El fraude carrusel del impuesto al valor agregado (IVA) es un tipo de fraude fiscal que opera en toda la UE, incluso en los Países Bajos. Si tu empresa hace negocios con la contraparte equivocada, pasas por alto las señales de advertencia o confías en una factura errónea, podrías enfrentarse a la denegación de reembolsos, reclamaciones de responsabilidad solidaria y, en algunos casos, a cargos penales. A continuación, te explicaremos cómo funciona exactamente este tipo de fraude, cómo detectarlo y cómo proteger tu empresa antes de que se suba al carrusel.
¿Qué contiene este artículo?
- ¿Qué es el fraude carrusel del IVA?
- ¿Por qué deben preocuparse las empresas holandesas por el fraude carrusel del IVA?
- ¿Cómo pueden las empresas detectar las señales de advertencia del fraude carrusel del IVA?
- ¿Cómo puedes proteger tu empresa contra el fraude del IVA?
- Cómo puede ayudarte Stripe Tax
¿Qué es el fraude carrusel del IVA?
El fraude carrusel del IVA (btw-carrouselfraude en holandés) es una estafa fiscal de alto riesgo que aprovecha la mecánica del IVA a través de las fronteras de la UE. Los actores fraudulentos usan las normas del IVA de la UE para trasladar mercancías a través de las fronteras sin gravarlas, cobran el IVA cuando venden las mercancías en el país y luego desaparecen sin pagar el impuesto. Mientras tanto, otra persona de la cadena reclama el reembolso de ese impuesto no pagado. En los Países Bajos, el déficit estimado de cumplimiento de la normativa fiscal del IVA fue de casi 6.00 millones de euros en 2022 o el 7.9 % de la obligación tributaria total del IVA.
Este fraude funciona de la siguiente manera:
Una empresa de un país de la UE vende mercancías a una empresa de otro. Según las normas de la UE, no se acepta pagos inmediatos de IVA por esta venta.
La empresa que compró la mercancía la vende en el mercado nacional, le carga el IVA y se lo cobra al comprador.
La empresa no abona el IVA que ha recaudado y pasa a ser lo que se conoce como un “operador desaparecido”.
El comprador nacional reclama, entonces, el reembolso del IVA que pagó.
A continuación, la mercancía podría venderse de nuevo y enviarse de vuelta al país original, comenzando de nuevo el ciclo. Ese es el movimiento "carrusel": los mismos ítems circulan a través del mismo esquema una y otra vez. Pasan por una nueva empresa fantasma y el ciclo vuelve a empezar, evadiendo impuestos cada vez. Lo que puede parecer una cadena de suministro legítima es en realidad un circuito cerrado.
El siguiente es un ejemplo básico con tres empresas:
La empresa A de Alemania vende smartphones por valor de 1.00 millón de euros a la empresa B de los Países Bajos. Al tratarse de una venta intracomunitaria, la empresa A no cobra el IVA .
La empresa B, que ahora posee los bienes, los vende en el mercado nacional a la empresa C y añade el 21 % de IVA holandés. La empresa C paga 1.21 millones de euros en total.
La empresa B cobra el IVA y desaparece sin pagar al Belastingdienst, la autoridad fiscal holandesa.
La empresa C le reclama los 210,000 euros de IVA que acaba de pagar, a pesar de que ese IVA nunca se ingresó a las autoridades fiscales.
La empresa C vuelve a vender la mercancía a Alemania para reiniciar el proceso.
El fraude se realiza de manera deliberadamente complicada, con capas de empresas ficticias que ayudan a encubrir la operación y a dar la apariencia de comercio legítimo. Los bienes pueden moverse físicamente o simplemente trasladarse en el papeleo. El beneficio proviene de las devoluciones del IVA, y dado que el mismo lote de productos puede pasar varias veces por el circuito, las pérdidas totales pueden acumularse rápidamente.
¿Por qué deben preocuparse las empresas holandesas por el fraude carrusel del IVA?
Los Países Bajos son susceptibles a este tipo de delito debido a su papel central en el comercio de la UE, y no es necesario ser un actor fraudulento para enfrentar consecuencias. Si tu empresa compra a un comerciante fantasma o vende a alguien dentro de la cadena, ya sea de manera consciente o no, podría sucederte lo siguiente:
Perder tu derecho a reclamar la devolución del IVA que pagaste
Ser responsable del IVA no pagado más arriba en la cadena
Ser objeto de auditorías, multas o incluso investigaciones penales
Si sabías o deberías haber sabido que la transacción estaba vinculada a un fraude, podrías ser considerado responsable. Esa parte de “deberías haber sabido” es donde se complica la situación. Si el proveedor no tenía una dirección real, los precios eran demasiado buenos para ser legítimos, la cuenta bancaria estaba en el extranjero o el recorrido del producto no tenía sentido, las autoridades fiscales podrían alegar que cualquier empresa prudente debería haber detectado el riesgo. Esa es la cruda realidad: si el fraude ocurre en eslabones anteriores a tu empresa y no detectaste las señales de alerta, aún podrías ser responsable.
Más allá de las consecuencias directas de verse implicado inadvertidamente en un fraude, el fraude carrusel distorsiona la fijación de precios y erosiona la competencia leal. Los actores fraudulentos usan el dinero del IVA para subvencionar los precios en sectores como la telefonía móvil, los chips informáticos y los metales preciosos, lo que puede expulsar del mercado a las empresas que cumplen las normas.
¿Cómo pueden las empresas detectar las señales de advertencia del fraude carrusel del IVA?
El fraude carrusel del IVA está diseñado para pasar desapercibido. Cada factura parece legítima y cada declaración de IVA cuadra. Pero hay patrones. Si sabes a qué prestar atención, puedes evitar que te involucren en el circuito.
Estas son algunas señales de advertencia:
Precios que no tienen sentido: si alguien ofrece productos de gran valor a un precio muy inferior al del mercado, es una señal de alarma. Las empresas no suelen vender con pérdidas a menos que estén ganando dinero en otro sitio. En este caso, es el reembolso del IVA.
Nuevas empresas que hacen grandes negocios: los comerciantes desaparecidos suelen estar recién registrados, no tienen una oficina real y tienen una vaga presencia en Internet. Si un proveedor o comprador es nuevo y de repente mueve grandes volúmenes, presta atención.
Te sugieren con quién hacer negocios: si tu proveedor dice: “Vende esto a la empresa X” o tu cliente insiste en que compres a un proveedor específico, eso no es una dinámica normal del mercado. Es un circuito controlado, típico del fraude carrusel.
Instrucciones de pago extrañas: por ejemplo, facturas a una empresa holandesa, pero quieren transferirte el dinero desde Chipre. O imagina que una empresa paga de más y te pide que devuelvas la diferencia a una cuenta de un tercero. Todas estas son señales de alerta de posible lavado de dinero.
Demasiadas capas, demasiado rápido: si una operación pasa por tres o cuatro manos en pocos días y acaba donde empezó (o casi), eso es el carrusel en movimiento.
Productos inusuales para el sector: si t proveedor de material de oficina de repente quiere venderte microchips, algo no está bien. Los actores fraudulentos intentan a menudo usar empresas ajenas al sector para disfrazar la cadena.
Demasiado perfecto para ser real: irónicamente, esto puede ser una señal de alerta. Si los márgenes de una empresa siempre son exactamente los mismos, la documentación es demasiado impecable y nunca cuestiona el volumen o las condiciones, pregúntate por qué. Las empresas reales suelen tener irregularidades.
Una señal de advertencia por sí sola no demuestra necesariamente la existencia de fraude, pero detectar varias juntas puede significar que ha llegado el momento de hacer una pausa y prestar más atención.
¿Cómo puedes proteger tu empresa del fraude del IVA?
Aunque no es posible acabar por completo con las redes de fraude, sí puedes convertir tu empresa en un obstáculo dentro de sus cadenas de suministro. Así es como puedes mantener tu negocio protegido.
Llevar a cabo la diligencia debida
Investiga a fondo las empresas con las que trabajas y documenta tu investigación. Si alguna vez necesitas demostrar que no fuiste cómplice, tu registro escrito será importante. Asegúrate de hacer lo siguiente:
Comprueba los números de IVA usando el sistema de intercambio de información sobre el IVA (VIES). Asegúrate de que son válidos, están activos y coinciden con el nombre de la empresa y el país.
Si una empresa es holandesa, comprueba tu registro en el KVK. ¿Cuándo se fundó? ¿Quién la dirige? ¿Dispone de una oficina o almacén real?
Comprueba la presencia de la empresa en Internet. Busca evidencias de miembros reales del personal y un historial de funcionamiento.
Haz las preguntas correctas. ¿Quiénes son sus proveedores? ¿Cuánto tiempo lleva operando? Recibir respuestas vagas puede resultar sospechoso.
Entrena a tu equipo para que reconozca acuerdos dudosos
El fraude del IVA puede presentarse, por ejemplo, cuando un nuevo proveedor ofrece 10,000 teléfonos a un precio irrisorio o cuando un cliente insiste en que compres a través de su “socio preferido”. Asegúrate de que los miembros de tu equipo encargados de compras y ventas reconozcan las señales de alerta y sepan cuándo informar a niveles superiores. Registra por escrito cualquier conversación sobre aspectos inusuales del acuerdo.
Supervisa el flujo de caja
Paga solo a cuentas verificadas. Si un proveedor holandés quiere el pago a un banco extranjero a nombre de otra persona, detente. Y sé prudente con los pagos por adelantado. Siempre que sea posible, usa fideicomisos o pagos escalonados.
Usa contratos que te protejan
Incluye cláusulas que indiquen que tus socios cumplen con las leyes del IVA, exige que los pagos se realicen a una cuenta bancaria empresarial a nombre de la empresa y en su país de registro, y reserva el derecho de retener envíos o pagos si algo parece sospechoso.
Mantente al día con las normas del IVA
Los Países Bajos tienen normas especiales para bienes de alto riesgo, como electrónica y materiales de desecho. Conoce cuáles se aplican a tu caso. Por ejemplo, si vendes consolas de videojuegos por un valor de 10,000 euros o más, no cobras el IVA; el comprador es responsable de declararlo y pagarlo.
Cómo puede ayudarte Stripe Tax
Stripe Tax reduce la complejidad del cumplimiento de la normativa sobre el IVA para que puedas centrarse en hacer crecer tu empresa. Stripe Tax te ayuda a controlar tus obligaciones de IVA y te avisa cuando superas un umbral de registro establecido en tus transacciones de Stripe.
Stripe Tax puede ayudarte con lo siguiente:
Saber dónde registrarte y cobrar impuestos: consulta dónde tienes que recaudar impuestos en función de tus transacciones con Stripe. Después de registrarte, activa la recaudación de impuestos en un nuevo país en cuestión de segundos. Para empezar a cobrar impuestos, agrega una línea de programación a tu integración actual de Stripe. O bien, agrega el cobro de impuestos con solo hacer clic en un botón en el Dashboard de Stripe.
Registrarte para pagar impuestos: permite que Stripe administre tus registros de impuestos globales y aprovecha un proceso simplificado que completa previamente los detalles de la solicitud, ahorrando tiempo y simplificando el cumplimiento de la normativa local.
Cobrar impuestos de forma automática: Stripe Tax calcula y recauda el importe correcto de impuestos adeudados, independientemente de lo que vendas o de dónde lo hagas. Admite cientos de productos y servicios, y está al día sobre las normativas fiscales y los cambios de tasas.
Valida las identificaciones fiscales: Stripe Tax te ayuda a obtener los números de identificación fiscal de los clientes B2B. Puedes validar automáticamente los números de IVA de los clientes europeos y aplicar una inversión del sujeto pasivo o un tipo cero de IVA cuando sea necesario.
Simplifica la declaración: Stripe Tax se integra fácilmente con los socios de declaración para que tus declaraciones globales sean precisas y puntuales. Deja que nuestros socios gestionen tus declaraciones para que puedas centrarse en hacer crecer tu empresa.
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El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, adecuación o vigencia de la información incluida en el artículo. Si necesitas asistencia para tu situación particular, te recomendamos consultar a un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción.