Una tarjeta de crédito electrónica es una versión digital de una tarjeta de crédito tradicional que existe solo en formato electrónico y, por lo general, se usa para transacciones en línea. El titular de la tarjeta recibe un número de tarjeta virtual, una fecha de vencimiento y un valor de verificación de la tarjeta (CVV) o un código de seguridad para completar las compras. Las tarjetas de crédito electrónicas suelen ser temporales o de un solo uso y están diseñadas para proteger los datos reales de tu tarjeta de crédito para que no queden expuestos durante las transacciones en línea.
El uso de tarjetas electrónicas va en aumento, y se prevé que el mercado mundial de tarjetas virtuales crezca a una tasa de crecimiento anual compuesta del 21,2 % entre 2025 y 2030. A continuación, explicaremos cómo funcionan las tarjetas de crédito electrónicas, cómo las empresas pueden emitirlas y qué funcionalidades mantienen su seguridad.
¿Qué contiene este artículo?
- ¿Cómo funciona una tarjeta de crédito electrónica?
- ¿En qué se diferencian las tarjetas de crédito electrónicas de las tarjetas físicas?
- ¿Cuáles son los beneficios de las tarjetas de crédito electrónicas?
- ¿Cómo pueden las empresas emitir tarjetas de crédito electrónicas?
- ¿Cuáles son los casos de uso más comunes de las tarjetas de crédito electrónicas?
- ¿Qué funcionalidades de seguridad hacen que las tarjetas de crédito electrónicas sean más seguras?
¿Cómo funciona una tarjeta de crédito electrónica?
Cuando solicitas una tarjeta de crédito electrónica, recibes un número de tarjeta virtual único, una fecha de vencimiento y un CVV. Puedes usar los datos de la tarjeta virtual como lo harías con una tarjeta física para comprar en línea, pagar suscripciones o hacer otras compras digitales. Los cargos realizados con la tarjeta de crédito electrónica se facturan de la misma manera que los realizados con una tarjeta física y aparecen en tu extracto bancario mensual.
Muchas tarjetas de crédito electrónicas tienen funcionalidades como números de un solo uso y la capacidad de establecer límites de gastos y fechas de vencimiento. Estas funcionalidades limitan el daño si los datos de la tarjeta virtual se ven comprometidos.
¿En qué se diferencian las tarjetas de crédito electrónicas de las tarjetas físicas?
Las tarjetas de crédito electrónicas son totalmente digitales. El titular de la tarjeta solo recibe un número de tarjeta virtual, una fecha de vencimiento y un CVV. Por lo general, puedes agregar estas tarjetas a una cartera digital y desactivar o ajustar la configuración (como los límites de gastos) desde una aplicación. Las tarjetas físicas son las tradicionales tarjetas de plástico o metal que llevas en la cartera. Son las que deslizas, insertas o tocas al finalizar la compra en las tiendas.
Las tarjetas de crédito electrónicas son muy adecuadas para las compras en línea o cualquier situación en la que no entregues físicamente una tarjeta. Las tarjetas físicas son útiles para las compras diarias en persona y funcionan en situaciones en las que las tarjetas de crédito electrónicas no lo harían, como pagar a través de un sistema de punto de venta físico que no acepta carteras digitales.
Las tarjetas electrónicas añaden una capa adicional de seguridad. La mayoría de estas tarjetas crean números de tarjeta únicos o temporales para cada transacción o tienda. Por lo tanto, incluso si otra persona obtiene acceso a estos datos, no puede usarlos para realizar otras compras. Las tarjetas físicas vienen con medidas de seguridad como la tecnología de chip EMV (Europay, Mastercard y Visa) y el cifrado, pero, si alguien roba tu tarjeta o la copia, podría usarla hasta que la canceles.
¿Cuáles son los beneficios de las tarjetas de crédito electrónicas?
Las tarjetas de crédito electrónicas pueden marcar la diferencia para las empresas, especialmente en lo que respecta a la seguridad, la eficiencia y la gestión de gastos. A continuación te explicamos por qué vale la pena considerarlos.
Son más seguras
Dado que las tarjetas de crédito electrónicas generan números de tarjeta virtuales únicos, los datos de tu cuenta permanecen ocultos. Esto reduce el riesgo de fraude, lo cual es importante para las empresas que desean proteger sus datos de pago confidenciales.
Ofrecen un mayor control
Puedes establecer límites de gastos y fechas de vencimiento, así como restringir el lugar donde se puede usar la tarjeta. Esto hace que las tarjetas de crédito electrónicas sean una buena opción para gestionar los gastos de los empleados, los pagos a proveedores y las suscripciones.
Son fáciles de usar
Si necesitas una tarjeta nueva, puedes generarla en segundos a través de la aplicación o la plataforma de tu banco, sin necesidad de esperar a que llegue una tarjeta física. Es una forma más rápida y flexible de gestionar las compras, especialmente para pagos recurrentes o transacciones puntuales.
Son perfectas para equipos remotos
Si tienes empleados que trabajan de forma remota o en varias ubicaciones, las tarjetas de crédito electrónicas pueden facilitar la entrega de tarjetas. Puedes emitirle una tarjeta a tu empleado de forma virtual, y él podrá usarla de inmediato, sin tener que esperar a que llegue una tarjeta física por correo.
Facilitan el seguimiento de los gastos
Las tarjetas de crédito electrónicas se integran con la mayoría de las herramientas de gestión de gastos. Puedes controlar los gastos en tiempo real, hacer coincidir pagos con facturas y eliminar parte del esfuerzo administrativo de conciliar las cuentas.
¿Cómo pueden las empresas emitir tarjetas de crédito electrónicas?
Las empresas pueden emitir tarjetas de crédito electrónicas mediante el uso de plataformas como Stripe Issuing, que proporciona herramientas para crear y administrar tarjetas virtuales. Así es como funciona el proceso en general.
Configura una cuenta en la plataforma
Las empresas comienzan por registrarse en una plataforma de pagos que ofrece servicios de tarjetas virtuales, como Issuing. Esta se integra con tus sistemas financieros o flujos de trabajo de gestión de pagos existentes para que puedas administrar las tarjetas junto con tus otras actividades de pago.
Genera tarjetas virtuales
Una vez configurada tu cuenta, puedes crear tarjetas de crédito virtuales al instante a través del Dashboard de la plataforma o de la interfaz de programación de aplicaciones (API). Puedes personalizar cada tarjeta al establecer límites de gastos y fechas de vencimiento, y restringir su uso a proveedores o categorías específicos.
Distribuye tarjetas a equipos o proveedores
Puedes compartir tarjetas virtuales con empleados, contratistas o proveedores por correo electrónico u otros métodos digitales. Esto elimina la necesidad de que las empresas con equipos remotos o distribuidos emitan y envíen tarjetas físicas.
Seguimiento y gestión del uso
Plataformas como Issuing te permiten ver cómo se utiliza cada tarjeta en tiempo real. Puedes monitorear las transacciones a medida que se realizan, hacer ajustes de inmediato (p. ej., actualizar los límites, cancelar una tarjeta) y programar controles automáticos para evitar gastos no autorizados.
¿Cuáles son los casos de uso más comunes de las tarjetas de crédito electrónicas?
Las tarjetas de crédito electrónicas son flexibles, seguras y una buena opción tanto para los gastos diarios como para los pagos puntuales. Te dan más control y visibilidad de cómo gastas tu dinero, al tiempo que minimizan los riesgos que conllevan las tarjetas tradicionales. Estas son algunas de las formas más comunes en que las empresas usan las tarjetas de crédito electrónicas:
Gasto de los empleados: estas tarjetas son perfectas para gestionar las compras de los empleados, especialmente para los trabajadores remotos o contratistas. En lugar de entregar tarjetas físicas, puedes emitir una tarjeta virtual con un límite de gasto establecido para viajes, suministros o costos relacionados con el proyecto.
Suscripciones: las tarjetas virtuales funcionan bien para pagos recurrentes, como suscripciones de software y servicios en la nube. Puedes controlar cuánto se cobra y, si una suscripción se renueva automáticamente de forma inesperada, puedes cerrar la tarjeta para evitar cargos no deseados.
Pagos a proveedores: estas tarjetas son ideales para pagar a los proveedores, especialmente para compras únicas. Puedes crear una tarjeta específicamente para un proveedor, usarla para la transacción y desactivarla después para eliminar cualquier riesgo de uso no autorizado.
Campañas publicitarias: muchas empresas utilizan tarjetas virtuales para la publicidad en línea. Puedes asignar tarjetas independientes a campañas o plataformas como Google Ads y Facebook para que sea más fácil hacer un seguimiento de los gastos y respetar tus presupuestos.
Transacciones más riesgosas: si le pagas a un proveedor nuevo o desconocido, las tarjetas virtuales ofrecen otra capa de seguridad. Como no están vinculadas a tu cuenta principal y pueden limitarse a usos específicos, reducen el riesgo de fraude.
Pruebas gratuitas: las tarjetas virtuales son una buena opción cuando te registras para pruebas o demostraciones de software. Puedes configurarlas con un límite de gasto bajo o una fecha de vencimiento corta para que no se te facture una vez finalizada la prueba.
Presupuestos de equipos o departamentos: puedes usar tarjetas virtuales para darles a los equipos el control sobre partes de sus presupuestos. Por ejemplo, el equipo de Marketing puede obtener una tarjeta para herramientas de diseño o inversión publicitaria, mientras que el de Tecnología de la Información (TI) tiene una para compras de hardware. Estas tarjetas separan los diferentes tipos de gastos y hacen que sea más fácil hacer un seguimiento de ellos.
Pagos internacionales: cuando manejas transacciones internacionales, las tarjetas virtuales son una opción simple y segura. No tienes que preocuparte por llevar tarjetas físicas, y muchas plataformas facilitan el manejo de monedas extranjeras.
¿Qué funcionalidades de seguridad hacen que las tarjetas de crédito electrónicas sean más seguras?
Las tarjetas de crédito electrónicas vienen con varias funcionalidades de seguridad integradas que las hacen más seguras que las tarjetas tradicionales, especialmente para transacciones en línea, pagos de proveedores y cualquier situación en la que desees proteger los datos principales de tu cuenta. Están diseñadas para minimizar el riesgo y, al mismo tiempo, darte un control total sobre cómo usarlas. Esto es lo que las distingue:
Números de tarjetas virtuales únicos: cada tarjeta virtual tiene su propio número que es independiente de tu cuenta principal. Tus datos reales nunca se comparten durante las transacciones.
Límites de gastos: puedes establecer límites de gastos estrictos para las tarjetas virtuales a fin de garantizar que no se puedan usar para cargos no autorizados. Esto es especialmente útil para las compras de los empleados o los pagos a proveedores.
Fechas de vencimiento personalizadas: las tarjetas virtuales pueden tener fechas de vencimiento cortas, por ejemplo, en unos pocos días o, incluso, en horas. Si alguien intenta usar los datos de la tarjeta después de que haya caducado, la transacción será rechazada.
Restricciones de las transacciones: puedes restringir las tarjetas virtuales a tipos específicos de compras, determinados proveedores o categorías definidas. Por ejemplo, una tarjeta puede funcionar solo para gastos de viaje o para una suscripción en particular.
Monitoreo en tiempo real: la mayoría de las plataformas que ofrecen tarjetas de crédito electrónicas te permiten monitorear las transacciones en tiempo real. Esto hace que sea más fácil detectar cualquier actividad inusual y actuar rápidamente para cerrar una tarjeta si es necesario.
Desactivación instantánea: si una tarjeta virtual se ve comprometida, puedes cancelarla de inmediato a través de una aplicación o un Dashboard sin afectar tu cuenta principal. Dado que la tarjeta es virtual, no hay necesidad de esperar un reemplazo físico.
Cifrado y tokenización: los datos de las tarjetas virtuales están cifrados durante las transacciones, lo que agrega otra capa de protección. Muchas plataformas también utilizan la tokenización, en la que los datos confidenciales se sustituyen por un equivalente generado de manera aleatoria llamado token.
Sin los riesgos que supone una tarjeta física: dado que no hay una tarjeta física que perder o robar, las tarjetas de crédito electrónicas eliminan riesgos como el skimming y el robo.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, adecuación o vigencia de la información incluida en el artículo. Si necesitas asistencia para tu situación particular, te recomendamos consultar a un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción.