Constituir una empresa es una decisión estratégica que puede determinar tu trayectoria futura. Parte del proceso de constitución consiste en elegir una jurisdicción, es decir, el estado en el que se constituye la sociedad. Esta elección puede afectar al importe de los impuestos adeudados, a la privacidad de los propietarios y a la percepción de la empresa por parte de posibles inversores.
Las disposiciones fiscales específicas de cada estado, la protección jurídica y el entorno empresarial pueden hacer que algunos estados sean especialmente atractivos para la constitución de empresas. Por ejemplo, más del 68 % de las empresas de la lista Fortune 500 están constituidas en el estado de Delaware, aunque muchas de esas empresas no operan físicamente allí.
La decisión sobre dónde constituir la sociedad puede afectar a tus resultados económicos, marcar la dirección de tu empresa e influir en las opciones de expansión e inversión de que dispones. Además, estas ventajas de tomar una decisión calculada sobre la jurisdicción de constitución no se limitan a las grandes empresas: los emprendedores, los propietarios de pequeñas empresas y las startups también pueden beneficiarse de la planificación estratégica. Esto es lo que hay que saber para elegir el mejor estado para constituir una sociedad.
¿De qué trata este artículo?
- En qué estado constituir una sociedad: factores a tener en cuenta
- Cómo elegir el estado en el que constituirse
- ¿Cuáles son los estados más populares para constituir una sociedad?
En qué estado constituir una sociedad: factores a tener en cuenta
Constituir una empresa implica decidir en qué jurisdicción legal operará la empresa. Esta decisión puede afectar significativamente a muchos aspectos de la empresa. Antes de elegir en qué estado constituir una empresa, ten en cuenta estos factores:
Tributación
Los estados tienen diferentes tipos y estructuras del impuesto de sociedades. Algunos estados, como Nevada, Dakota del Sur y Wyoming, no cobran ningún impuesto de sociedades, mientras que otros, como California, sí lo hacen.Comisiones de presentación y anuales
Los costes de presentación de la documentación de constitución varían de un estado a otro, y también se cobran comisiones anuales para mantener el estatus de la empresa.Entorno normativo y regulatorio
Cada estado tiene su propia normativa sobre empresas. El nivel de regulación puede influir en la facilidad o dificultad de hacer negocios.Régimen jurídico y precedentes
Algunos estados, como Delaware, cuentan con un consolidado organismo de derecho societario que puede ofrecer previsibilidad a las empresas. El Tribunal de Equidad de Delaware es bien conocido por su desarrollada jurisprudencia sobre cuestiones empresariales.Leyes de protección de la privacidad
El nivel de información que debe divulgarse públicamente varía según el estado. Algunos estados exigen que se haga pública más información sobre los propietarios y operadores de empresas, mientras que otros ofrecen más privacidad.Impuestos de franquicia
Algunos estados imponen impuestos de franquicia a las empresas constituidas en su jurisdicción por el privilegio de constituirse allí. Suelen ser comisiones fijas o basadas en el patrimonio neto de la sociedad.Flexibilidad de la legislación de sociedades
Algunos estados ofrecen más flexibilidad en materia de gobernanza empresarial. Por ejemplo, esto podría incluir estructuras de gobernanza personalizadas o flexibilidad en torno a las reuniones del consejo de administración.Percepción del inversor
Los inversores suelen tener percepciones sobre la credibilidad y estabilidad de las empresas constituidas en distintos estados. Por ejemplo, muchas grandes empresas eligen constituirse en Delaware debido a su sólido marco jurídico y sistema judicial, por lo que los inversores suelen ver positivamente la constitución de sociedades en dicho estado.Estabilidad económica
La situación económica y la estabilidad de un estado también pueden ser un factor importante. Es posible que las empresas deseen constituirse en estados con economías fuertes y estables.Presencia y operaciones comerciales
Si tu empresa va a operar principalmente en un estado, puede tener sentido constituirse en ese estado. Constituir una sociedad en un estado distinto de aquel en el que operas puede llevarte a pagar tasas e impuestos en ambos estados y a enfrentarte a una complejidad normativa adicional.
La importancia de cada uno de estos factores es una decisión subjetiva que debe reflejar las preocupaciones y prioridades específicas de tu empresa. Tómate tu tiempo y analiza a fondo todas estas consideraciones.
Cómo elegir el estado en el que constituirse
Elegir el estado adecuado para constituir tu empresa es una decisión importante que puede afectar a la eficacia operativa, la salud financiera y el éxito general del negocio. Esta decisión influye en aspectos como los impuestos, la privacidad, la responsabilidad legal y la percepción de las partes interesadas. Siguiendo un proceso sistemático de toma de decisiones, puedes tomar una decisión estratégica que respalde los objetivos de tu empresa. Aquí tienes una guía detallada para elegir un estado en el que constituirte.
Identifica tus necesidades: comprende las necesidades específicas de tu empresa. Esto podría incluir parecer creíble para los inversores, una estructura de gobernanza empresarial más flexible o la privacidad de los propietarios.
Enumera los posibles estados: en función de tus necesidades, haz una lista de los posibles estados en los que podrías constituir tu empresa. Para muchas empresas, esta lista incluirá el estado de origen, Delaware (debido a su amplio organismo de derecho societario y su reputación entre los inversores) y estados con entornos fiscales favorables.
Investiga la legislación de sociedades de cada estado: comprende las leyes de sociedades de cada estado de tu lista, prestando especial atención a aquellas que afectan a tus necesidades específicas. Por ejemplo, si deseas una estructura de gobernanza empresarial flexible, analiza cómo las leyes de cada estado respaldan esta necesidad.
Comprende las implicaciones fiscales: contrata a un asesor fiscal para que te ayude a comprender las implicaciones fiscales de constituir una sociedad en cada uno de los estados de tu lista. Esto podría incluir el impuesto de sociedades, el impuesto de franquicia, el impuesto sobre las ventas o el impuesto sobre bienes inmuebles.
Considera las comisiones anuales y de presentación: estudia el coste de presentar los documentos de constitución y las comisiones anuales para mantener el estatus de sociedad en cada estado.
Evalúa el entorno normativo: considera el entorno normativo de cada estado, como la facilidad para hacer negocios y los requisitos normativos para las empresas.
Considera las leyes de protección de la privacidad: si te preocupa la privacidad, investiga el nivel de información que tendrías que revelar públicamente en cada estado.
Examina el régimen jurídico y los precedentes: revisa el régimen jurídico de cada estado, sobre todo si tu empresa opera en un sector muy regulado o en el que existen muchas disputas legales.
Considera la percepción de los inversores y la credibilidad de la empresa: si estás pensando en buscar fondos de inversión, ten en cuenta la percepción de los inversores hacia las empresas constituidas en cada estado.
Evalúa la estabilidad económica: comprueba la estabilidad económica de cada estado. Esto puede darte una idea de la capacidad futura del estado para mantener sus leyes y tipos impositivos vigentes para las empresas.
Compara y decide: después de considerar todos estos factores, compara tus opciones y toma una decisión. Tendrás que decidir qué factores son los más importantes para tu empresa.
Decidir dónde constituir una sociedad requiere una evaluación minuciosa de múltiples factores, por lo que la mejor opción para una empresa dependerá de sus necesidades y circunstancias particulares. Es una buena idea contar con el asesoramiento de expertos jurídicos y financieros a medida que avanzas en estos pasos, para asegurarte de que estableces una base firme para el éxito de tu negocio.
Una vez que hayas considerado todos estos factores y tomado tu decisión, puedes proceder a constituir tu sociedad en el estado elegido.
¿Cuáles son los estados más populares para constituir una sociedad?
El «mejor» estado para constituir una sociedad depende de las circunstancias y necesidades específicas de cada empresa. Estos son algunos de los estados preferidos y las razones por las que se prefieren:
Delaware
Delaware suele considerarse la norma de oro para la constitución de sociedades, sobre todo para las de mayor tamaño y las que aspiran a cotizar en bolsa. Esto se debe, principalmente, a su bien desarrollado y sofisticado organismo de derecho societario. El Tribunal de Equidad de Delaware, especializado en derecho mercantil, es famoso por su completa jurisprudencia y su capacidad de tomar decisiones rápidas. Esta seguridad jurídica proporciona un nivel de previsibilidad a las empresas.
Delaware también ofrece unos estatutos flexibles que permiten a las empresas estructurar su gobernanza y gestión como consideren oportuno. Sin embargo, Delaware no es necesariamente el estado más barato para las empresas, en particular las más pequeñas. El estado tiene un impuesto anual de franquicia que puede ser sustancial para las grandes empresas, y sus comisiones de constitución no son las más bajas. Además, las empresas que operan en otro estado tendrán que seguir pagando para obtener la autorización para operar en ese estado, lo que puede acarrear costes y complejidad adicionales.
Nevada
El estado de Nevada, conocida por su entorno favorable a las empresas, no tiene impuesto estatal de sociedades, ni impuesto de franquicia, ni impuesto sobre la renta. Estas ventajas fiscales pueden ser importantes para las empresas. Además, Nevada ofrece sólidas protecciones de la privacidad y permite el uso de directivos y administradores nominales, lo que puede ayudar a proteger la identidad de los propietarios de las empresas. El estado también cuenta con fuertes protecciones contra el «levantamiento del velo corporativo», una decisión judicial en la que los tribunales anulan la protección de responsabilidad limitada del propietario del negocio proporcionada por la empresa, lo que ofrece un alto grado de protección a los propietarios de sociedades.
No obstante, las empresas que estén pensando en Nevada deben ser conscientes de que si operan principalmente en otro estado, es probable que sigan estando sujetas a impuestos en ese estado. Además, la falta de una jurisprudencia en materia de sociedades consolidada en Nevada puede conducir a una menor previsibilidad en el régimen jurídico en comparación con un estado como Delaware.
Wyoming
Wyoming tiene muchas de las ventajas que ofrece Nevada: no hay impuesto estatal de sociedades, impuesto de franquicia ni impuesto sobre la renta, y el estado ofrece sólidas protecciones de la privacidad a las empresas. Wyoming también tiene fama de contar con un entorno jurídico favorable a las empresas, que incluye protecciones contra el levantamiento del velo corporativo. Además, Wyoming ofrece «duración indefinida» para las sociedades, lo que significa que estas pueden seguir existiendo incluso si un propietario fallece o abandona el negocio.
Una consideración importante para las empresas que consideren Wyoming es que, al igual que Nevada, la legislación de sociedades del estado no está tan consolidada ni es tan predecible como la de Delaware. Además, las empresas que operan en otro estado seguirán necesitando cumplir los requisitos para hacer negocios en ese estado, lo que puede acarrear costes y requisitos normativos adicionales.
Estado de origen
Para muchas pequeñas y medianas empresas, las ventajas de constituirse en estados como Delaware, Nevada o Wyoming pueden no compensar los costes y complejidades de hacer negocios como sociedad extranjera en el estado en el que operan. Si una empresa opera principalmente en un estado, a menudo tiene sentido constituirse en ese estado. Constituirse en el estado de origen también garantiza que las operaciones de la empresa se rijan por las leyes del estado en el que opera, lo que puede proporcionar cierto grado de seguridad jurídica.
Tanto si eres propietario de una pequeña empresa, un emprendedor que acaba de empezar o una gran empresa que planea expandirse, toma tu decisión de constitución con detenimiento. Además, contrata a asesores jurídicos y financieros que puedan orientarte sobre los matices de las distintas jurisdicciones. En definitiva, el mejor estado para constituir una sociedad es el que mejor se adapte a las necesidades específicas de tu empresa y a tus objetivos a largo plazo.