Stripe y Reino Unido: una década en la economía digital

Hace diez años, Stripe pasó a modo activo en Reino Unido y empresas de todos los rincones del país crearon sus cuentas y comenzaron su periplo en Internet. Entre ellas se incluía Bloom & Wild, la idea de Aron Gelbard, quien encontró un modo de introducir ramos de flores por los buzones y creó una empresa en línea con la tecnología de Stripe.

«Era un momento muy emocionante para poner en marcha una empresa en Internet. Éramos de los pioneros en Reino Unido, por lo que no había ningún manual de instrucciones», recuerda Gelbard.

Bloom & Wild fue una de las muchas primeras apuestas por un concepto no probado. En el momento en el que Gelbard comenzaba, Internet ya tenía 30 años de antigüedad, pero la economía de Internet seguía en pañales. Cuatro millones de hogares en Reino Unido no tenían acceso a Internet y siete millones de adultos nunca lo habían utilizado; la mitad de la población todavía no tenía smartphones y Reino Unido acababa de presentar su primera red 4G.

Bloom & Wild se lanzó en 2013 y ahora presta servicio a millones de clientes en ocho países.

Diez años más tarde, todo eso ha cambiado. En la actualidad, más del 90 % de los adultos británicos utilizan Internet en el móvil y el 60 % de ellos están conectados a redes 5G. El comercio en línea ha experimentado un aumento vertiginoso como consecuencia de ello, desde el 10,5 % de las ventas de comercios minoristas en 2013 al 26,6 % actual (una cifra que no deja de aumentar). Bloom & Wild ahora presta servicio a millones de clientes en ocho países.

La infraestructura digital necesaria para comenzar y dirigir un negocio en línea también ha mejorado drásticamente. Los costes de software para empresas en línea han bajado un 90 % en la última década, según las estimaciones de Stripe. Han aparecido plataformas que proporcionan productos de software empresarial rentables y de fácil acceso para todos los sectores imaginables, desde Treatwell, una solución para salones de peluquería y belleza hasta Herdwatch para la agricultura.

Como resultado, nunca ha sido más sencillo convertir una idea en una empresa en línea. En 2013, unas pocas empresas y organizaciones benéficas británicas utilizaban Stripe. Ahora, más de 300 empresas empiezan a usar Stripe cada día y las empresas británicas en conjunto procesan cerca de mil millones de transacciones al año a través de Stripe.

Reequilibrio regional

El dominio londinense en la economía de Internet no es ninguna sorpresa, ya que es la ciudad que alberga más usuarios de Stripe en todo el mundo. Sin embargo, la infraestructura financiera accesible ha proporcionado las bases del crecimiento rápido fuera de los mayores centros tecnológicos de Reino Unido.

Más de la mitad de las ciudades de Reino Unido aumentó su volumen de pagos más rápido que Londres en los últimos tres años, y la aceleración más rápida se produjo en lugares tan variados como Warrington, Southend-on-Sea y las Islas Hébridas Exteriores. Desde Salisbury a Sutton, pasando por Stoke-on-Trent, actualmente hay 90 ciudades en Reino Unido que procesan más de 100 millones de libras al año usando los productos de Stripe, tres veces más que antes de la pandemia.

Una de ellas es Wigan, una antigua localidad conocida por sus molinos y sus minas de carbón que ahora tiene miles de empresas que usan Stripe para participar en la economía de Internet. Entre ellas, se incluye una aplicación de almacenamiento en la nube y un especialista en nebulizadores, además de establecimientos locales, como la carnicería, el restaurante de curry y el equipo de fútbol. Casi 750 empresas en Wigan han procesado más de 1 millón de libras en Stripe.

Las localidades pequeñas y rurales también están desarrollando sus economías en línea. Las Hébridas Exteriores son un grupo de islas pintorescas frente a la costa noroeste de Escocia. Su ubicación remota, junto con una población menguante, hacen que resulte sorprendente encontrar allí una economía de Internet en auge, pero es lo que está ocurriendo.

Cientos de empresas locales de las Islas Hébridas Exteriores utilizan Stripe para funcionar en línea, incluyendo la destilería de la Isla de Harris, el castillo de Amhuinnsuidhe, el festival de música HebCelt, Uist Wool, tiendas de surf, especialistas en productos botánicos, hostales, casas de campo e incluso casas en los árboles en todo el archipiélago. En conjunto, estas empresas han multiplicado por 6,5 su volumen de pagos en Stripe en los últimos tres años, superando a la mayor parte de Reino Unido.

«Hace diez años, estaba claro que la geografía dejaría de ser un factor importante para la economía en línea, pero era difícil imaginar que las empresas de Internet estarían en tantos hogares y calles principales del Reino Unido. La economía de Internet cada vez está en más lugares y eso son buenas noticias para quien esté creando un negocio», señala Max Roberts, responsable de Europa, Oriente Medio y África de Stripe.

SaaS: las grandes impulsoras

Muchas de estas empresas ahora se gestionan en plataformas de software desarrolladas en Reino Unido que ofrecen soluciones especializadas para cada sector económico. Ya sea una iglesia o una discoteca, el acceso a las soluciones de plataforma ha reducido drásticamente las barreras para gestionar una empresa en línea, al tiempo que ha contribuido al crecimiento económico en todo el país. Las plataformas de SaaS son especialmente potentes para las empresas más pequeñas, con un perfil menos tecnológico, y el 73 % de las empresas pequeñas de Reino Unido ahora utilizan por lo menos una plataforma de software.

Mixcloud ha dedicado más de una década a crear nuevas maneras de generar dinero para los creadores de la industria musical.

En 2013 apenas había unas pocas plataformas de SaaS con sede en Reino Unido, pero actualmente hay cientos que prestan servicio a cientos de miles de empresas. Cuando la pandemia creó una necesidad urgente de pasar el comercio a Internet, el número de empresas que utilizaban plataformas de software de Reino Unido se triplicó con creces.

Estas plataformas han aumentado sus volúmenes de procesamiento en Stripe más de 1.280 veces a lo largo de la última década. Y, a diferencia de otros tipos de empresas británicas que usan Stripe, las plataformas de SaaS se han vuelto más internacionales: prestan servicio a empresas en más de 40 países de todo el mundo y han duplicado con creces la proporción de sus pagos que son internacionales, del 10 % al 21 %.

La próxima década

Las primeras empresas en adoptar en Stripe en Reino Unido fueron, en su mayoría, startups nativas digitales. En la actualidad, el perfil típico del nuevo usuario de Stripe es muy distinto, ya que cada sector y cadena de valor se está rediseñando en torno a Internet. Hace diez años, la financiación se centraba en las herramientas de comercio móvil y tecnología publicitaria, mientras que ahora los inversores apuestan por la tecnología climática y las IA generativas. La conversación ha pasado de tener un smartphone a aceptar pagos con él.

La siguiente década de innovación permitirá adoptar modelos de negocio que hoy en día no son posibles. El progreso en la banca abierta impulsará las fintech y proporcionará un modelo para la innovación facilitada por los organismos reguladores en otras industrias altamente supervisadas. Las divisas digitales ofrecerán nuevas oportunidades desde micropagos por artículos de noticias únicos hasta transferencias automáticas a comunidades que restauran bosques. La inteligencia artificial cambiará cómo funcionan las empresas en Internet, con plataformas de SaaS del sector bien posicionadas para ampliar el acceso a estas herramientas a todos los tipos de empresas.

«Es fácil subestimar hasta qué punto las empresas tecnológicas forman ya parte del amplio tejido de la economía británica. Empresas creadas en Londres, Manchester y Edinburgo están ampliando el acceso a las oportunidades en línea para millones de emprendedores de todo el país. Ya sean plataformas de software que bajan el coste de poner en marcha una empresa en Internet o una IA generativa que aumenta con creces la productividad, estamos emocionados por lo que conseguirán las startups británicas en los próximos años», comenta John Collison, presidente y cofundador de Stripe.