Desde la pandemia de COVID-19, quedó claro que la resiliencia financiera es un factor importante para el éxito a largo plazo de una empresa. Muchas empresas alemanas tuvieron que afrontar la caída de sus ventas durante la pandemia; de hecho, 15,800 se declararon en quiebra durante el primer año. Luego de diez años de crecimiento, en 2020 la economía alemana se desplomó y el producto bruto interno (PBI) real cayó un 4.9 % respecto de 2019.
Sin embargo, no todas las empresas se vieron afectadas de la misma manera. Una encuesta realizada en 2022 a 237 empresas alemanas de todos los sectores reveló que, en conjunto, el 39 % de las empresas podía considerarse «resiliente». De ellas, un 20 % «no recurrió al trabajo de jornada reducida ni se vio gravemente afectado por problemas de suministro», mientras que un 19 % «pudo recuperarse rápidamente tras el confinamiento gracias a su capacidad de recuperación».
En este artículo, aprenderás qué significa resiliencia en general y cuál es la diferencia entre resiliencia financiera y económica. También te explicaremos por qué la resiliencia financiera es importante para las empresas alemanas y qué estrategias existen para reforzarla.
¿Qué contiene este artículo?
- ¿Qué es la resiliencia?
- ¿En qué se diferencian la resiliencia financiera y la económica?
- ¿Por qué es importante la resiliencia financiera para las empresas en Alemania?
- Estrategias para fortalecer la resiliencia financiera de las empresas alemanas
¿Qué es la resiliencia?
El término «resiliencia» proviene originalmente de la investigación psicológica y describe la capacidad de «un individuo para desarrollarse con éxito a pesar de circunstancias adversas y acontecimientos críticos». Trasladado a la economía, la resiliencia es la capacidad de una empresa para hacer frente a crisis imprevisibles. No importa cuál sea la naturaleza de la crisis, una pandemia mundial, tensiones geopolíticas, interrupciones en la cadena de suministro, alzas en los precios de la energía o una caída repentina de la demanda.
La resiliencia tiene dos facetas. En primer lugar, comprende la capacidad preventiva de resistir un acontecimiento disruptivo. En segundo lugar, implica la capacidad reactiva de recuperarse lo más rápido posible tras una crisis. Por lo tanto, las empresas que son sólidas o que poseen capacidad de regeneración se denominan «resilientes». En cambio, aquellas que carecen de estas características pueden considerarse vulnerables.
Existen diferentes formas de resiliencia para las empresas:
- Resiliencia tecnológica: Este término describe la resistencia de una empresa a los ciberataques y a las interrupciones técnicas a través de inversiones específicas en seguridad digital y funcionalidades de innovación.
- Resiliencia organizativa: Este término significa que una empresa se mantiene flexible incluso en condiciones difíciles, retiene e integra con éxito a los empleados y adapta sus procesos a las nuevas circunstancias.
- Resiliencia administrativa: Este término describe la capacidad de los directivos para actuar de forma proactiva y decisiva en las crisis y tomar medidas preventivas para estabilizar la empresa.
- Resiliencia de los empleados: Es la capacidad de los miembros del personal para afrontar los cambios y el estrés, reforzada por la formación y una cultura empresarial que los apoye.
- Resiliencia de la cadena de suministro: Este término describe la capacidad de una empresa para responder a las interrupciones de la cadena de suministro mediante la obtención flexible de sustitutos y la identificación de los riesgos en una fase temprana.
- Resiliencia ecológica: Representa la capacidad de una empresa para adaptarse a los cambios medioambientales, como el cambio climático, y para cumplir de forma sostenible los requisitos normativos.
Sin embargo, cuando se habla de resiliencia en el ámbito empresarial, por lo general se hace referencia a la resiliencia financiera o económica.
¿En qué se diferencian la resiliencia financiera y la económica?
La resiliencia financiera se refiere a la capacidad de una empresa para mantenerse estable desde el punto de vista financiero, incluso en tiempos de crisis. La resiliencia financiera viene determinada, entre otros, por los siguientes aspectos:
- Liquidez
- Reservas
- Estructura del capital
- Factores de costo
- Fuentes de ingresos
- Solvencia
- Planificación financiera
La pregunta clave de la resiliencia financiera es siempre: "¿Puede la empresa pagar sus facturas y seguir funcionando económicamente, incluso durante una crisis?". De este modo, se trata de un área secundaria de la resiliencia económica. Además de la estabilidad financiera, la resiliencia económica consta de otros elementos estructurales y estratégicos que pueden contribuir a la resiliencia de una empresa. Entre ellos se incluyen:
- Un modelo de negocio resiliente
- Una estructura organizativa adaptable
- Asociaciones y redes fiables
- Gestión eficaz de los riesgos
- Capacidad de innovación
¿Por qué es importante la resiliencia financiera para las empresas en Alemania?
La resiliencia financiera es fundamental para superar las crisis económicas y asegurar la continuidad de una empresa a largo plazo. Puede compararse con un escudo protector, ya que ayuda a las empresas a cumplir con los plazos de pago, evitar la insolvencia y mantener la confianza de los socios comerciales y los prestamistas.
Las empresas con resiliencia financiera no solo están en mejores condiciones de afrontar las crisis, sino también de utilizarlas estratégicamente a su favor. Según un informe de 2023, solo una quinta parte de las pequeñas y medianas empresas (pymes) alemanas poseen un nivel de resiliencia tan alto que les permite salir incluso fortalecidas de las crisis. Mientras otras necesitan ahorrar lo suficiente para resistir, las empresas resilientes conservan flexibilidad financiera. Esto les permite, por ejemplo, invertir en innovación y obtener una ventaja competitiva.
Desafíos en Alemania
La resiliencia financiera y económica es especialmente relevante para las empresas en Alemania, ya que se enfrentan a desafíos específicos.
Los altos precios de la energía
Los costos de la energía en Alemania se encuentran entre los más altos del mundo. Esto afecta, en especial, a los sectores que consumen mucha energía y puede debilitar la resiliencia económica y la competitividad de las empresas individuales. Las empresas afectadas se ven obligadas a ser extremadamente eficientes en costos.
Escasez de trabajadores calificados
Los cambios demográficos han provocado una escasez de trabajadores calificados en Alemania. Según el Instituto Económico Alemán (IW), en 2024 al país le faltarán más de 530,000 trabajadores calificados y, para 2027, esta cifra podría ascender a 728,000. La escasez de personal calificado incrementa los costos laborales, ya que las empresas se ven obligadas a pagar salarios más altos o a invertir en costosos procesos de contratación. Al mismo tiempo, la falta de empleados calificados puede reducir la productividad y retrasar los proyectos de innovación, lo que también repercute negativamente en la resiliencia financiera.
Requisitos de sostenibilidad
Según el Ministerio Federal de Economía y Energía, «la combinación de una política climática ambiciosa y un crecimiento económico sostenible (...) representa un desafío central para la política económica actual». Las empresas alemanas se ven cada vez más presionadas para operar de forma sostenible. Esto exige inversiones en tecnologías y procesos respetuosos con el medio ambiente, lo que puede implicar cargas financieras, al menos a corto plazo.
Desafíos globales
Además de los desafíos internos, la evolución mundial también influye en la estabilidad económica de las empresas en Alemania.
Presión competitiva mundial
Las empresas alemanas están cada vez más presionadas por la competencia internacional, en especial por China. Una encuesta del Instituto Económico Alemán muestra que el 78 % de las empresas consultadas que tienen competidores chinos afirman que estos ofrecen productos similares a precios mucho más bajos. Esta presión sobre los precios obliga a las empresas alemanas a reducir sus márgenes o a posponer inversiones, lo que repercute en su resiliencia financiera.
Tensiones geopolíticas:
Los conflictos y las incertidumbres internacionales pueden representar una carga significativa para la estabilidad económica de las empresas en Alemania. Un estudio del Deutsche Bundesbank muestra, por ejemplo, que el aumento de los riesgos geopolíticos en los países socios comerciales puede encarecer las importaciones y alterar las cadenas de suministro. A esto se suman medidas como los aranceles, que tienen efectos inmediatos: se calcula que un arancel del 20 % a las importaciones provenientes de la UE y del 60 % a las de China supondría un perjuicio económico de €33,000 millones para Alemania.
Estrategias para la resiliencia financiera de las empresas en Alemania
Para que una empresa pueda resistir crisis, debe contar con ciertas estrategias de resiliencia financiera.
Gestión proactiva de la liquidez
Un elemento clave de la resiliencia financiera es garantizar la solvencia a largo plazo mediante una gestión adecuada de la liquidez. Los responsables de la toma de decisiones deben conocer las necesidades actuales de liquidez de la empresa y cómo evolucionarán en distintas situaciones. Las proyecciones de flujo de caja y las pruebas de resistencia ayudan a anticipar posibles tensiones con anticipación. El uso de modelos de inteligencia artificial facilita el análisis de datos complejos y la elaboración de pronósticos de liquidez.
El fundamento de una gestión de liquidez orientada al futuro consiste en mantener un control integral de los flujos de caja y de los indicadores clave. Con Stripe Payments, puedes registrar todas las transacciones en tiempo real y visualizarlas claramente en un Dashboard personalizado. Además, Payments te brinda la oportunidad de ofrecer a tus clientes los métodos de pago preferidos a nivel local, así como de aceptar pagos en todo el mundo.
Dentro de una gestión de liquidez orientada al futuro, es importante contar con un plan de emergencia detallado. Lo ideal es que incluya responsabilidades y procedimientos claros en caso de que ocurran sucesos imprevistos que pongan en peligro la liquidez de la empresa.
Diversificación de las fuentes de ingresos
Las empresas que no dependen de un cliente importante o de un único producto aumentan su resiliencia económica. Hay varias formas de diversificar las fuentes de ingresos. Por ejemplo, está la estrategia de la «vaca lechera»: una empresa principal especialmente rentable garantiza que los ingresos puedan fluir hacia nuevas ideas, productos y servicios. Esto significa que las empresas tienen una fuente segura de ingresos que les permite invertir en otros campos. La diversificación amplia es una segunda estrategia, en la que una empresa crea varias fuentes de ingresos igual de sólidas, como diferentes servicios o líneas de productos.
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Flexibilidad de costos
Los costos fijos inmovilizan el capital a largo plazo y limitan la flexibilidad financiera. Por el contrario, los costos variables ofrecen la oportunidad de adaptar rápidamente los gastos a la situación actual de la empresa. En consecuencia, las empresas resilientes intentan organizar su estructura de costos, de modo que se reduzcan al máximo las obligaciones fijas y se incrementen las partidas variables. Por ejemplo, algunas tareas específicas podrían derivarse a trabajadores autónomos en lugar de a empleados fijos. De este modo, las empresas pueden reducir inmediatamente los gastos (en este caso, los costos de personal) en situaciones económicas complicadas.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, adecuación o vigencia de la información incluida en el artículo. Si necesitas asistencia para tu situación particular, te recomendamos consultar a un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción.