¿Qué son los activos en el ámbito de la contabilidad?

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Más información 
  1. Introducción
  2. Tipos de activos contables
  3. ¿Cómo se clasifican los activos en el balance?
  4. ¿Cuál es la diferencia entre activos tangibles e intangibles?
  5. ¿Por qué son importantes los activos a la hora de tomar decisiones empresariales?
  6. ¿Cómo se valoran los activos en la contabilidad?
    1. Costo histórico
    2. Valor justo de mercado
    3. Depreciación
    4. Deterioro
  7. ¿Qué errores comunes cometen las empresas cuando registran activos?

Un activo es cualquier cosa que posea una empresa que tenga un valor medible. Los activos pueden ser elementos físicos, como equipos e inventarios, o elementos no físicos, como patentes y marcas comerciales. Un activo debe ser propiedad o estar controlado por la empresa y proporcionar un beneficio económico en la actualidad o a futuro.

Los servicios de contabilidad tienen una gran demanda, y el mercado mundial de servicios de contabilidad está valorado en más de 660.000 millones de dólares en 2025. La gestión de activos es una parte importante de la contabilidad empresarial. A continuación, analizaremos cómo se clasifican los activos en el balance general, cómo se valoran en la contabilidad y los errores comunes que cometen las empresas cuando los registran.

¿Qué contiene este artículo?

  • Tipos de activos contables
  • ¿Cómo se clasifican los activos en el balance?
  • ¿Cuál es la diferencia entre activos tangibles e intangibles?
  • ¿Por qué son importantes los activos a la hora de tomar decisiones empresariales?
  • ¿Cómo se valoran los activos en la contabilidad?
  • ¿Qué errores comunes cometen las empresas cuando registran activos?

Tipos de activos contables

Existen diferentes tipos de activos, y los contadores los clasifican para facilitar su seguimiento y la presentación de información financiera. Estos son los tipos principales:

  • Activos corrientes: Se trata de activos que una empresa espera gastar o convertir en efectivo en el plazo de un año. Piensa en ellos como recursos a corto plazo. Algunos ejemplos son el efectivo, las cuentas por cobrar y el inventario.

  • Activos no corrientes: Se trata de recursos «fijos» o a largo plazo que tu empresa utiliza a lo largo del tiempo para generar ingresos. No se pueden convertir fácilmente en efectivo. Algunos ejemplos son la maquinaria, los edificios y los terrenos.

  • Activos intangibles: Se trata de activos no físicos, pero que igual tienen valor. Los activos intangibles son más difíciles de valorar, pero pueden ser tan importantes como los activos físicos, especialmente en sectores como la tecnología y el entretenimiento. Algunos ejemplos son las marcas comerciales, las patentes y otros derechos de propiedad intelectual (PI).

  • Inversiones financieras: Las empresas a veces destinan fondos a otras inversiones. Estos se consideran activos porque se espera que generen rendimientos financieros más adelante. Algunos ejemplos son las acciones, los bonos y los fondos mutuos.

¿Cómo se clasifican los activos en el balance?

El balance general enumera y contabiliza todos tus activos y los agrupa por liquidez (es decir, qué tan rápido se pueden convertir en efectivo). Así es como se agrupan:

  • Activos corrientes: Los activos más líquidos (como el efectivo y las cuentas por cobrar) se ubican en la parte superior del balance.

  • Activos no corrientes: Por debajo de los activos corrientes se ubican los menos líquidos, como las propiedades, los equipos y las marcas registradas. Estos tardan más en venderse o convertirse en efectivo, pero son necesarios para el funcionamiento de la empresa.

¿Cuál es la diferencia entre activos tangibles e intangibles?

Los activos tangibles son elementos físicos; son fáciles de identificar y valorar. Por ejemplo:

  • Computadoras

  • Mobiliario de oficina

  • Vehículos de la compañía

  • Inventario

  • Edificios

Los activos intangibles carecen de forma física, pero igual tienen valor económico. Estos son algunos ejemplos:

  • Un nombre de marca reconocible

  • Derechos de autor de contenido original

  • Acuerdos de licencia

  • Secretos comerciales

Aunque no consistan en algo tangible, estos activos a menudo desempeñan un papel importante en el éxito de una empresa. Por ejemplo, el valor de una marca reconocida a nivel mundial como Coca-Cola va mucho más allá de sus fábricas físicas e inventario.

¿Por qué son importantes los activos a la hora de tomar decisiones empresariales?

Los activos influyen en el funcionamiento y la expansión de una empresa. Saber qué activos posee una empresa y su estado actual ayuda a los directivos a decidir dónde invertir y puede influir en las decisiones sobre lo siguiente:

  • Expansión: Si una empresa tiene un depósito infrautilizado, podría centrarse en aumentar la producción para maximizar su uso en lugar de invertir en nuevos inmuebles.

  • Actualizaciones y mantenimiento: Las empresas valoran regularmente sus activos fijos (por ejemplo, maquinaria, equipos) para determinar si se necesitan actualizaciones o reemplazos para seguir siendo competitivas.

  • Asignación de recursos: Cuando los presupuestos son ajustados, comprender el valor y la función de los activos corrientes ayuda a priorizar el gasto en áreas que proporcionan el mejor retorno de la inversión.

  • Fusiones y adquisiciones: Cuando una empresa considera adquirir a otra, puede evaluar la base de activos de la empresa objetivo para ayudar a determinar su valor y posibles compatibilidades.

  • Cambios en el mercado: Si una empresa tecnológica posee derechos de propiedad intelectual obsoletos, podría destinar recursos al desarrollo de soluciones de vanguardia para seguir siendo competitiva.

  • Gestión de crisis: En tiempos difíciles, activos como las reservas de efectivo y las inversiones líquidas pueden actuar como un salvavidas, mientras que puede ser necesario vender los activos ilíquidos o de bajo rendimiento para estabilizar la empresa.

Los activos también sirven de base para evaluar la estabilidad financiera de una empresa. El equilibrio entre activo, pasivo y patrimonio neto determina qué tan preparada está una empresa para sobrevivir a las recesiones o aprovechar las oportunidades de crecimiento. Las partes interesadas analizarán parámetros como el ratio corriente (activo corriente dividido por pasivo corriente) para evaluar la liquidez y la solvencia. Los bancos y los inversores analizarán detenidamente el valor, el tipo y la liquidez de los activos para confirmar que la empresa tiene los recursos necesarios para cumplir con las obligaciones de pago antes de aprobar el crédito o las inversiones. Una empresa minorista con un gran inventario y bienes inmuebles valiosos podría obtener una mejor tasa de préstamo que una con activos tangibles limitados.

¿Cómo se valoran los activos en la contabilidad?

La valoración precisa de los activos es importante para el cumplimiento de las normas contables y para la transparencia con los inversores, los prestamistas y las partes interesadas. Los contadores utilizan diferentes métodos para asignar valor a un activo, dependiendo del tipo de activo y su propósito. Estos son algunos de los métodos más utilizados:

Costo histórico

El costo histórico basa el valor del activo en el precio de compra original. Por ejemplo, si una empresa compra un edificio por $1 millón, el valor del edificio en el balance general seguirá siendo de $1 millón a menos que se apliquen ajustes como la depreciación.

El costo histórico es objetivo y fácil de monitorear, lo que lo convierte en un punto de partida confiable. Pero este método no refleja los cambios en el valor de mercado. Un edificio comprado hace 20 años por $1 millón ahora podría valer $5 millones, pero esa apreciación no se mostrará en el balance general si solo se utiliza el método del costo histórico.

Valor justo de mercado

El valor justo de mercado representa el precio por el que un activo podría venderse en el mercado actual. Este método es especialmente útil para activos como los bienes inmuebles, las inversiones en acciones y bonos y los artículos especiales (por ejemplo, obras de arte, objetos de colección).

El valor justo de mercado proporciona una perspectiva más realista del valor de un activo, pero puede fluctuar en función de las condiciones del mercado. Esto puede hacer que sea más difícil mantener la coherencia a la hora de presentar información financiera.

Depreciación

Para un activo que pierde valor con el tiempo, como un vehículo o equipo, la depreciación distribuye el costo a lo largo de su vida útil. Por ejemplo, un camión comprado por $50.000 con una vida útil de 10 años incurriría en un gasto de depreciación de $5.000 por año. Este reconocimiento gradual de gastos ayuda a las empresas a hacer coincidir el costo de utilizar el activo con los ingresos que genera.

Estas son dos maneras de calcular la depreciación:

  • Método de línea recta: Se distribuye el costo de manera uniforme a lo largo de la vida útil del activo.

  • Depreciación acelerada: Se adelantan los gastos, lo que puede ser útil con fines fiscales, pero complica los estados contables.

Deterioro

A veces, un activo pierde valor más rápido de lo esperado debido a factores externos como las caídas del mercado y la obsolescencia. Las pruebas de deterioro ajustan el valor contable del activo para reflejar la reducción de su vida útil. Por ejemplo, si un equipo se vuelve obsoleto debido a una nueva tecnología, su valor en el balance general se ajustará para reflejar la reducción en su valor de mercado.

¿Qué errores comunes cometen las empresas cuando registran activos?

Incluso las empresas experimentadas pueden cometer errores al contabilizar activos. Estas son algunos situaciones a las que hay que prestar atención:

  • Sobreestimar el valor de los activos: Es fácil sobrevalorar un activo, en especial, con los activos intangibles como la reputación de la marca. Inflar el valor de los activos puede dar lugar a proyecciones financieras poco realistas y a tomar malas decisiones.

  • No considerar los activos intangibles: Algunas empresas se centran únicamente en los activos físicos y no consideran el valor de los derechos de propiedad intelectual u otros activos intangibles. Este descuido puede subestimar el verdadero valor de una empresa.

  • Olvidarse de la depreciación: No tener en cuenta la depreciación sesga los informes financieros y puede dar lugar a gastos inesperados.

  • Mezclar activos personales y comerciales: Los propietarios de pequeñas empresas a menudo mezclan sus recursos personales con los comerciales. Esto puede complicar el control financiero y causar problemas durante las auditorías.

El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, adecuación o vigencia de la información incluida en el artículo. Si necesitas asistencia para tu situación particular, te recomendamos consultar a un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción.

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