Optar por el impuesto al valor agregado (IVA) al cobro es una decisión inteligente para las empresas aptas que desean mejorar la gestión de su flujo de efectivo. Proporciona más flexibilidad para los pagos de IVA, aunque es posible que se necesite una organización contable estricta.

¿Qué contiene este artículo?

• ¿Qué es el IVA en el recibo?
  
• ¿Cómo funciona el IVA en el recibo?
  
• ¿Cómo se declara el IVA en el recibo?
  
• ¿Quién puede utilizar el IVA en el recibo?
  
• Pros y contras del IVA en el recibo
  

¿Qué es el IVA al recibo?

El IVA en el recibo, también llamado «IVA sobre las ventas», es un sistema fiscal en el que una empresa deduce el IVA cuando recibe un pago por sus servicios.

Esto contrasta con el IVA en la facturación, o «IVA en el débito», en el que una empresa calcula el IVA en función del importe total de las facturas emitidas.

El IVA en el recibo es una opción en el régimen fiscal normal, que permite a una empresa diferir el IVA hasta que reciba el pago del cliente en lugar de calcularlo cuando emite la factura.

¿Cómo funciona el IVA en el recibo?

Facturación

Cuando una empresa presta un servicio a un cliente, emite una factura pormenorizada. Allí se muestra el precio exacto del servicio prestado, sin IVA. A este importe se le suma el IVA, un impuesto indirecto que respalda los servicios públicos. La tasa de IVA que apliques depende del tipo de servicio y del país donde lo prestes. El importe total de la factura, impuestos incluidos («toutes taxes comprises» o TTC), es la suma del precio antes de impuestos y el IVA.

Recibo

En el caso de la venta de bienes, se paga el IVA en la fecha de entrega. Sin embargo, en el caso de los servicios, se aplica el IVA a todos los pagos entrantes, incluidos los depósitos, los anticipos u otros pagos parciales.

En el caso de los servicios, el trabajo suele llevar más tiempo y es posible que se facture en cuotas. Cuando la empresa recibe el pago del cliente, calcula el IVA en función del importe recibido.

¿Cómo se declara el IVA en el recibo?

Con este régimen, puedes prorrogar el IVA hasta recibir el pago. Debes declarar el IVA recaudado y pagarlo a las autoridades fiscales en el plazo requerido.

Cuando una empresa declara su IVA, debe completar el formulario n.° 3310-CA3. El formulario debe indicar claramente que la empresa eligió el sistema de IVA en el cobro, para que las autoridades fiscales puedan aplicar las reglas específicas de este sistema y evitar cualquier riesgo de retasación.

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¿Quién puede usar el IVA en el recibo?

El IVA al cobro es adecuado para las empresas de servicios, como las agencias de comunicación, que ofrecen servicios como el diseño de sitios web, la gestión de campañas publicitarias en Internet o la consultoría de comunicación. Estas empresas suelen facturar sus servicios a empresas que pueden tardar varios días o meses en pagar.

Cuando una agencia de comunicación elige el IVA al cobro, debe pagar el IVA solo por los importes recibidos de sus clientes, independientemente del retraso entre la prestación de los servicios y la recepción del pago.

Por ejemplo, si una agencia presta servicios valorados en €10,000 sin IVA en septiembre, tendrá que pagar €2000 de IVA. Sus clientes pueden pagar €7500 sin IVA en octubre, lo que significa €1500 de IVA cobrado, y luego pagar los €2500 restantes sin IVA, o €500 de IVA cobrado, en noviembre.

En este caso, la agencia no declara nada en septiembre. En octubre, deberá declarar €1500 de IVA recaudado, y en noviembre, €500.

Pros y contras del IVA en el recibo

Ventajas

• El IVA en el recibo ofrece varios beneficios para las empresas. Su cálculo suele ser más sencillo porque se basa en los pagos reales recibidos, es decir, los importes que la empresa ve directamente en su cuenta.
  
• El IVA en los recibos de caja también ayuda con la gestión del efectivo, ya que reduce el riesgo de quiebra. Las empresas pueden mejorar la gestión de su flujo de caja deduciendo el IVA al recibir pagos.
  
• Este sistema proporciona una clara ventaja en la gestión del riesgo financiero. Al aplazar la obligación de pagar el IVA hasta recibir el pago, las empresas reducen el riesgo de pagar impuestos por facturas no pagadas.
  

Desventajas

• Un inconveniente del IVA en el recibo es que los pagos irregulares de los clientes pueden provocar fluctuaciones significativas en el importe del IVA que declaras. De este modo, los montos adeudados pueden fluctuar significativamente de un mes a otro.
  
• El IVA en el recibo agrega un nivel de complejidad a la contabilidad y la presentación de informes del IVA. Los clientes pueden pagar en varias cuotas a lo largo de varios meses, con diferentes fechas de vencimiento. Una empresa también puede celebrar un acuerdo de inversión del sujeto pasivo del IVA con determinados clientes, lo que complica aún más el proceso de elaboración de informes. A las empresas con un gran volumen de clientes y facturas les puede resultar más difícil gestionar el IVA en el recibo.