventas en EE. UU. Cuarenta y cinco estados (más el distrito de Columbia) recaudan impuestos sobre las ventas en el ámbito estatal que oscilan entre el 2,9 % y el 7,25 %. Treinta y ocho estados tienen también algún tipo de impuesto local sobre las ventas, que puede ser superior al 5,0 % en algunos estados. Cuanto mayor sea el número de jurisdicciones (ciudades, condados, estados) en las que vendas, más complejos serán los impuestos.
En algunos estados hay cientos de jurisdicciones fiscales, por lo que identificar qué tipo de jurisdicción se aplica a una transacción puede ser una tarea complicada. Por ejemplo, si tu estado se encuentra en un estado «de origen» (conocidos con su vocablo inglés «origin-based»), el impuesto sobre las ventas se recauda en función de donde estés tú, el vendedor. Sin embargo, si tu estado se encuentra en un estado «de destino» (a los que en inglés se les llama «destination-based»), el impuesto sobre las ventas se recauda en función de dónde esté tu cliente.
Tipos impositivos en Europa
Al igual que hay diversidad de tipos impositivos en EE.UU., hay toda una variedad de tipos de IVA en la UE. Hungría tiene el tipo de IVA más alto de la UE, el 27 %, mientras que Luxemburgo tiene el más bajo, el 17 %. En el caso de las transacciones transfronterizas en la UE, hay que determinar qué país puede recaudar el IVA y quién es el responsable de remitir el impuesto (tú, como propietario de la empresa, o el cliente).
Paso 4: Declara y remite los impuestos
Para declarar los impuestos, tienes que presentar declaraciones a cada organismo (generalmente, el estado o país administrador) en el que te hayas dado de alta y hayas cobrado impuestos. En algunos estados de EE. UU., es posible que también tengas que presentar la declaración en el ámbito de la ciudad o del condado si los impuestos sobre las ventas no se administran con carácter estatal. Los plazos de presentación dependen del estado o del país y pueden cambiar en función de los ingresos anuales y de otros factores. Es posible que tengas que remitir los impuestos semanal, mensual o anualmente y, si no has vendido ningún producto en el estado en el que estás registrado, es posible que tengas que informar de ello.
Cómo puede ayudar Stripe
Stripe Tax reduce la complejidad del cumplimiento de la normativa en materia de impuestos en todo el mundo para que puedas centrarte en el crecimiento de tu negocio. Calcula y recauda automáticamente los impuestos sobre las ventas, el IVA y el GST, tanto físicos como digitales, en más de 30 países: toda la UE, todos los estados de EE. UU., Reino Unido o Suiza, entre otros. Stripe Tax está integrado de forma nativa en Stripe, por lo que puedes empezar a utilizarlo rápidamente sin integrar software ni plug-ins de terceros.
Stripe Tax puede ayudarte a:
- Saber dónde registrarte y cobrar impuestos: Consulta dónde tienes que recaudar impuestos en función de tus transacciones en Stripe y, después de registrarte, activa el cobro de impuestos en un nuevo estado o país en cuestión de segundos. Puedes empezar a cobrar impuestos añadiendo una línea de código a tu integración actual de Stripe o, para los productos de Stripe que no requieren programación, como Invoicing, podrás hacerlo con un solo clic.
- Registrarte para pagar impuestos: Stripe Tax te facilita los enlaces a las páginas web en las que puedes registrarte una vez que hayas superado el umbral que hace obligatorio ese registro.
- Cobrar impuestos automáticamente: Stripe Tax siempre calcula y cobra el importe correcto de los impuestos, independientemente de lo que vendas o de donde lo hagas, admite cientos de productos y servicios, y monitoriza y actualiza constantemente las normativas y los tipos impositivos.
- Simplificar la presentación y la remisión: Stripe genera informes detallados y resúmenes de impuestos para cada lugar en el que debas presentarlos, lo que te ayuda a remitir fácilmente los impuestos por tu cuenta, con tu contable o con uno de los socios de presentación de Stripe.
Para obtener más información sobre Stripe Tax y para solicitar acceso, haz clic aquí.