El reto

El hecho de que Meetup fuese, en sus orígenes, una plataforma dirigida a consumidores hacía que los pagos en la plataforma fuesen simples y claros: los organizadores pagaban una cuota mensual fija. Sin embargo, al expandir su público (y, por lo tanto, los pagos que recibían) al mundo de los negocios, necesitaron añadir soluciones más complejas que incluían varios niveles de suscripción, pagos recurrentes, períodos de prueba y cuotas en función del uso.

Meetup le asignó todo este proceso, de principio a fin, a una sola persona de su equipo de contabilidad que trabajaba a jornada completa: debía encargarse de calcular manualmente el importe mensual que tenía que facturarle a cada cliente, generar y enviar las facturas e importar los datos de los pagos a Intacct (su sistema de contabilidad) para la conciliación bancaria. Aunque al principio este sistema cumplía su función, no podía crecer al mismo ritmo que Meetup Pro: este producto dirigido a empresas creció a un ritmo tan rápido que resultaba imposible que una sola persona se encargase de toda su contabilidad.

El flujo manual de facturación por suscripción que Meetup había estado utilizando hasta ese momento impedía que el equipo pudiese experimentar con nuevas formas de paquetizar y presentar sus opciones de suscripción a los clientes de Meetup Pro: la empresa no disponía de las herramientas para realizar pruebas de forma sencilla y mejorar la experiencia del checkout. Además, hacer llegar las facturas a sus clientes consumía la mayor parte de su tiempo.

La solución

En ese momento, Meetup decidió buscar la ayuda de Stripe. Al integrar Stripe Billing, la empresa pudo optimizar todo su proceso de facturación periódica y automatizó las tareas que requerían más tiempo (como generar facturas y mover los datos de pagos de un sistema a otro); de esta manera, ya no hacía falta que uno de sus empleados se dedicara exclusivamente a monitorizar los pagos periódicos.

Gracias a Stripe, Meetup dispone ahora de las herramientas y la capacidad para experimentar con varios planes, modelos de precios y cómo presentarlos. En uno de sus experimentos, Meetup pidió que los usuarios proporcionasen los datos de su tarjeta al registrarse para una prueba gratuita. Aunque llevaban mucho tiempo con la sospecha de que al pedir los datos de la tarjeta en el momento del registro lograrían una mayor tasa de conversión, el cumplimiento de la normativa PCI y otras restricciones lo habían hecho imposible hasta entonces.

Los resultados

Más allá de los beneficios en la eficiencia de sus operaciones, Stripe Billing también ha ayudado a Meetup a incrementar las conversiones de quienes se apuntaban a la prueba gratuita, convirtiéndolos en clientes de planes con pago por suscripción. Stripe Billing permitió de manera sencilla recopilar los datos de la tarjeta y llevar un control automatizado de cuándo empezar a cobrarle a cada usuario. El resultado no decepcionó en absoluto: en tan solo unos meses, la tasa de conversión se disparó hasta alcanzar un 300 % de su cifra original.