Para crear una empresa, primero necesitas una idea. Tal vez sea un momento de inspiración: un producto que quisieras que exista, un servicio que sabes que la gente necesita o una manera mejor para resolver un problema. Pero, ¿qué sigue después? El desafío es convertir esa idea en algo que sea real y pueda crecer.
La buena noticia es que se crean nuevas empresas a diario y todas comenzaron como una idea. EE. UU., por ejemplo, registró un promedio de 430,000 solicitudes empresariales nuevas por mes en 2024. A continuación, te explicamos lo que necesitas para convertir tu idea en una empresa, como la validación de tu concepto, el cumplimiento de los requisitos legales y mucho más.
¿Qué contiene este artículo?
- ¿Cómo validas tu idea de empresa?
- ¿Cómo se financia una nueva idea de empresa?
- ¿Qué requisitos legales debes cumplir?
- ¿Cuáles son los errores comunes a la hora de crear una empresa a partir de una idea?
- ¿Cómo puede Stripe apoyar el lanzamiento de tu empresa?
¿Cómo validas tu idea de empresa?
Validar tu idea de empresa significa probarla en el mundo real. A continuación, te explicamos cómo hacerlo sin depender de suposiciones poco claras:
Empieza por el problema
Piensa en el problema que tu idea resuelve. Luego, habla directamente con las personas que tienen el problema. Pregúntales sobre sus frustraciones, qué intentaron antes y por qué no funcionó. El objetivo es averiguar si les importa la resolución del problema.
Por ejemplo, si creas una aplicación para ayudar a los padres ocupados a administrar los horarios de sus hijos, busca a algunos padres y pregúntales: «¿Cuál es la parte más difícil de mantener todo organizado?» y «¿Usas algo para eso ahora? ¿En qué te gustaría que fuese mejor?»
Crea una versión básica de tu idea
Antes de invertir meses de tiempo y dinero, crea una versión básica de tu producto que demuestre la idea principal. Esta versión será tu prueba de concepto. Puedes utilizar herramientas sencillas para representar tu idea o crear una versión que no requiera programación.
Por ejemplo, Dropbox no comenzó como un producto completo: creó un video corto para mostrar cómo funcionaría la tecnología y lo usó para medir el interés.
Prueba la versión básica
Muestra tu producto o concepto básico a personas reales y observa qué sucede. Una campaña previa al lanzamiento es una excelente manera de medir el interés sin comprometerte con la idea. Crea una página de destino en la que las personas puedan inscribirse, reservar o unirse a una lista de espera. O lanza una pequeña campaña publicitaria para atraer visitantes y hacer un seguimiento de quién interactúa con ella. Una tasa de clics del 2 % o más es probablemente una señal de que hay interés en tu idea.
Observa a los competidores, pero no les copies
Investiga lo que tus competidores hacen bien y en qué pueden mejorar. Revisa las reseñas, sobre todo las negativas, para encontrar vacíos que puedas llenar. Utiliza herramientas como Similarweb o Ahrefs para ver cómo se desempeñan los competidores en línea y concéntrate en cómo puedes destacar.
Prueba los precios con tiempo
No esperes para saber si la gente pagará por tu idea. Empieza a probar los precios con tiempo. Pregunta a los posibles clientes cuánto pagarían o realiza pruebas A/B a diferentes precios con tus primeros usuarios.
Por ejemplo, si lanzas un boletín informativo, intenta comparar el nivel de interacción entre un precio de USD 5 y USD 10 por mes.
Haz un seguimiento de lo que hace la gente, no solo de lo que dice
Tus primeros usuarios son tu mejor fuente de comentarios. Presta atención a cómo interactúan con tu producto. ¿Vuelven después de probarlo por primera vez? ¿Lo comparten con otras personas? Si no lo siguen usando o compartiéndolo, averigua por qué.
Sigue mejorando con los comentarios
Es un proceso iterativo. Escucharás cosas que no quieres escuchar, pero así es como puedes mejorar. Usa lo que aprendas para mejorar tu idea, probar de nuevo y repetir.
Ten en cuenta estas señales de advertencia
Las personas dicen que tu idea es genial, pero no están dispuestas a pagar o comprometerse.
No ves reacciones fuertes, positivas o negativas. Una respuesta tibia es peor que una crítica dura.
Es difícil explicar por qué tu idea es diferente de lo que hay en el mercado.
¿Cómo se financia una nueva idea de empresa?
La forma de financiar una nueva idea de empresa depende de dónde te encuentres, qué estés creando y cuánto necesites. A continuación, te explicamos cómo puedes abordar la financiación:
Empieza con tu propio dinero
Es más fácil empezar con tus propios recursos. Esto se conoce como autofinanciamiento y puede implicar sacar dinero de tus ahorros, usar los ingresos de un trabajo diario para cubrir los costos iniciales o usar los recursos que tienes (p. ej., una oficina en casa, herramientas personales).
Con este método, mantienes el 100 % de la propiedad y evitas las deudas o la presión externa. Pero solo puedes comprometer lo que puedes permitirte perder. Empieza de forma sencilla para asumir menos riesgos si tu empresa no tiene éxito de inmediato.
Busca apoyo en amigos y familiares
Las personas que conoces bien suelen estar más dispuestas a darte una oportunidad que un banco o un inversor. Sé transparente sobre si se trata de un préstamo, una inversión o un regalo, y ponlo todo por escrito para que las expectativas sean claras.
El dinero y las relaciones pueden complicarse si la empresa no tiene éxito, así que comunica los riesgos con honestidad.
Prueba la demanda con crowdfunding
Plataformas como Kickstarter o Indiegogo pueden ayudarte a recaudar dinero y validar tu idea. La gente respalda tu proyecto a cambio de recompensas, pedidos anticipados o incluso acciones. Crea una campaña atractiva que explique tu idea y lo que obtienen los patrocinadores, y compártela ampliamente: tu campaña es tan buena como tu capacidad para promocionarla.
Con este método, recaudarás fondos y generarás entusiasmo al mismo tiempo. El éxito se reduce a la narrativa: si tu discurso no conecta con las personas, no las convencerás.
Considera préstamos para pequeñas empresas
Si tienes un plan sólido y algo de tracción temprana, es posible que quieras obtener un préstamo. Es un camino tradicional, pero sigue siendo viable si cumples con los criterios. Los bancos, la Administración de Pequeñas Empresas y los prestamistas en línea pueden otorgar préstamos más pequeños y más rápidos.
Con este método, no renuncias a las acciones; solo te comprometes a pagar. Los prestamistas querrán ver un plan sobre cómo les pagarás, así que asegúrate de que tus proyecciones sean realistas.
Busca inversores ángeles
Los inversores ángeles son personas que invierten su propio dinero, a menudo a cambio de acciones. Por lo general, están más abiertos a las ideas en etapa inicial que los inversores más grandes, como los inversores de capital de riesgo.
Para encontrar inversores ángeles, crea redes de contacto en eventos o a través de plataformas como AngelList. Busca personas con experiencia en tu sector; suelen ofrecer consejos y conexiones, así como dinero en efectivo. Recuerda que renunciar a las acciones significa que estás compartiendo el control, así que asegúrate de que valga la pena.
Crece con capital de riesgo
Si tu idea tiene un gran potencial de crecimiento, el capital de riesgo puede ser adecuado. Los inversores de capital de riesgo invierten grandes cantidades de dinero a cambio de acciones, pero esperan un control compartido, un crecimiento rápido y un camino claro para crecer.
Para prepararte, crea una presentación que explique el problema, tu solución, la oportunidad de mercado y tu estrategia. Luego, busca empresas que se especialicen en tu sector o etapa comercial.
Busca subvenciones y concursos
Las subvenciones y los concursos empresariales no requieren devolución ni acciones. La desventaja es que suelen tener condiciones o un largo proceso de solicitud.
Puedes encontrar este tipo de financiamiento a través de programas gubernamentales, organizaciones empresariales locales o concursos específicos del sector. Pero estas oportunidades suelen tener requisitos estrictos, así que prepárate para cumplir todos.
Vende tu producto con anticipación
Si tu idea involucra un producto o servicio físico, considera venderlo antes de que esté completamente desarrollado. Esto puede darte un flujo de caja temprano y demostrar que tiene demanda. Ofrece pedidos anticipados a través de tu sitio web o plataformas como Shopify, y sé transparente sobre los plazos de entrega y los riesgos.
Con este método, financiarás la producción con el dinero de los clientes, no con préstamos o inversiones. Solo asegúrate de que puedas cumplir con los plazos, de lo contario, puedes dañar tu reputación.
Busca socios estratégicamente
Encuentra una empresa que se beneficie de tu éxito y proponga una asociación. Esa empresa puede financiarte a cambio de acceso anticipado, derechos exclusivos o una parte de los ingresos. Obtendrás algo más que dinero; aprovecharás sus recursos, su red de contactos y su experiencia. Solo asegúrate de que las condiciones del acuerdo sean adecuadas para tus objetivos a largo plazo.
Descubre la financiación basada en los ingresos
Esta opción implica obtener financiación por adelantado y devolverla como un porcentaje de los ingresos futuros. Debido a que los pagos dependen de tus ingresos, hay menos presión que con un préstamo tradicional. Este método funciona mejor para empresas con flujos de ingresos consistentes y predecibles.
¿Qué requisitos legales debes cumplir?
Cuando creas una empresa, debes cumplir con los requisitos legales para establecerla correctamente. El proceso puede parecer intimidante, pero dividirlo en partes manejables lo hace más fácil. Debes concentrarte en lo siguiente:
Elige la estructura comercial adecuada
La estructura de tu empresa afecta a todo: tus impuestos, responsabilidades y la cantidad de papeleo que deberás manejar. Algunas de las opciones más comunes son las siguientes:
Empresa unipersonal: es la estructura más simple, pero eres personalmente responsable de las deudas y responsabilidades.
Sociedad de responsabilidad limitada (LLC): protege tus activos personales y es fácil de administrar para las pequeñas empresas.
Sociedad anónima: es la mejor para las empresas que planean crecer, recaudar capital o emitir acciones, pero requiere más papeleo.
Piensa en los riesgos que implica tu empresa, cómo quieres manejar los impuestos y si necesitarás inversores.
Registra tu empresa
La mayoría de las empresas deben registrarse. Los pasos exactos dependen de tu ubicación y estructura, pero como mínimo, es probable que debas hacer dos cosas:
Deberás registrar el nombre de la empresa ante la autoridad local. Si tu nombre preferido para la empresa ya se utilizó, deberás elegir uno diferente.
Deberás obtener un número de identificación fiscal del gobierno, como un número de identificación del empleador (EIN) en EE. UU. Usarás tu número de identificación fiscal para declarar impuestos, contratar empleados y abrir una cuenta bancaria comercial.
Obtén licencias y permisos
Según lo que hagas, es posible que necesites licencias o permisos específicos para operar legalmente. Estos son algunos ejemplos:
Si vendes comida, necesitarás permisos de salud y seguridad.
Si abres una tienda minorista, necesitarás un permiso de vendedor o una licencia de impuestos sobre las ventas.
Si tienes una empresa en línea, es posible que debas registrarte para el impuesto sobre las ventas.
Consulta con el gobierno local cuáles son los requisitos. Varía ampliamente según el sector y la ubicación.
Protege tu propiedad intelectual
Si creaste algo único, un logotipo, un nombre de marca, el diseño de un producto o incluso un eslogan, debes protegerlo. Las protecciones de la propiedad intelectual incluyen lo siguiente:
marcas comerciales para proteger el nombre de tu marca, logotipo o eslogan;
patentes para proteger invenciones o diseños de productos únicos;
derechos de autor de obras creativas como la escritura, el arte y la música.
Si no proteges tu propiedad intelectual, otra persona puede copiar tu trabajo.
Infórmate sobre las obligaciones fiscales
La declaración de impuestos puede ser un desafío si no la realizas con tiempo. Algunos de los impuestos más comunes son los siguientes:
Impuesto sobre las ventas: si vendes productos (y, en algunos casos, servicios), deberás cobrar y remitir el impuesto sobre las ventas.
Impuestos sobre la nómina: si contratas empleados, serás responsable de retener y presentar los impuestos sobre la nómina.
Redacta contratos y acuerdos
Los contratos ayudan a evitar malentendidos y a proteger tu empresa. Estos acuerdos pueden ser los siguientes:
Acuerdos con clientes: deben detallar las condiciones de pago, las entregas y los próximos pasos si algo sale mal.
Acuerdos societarios: deben definir los roles, la participación en las ganancias y las condiciones de salida para ti y tus socios en el liderazgo.
Acuerdos con proveedores: deben describir lo que se espera que los proveedores y prestadores de servicios entreguen.
Personaliza los contratos según tus necesidades, idealmente con ayuda legal.
Cumple con las leyes laborales
Si contratas empleados, deberás cumplir con las leyes laborales locales. Esto incluye pagar al menos el salario mínimo, proporcionar un seguro de compensación para trabajadores y evitar la discriminación en las prácticas de contratación. Las violaciones de la ley laboral pueden dar a lugar a multas o demandas estrictas, así que se deben hacer las cosas bien desde el principio.
Establece un seguro comercial
El seguro te ayuda a gestionar los riesgos, desde demandas hasta accidentes. Según tu tipo de empresa, ten en cuenta lo siguiente:
seguro de responsabilidad general para cubrir accidentes, daños a la propiedad y algunos honorarios legales;
seguro de responsabilidad profesional para protección contra errores o fallas en la prestación de servicios;
seguro de responsabilidad por productos defectuosos para cubrir reclamos relacionados con defectos en los productos físicos.
Muchos clientes o socios necesitarán que tengas cobertura antes de trabajar contigo.
¿Cuáles son los errores comunes a la hora de crear una empresa a partir de una idea?
Crear una empresa a partir de una idea es emocionante, pero los errores comunes pueden sorprenderte si no tienes cuidado. A continuación, te presentamos algunos de los errores comunes que debes tener en cuenta y cómo evitarlos:
Enamorarte de la idea, no del problema
Uno de los mayores errores es encariñarte tanto con tu idea que ignoras si resuelve un problema real. Una gran idea que no aborda una necesidad no ganará terreno.
Para no caer en esta trampa, habla con los posibles clientes y pregúntales sobre sus problemas. Ten la disposición de cambiar de rumbo si los comentarios muestran que la solución no satisface sus necesidades.
Omitir la investigación de mercado
Puede que pienses que tu idea es innovadora, pero si no conoces el mercado, puedes perder tiempo y dinero en algo que nadie quiere, o en algo que otra persona hace mejor.
Para evitar esto, investiga a los competidores para comprender qué hay en el mercado y en qué se diferencia tu idea. Identifica a tu público objetivo y luego averigua sus hábitos de compra, preferencias y disposición para pagar.
No definir una propuesta de valor clara
Será difícil atraer clientes si no puedes explicar por qué tu producto o servicio es mejor, más rápido o más útil que las alternativas.
Concéntrate en lo que hace que tu empresa se destaque, ya sea una solución a un problema de nicho, un mejor servicio o una mejora de alguna manera. Prueba tu mensaje con personas reales para ver si genera impacto.
Tratar de hacer demasiadas cosas a la vez
Es tentador crear un producto con muchas funciones adicionales o dirigirse a todo tipo de clientes. Pero tratar de abarcar demasiado suele llevar al agotamiento.
En su lugar, comienza poco a poco con un producto pequeño viable que ofrezca el valor suficiente para probar tu idea. Enfoca tu atención en una audiencia principal al principio, y luego expándete a medida que crezcas.
Subestimar los costos
La mayoría de los fracasos empresariales están vinculados a problemas con el flujo de caja. Es fácil pasar por alto los costos ocultos, como el marketing, los impuestos y los contratiempos inesperados.
Para evitar esto, crea un presupuesto realista que tenga en cuenta los costos iniciales y los gastos corrientes. Crea un colchón de dinero para emergencias: te ahorrará estrés cuando ocurran.
Ignorar la configuración legal y administrativa
Omitir pasos como registrar tu empresa, obtener los permisos adecuados y proteger tu propiedad intelectual puede dar lugar a multas, problemas legales u oportunidades perdidas.
Investiga los requisitos legales en tu área y sector. Si algo te genera dudas, consulta a un experto. Es mejor gastar un poco antes que pagar por errores costosos más adelante.
No establecer precios estratégicamente
Muchas empresas nuevas establecen precios demasiado altos para sus productos y ahuyentan a los clientes, o demasiado bajos y no cubren los costos.
Investiga cuánto están dispuestos a pagar los clientes estudiando a los competidores y hablando con tu público objetivo. Prueba diferentes precios para encontrar el punto óptimo en el que los clientes vean valor y obtengas ganancias.
Centrarte demasiado en el producto en lugar de en los clientes
Es fácil dejarse llevar por el perfeccionamiento del producto y descuidar las relaciones con los clientes. Pero un buen producto no se venderá solo.
Equilibra el desarrollo de productos con el alcance a los clientes y empieza a crear una audiencia y a recopilar comentarios lo antes posible. Concéntrate en ofrecer valor y resolver los problemas de los clientes, no solo en crear funciones.
Descuidar el marketing
Incluso el mejor producto no tendrá éxito si nadie lo conoce. Subestimar el tiempo, el esfuerzo y los recursos necesarios para el marketing es un error común.
Para evitar esto, planifica tu estrategia de marketing con anticipación, incluso antes del lanzamiento. Utiliza canales rentables como las redes sociales, el marketing por correo electrónico y las asociaciones para llamar la atención.
Establecer expectativas de crecimiento poco realistas
Soñar en grande está bien, pero esperar un éxito instantáneo puede llevar a la decepción y a una mala toma de decisiones. El crecimiento lleva tiempo.
Establece hitos realistas basados en la investigación y los datos, y concéntrate en el crecimiento constante y sostenible.
Tratar de hacer todo por tu cuenta
Aunque es posible ahorrar dinero al principio haciendo todo por tu cuenta, esto puede causar agotamiento y un progreso lento. Nadie puede ser excelente en todas las áreas de una empresa.
En su lugar, identifica tus fortalezas y terceriza o delega tareas en las que no tengas experiencia. Crea una red de asesores o mentores que puedan guiarte y llenar los vacíos de conocimiento.
Ignorar los comentarios
Algunos fundadores se ponen a la defensiva cuando escuchan críticas o no actúan en función de los comentarios de los clientes. Esto puede hacerte perder tiempo con un producto o estrategia que no funciona.
Busca activamente comentarios de clientes, asesores y colegas, y úsalos como una oportunidad de aprendizaje. Utiliza sus comentarios para mejorar tu producto y tu mensaje.
¿Cómo puede Stripe apoyar el lanzamiento de tu empresa?
Stripe puede ayudarte con muchas tareas cuando lanzas una empresa, sobre todo en cuanto a gestionar los pagos, crecer y gestionar las operaciones de back-end. A continuación, te explicamos cómo Stripe puede marcar la diferencia:
Acepta pagos: Stripe hace que sea más fácil empezar a cobrar pagos de inmediato. Es compatible con las principales tarjetas de crédito y débito, y con métodos como carteras digitales, transferencias bancarias y métodos de pago locales. Si vendes internacionalmente, Stripe funciona con varias monedas, por lo que puedes aceptar pagos de clientes estén donde estén sin preocuparte por las conversiones de monedas o las configuraciones bancarias.
Ejecuta suscripciones: si tu empresa se basa en ingresos recurrentes, a través de membresías o software como servicio (SaaS), Stripe cuenta con herramientas para gestionar esos ingresos. Automatiza la facturación recurrente y gestiona la suba y la baja de categorías, y cancelaciones sin inconvenientes. También obtienes información sobre métricas como la pérdida de clientes y los ingresos recurrentes mensuales, que son importantes para el crecimiento de un modelo basado en suscripciones.
Ofrece una página de proceso de compra lista para usar: en lugar de crear tu propio proceso de compra, puedes usar la página de proceso de compra prediseñada de Stripe. Está diseñada para ayudar a los clientes a realizar sus compras rápidamente, con funciones integradas como el autocompletado y la verificación de errores. Si vendes internacionalmente, la página se adapta a la ubicación del cliente con su idioma y moneda.
Crea marketplaces o plataformas: si tu idea consiste en conectar a clientes y vendedores (como con un marketplace o una plataforma de economía colaborativa), Stripe Connect puede gestionar los pagos y el cumplimiento de la normativa por ti. Simplifica el onboarding de los vendedores al verificar sus identidades y datos bancarios, y te permite dividir los pagos entre varias partes automáticamente sin necesidad de crear una solución personalizada. Y está configurado para funcionar en diferentes regiones.
Te protege del fraude: el fraude siempre es un riesgo, sobre todo cuando empiezas. La función de detección de fraude integrada de Stripe, Stripe Radar, ayuda a mantener tus transacciones seguras. Marca los pagos sospechosos automáticamente mediante una IA que se vuelve más inteligente con el tiempo. Puedes modificar las reglas de detección de fraude para adaptarlas a las necesidades de tu empresa para no sufrir rechazos o sorpresas innecesarias.
Crece sin volverse lento: Stripe está diseñado para crecer. Si necesitas algo más personalizado a medida que te expandes, las interfaces de programación de aplicaciones (API) de Stripe permiten a tus desarrolladores crear sobre el sistema. Ya sea que se trate de un seguimiento de informes más detallados o de configuraciones de pago más complejas, Stripe crece contigo.
Gestiona los impuestos de forma automática: declarar impuestos pueden ser un desafío, sobre todo si vendes en varios países. Stripe Tax calcula automáticamente la tasa impositiva correcta en función de dónde se encuentren tus clientes y se asegura de que estés cobrando lo necesario. También realiza un seguimiento del cumplimiento de la normativa para que no te sorprendan los cambios en las normas o las auditorías.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, adecuación o vigencia de la información incluida en el artículo. Si necesitas asistencia para tu situación particular, te recomendamos consultar a un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción.