Existe una gran variedad de tipos de adeudos directos, como los adeudos de seguimiento, los adeudos directos iniciales y los adeudos directos puntuales. Hemos preparado este artículo para que aprendas cuáles son las diferencias entre ellos, conozcas qué es exactamente un adeudo de seguimiento y sepas qué ventajas y desventajas tiene este instrumento para las empresas.

¿De qué trata este artículo?

• ¿Qué es un adeudo de seguimiento?
  
• ¿En qué se diferencia un adeudo de seguimiento de un adeudo directo puntual o un adeudo directo inicial?
  
• ¿Qué ventajas presentan los adeudos de seguimiento para las empresas?
  
• ¿Cómo pueden cancelar un adeudo de seguimiento los clientes?
  

¿Qué es un adeudo de seguimiento?

Un adeudo de seguimiento es un proceso de pago estándar que consiste en que la empresa obtiene permiso para efectuar un cargo en una cuenta de sus clientes automáticamente. Adopta la forma de una autorización de adeudo directo puntual para un pago específico, que luego se puede utilizar de nuevo posteriormente cuando sea obligatorio realizar otro pago. Para las empresas, el adeudo de seguimiento constituye un medio fiable, seguro y eficiente de organizar y ejecutar pagos. Garantiza que recibirán pagos con regularidad, detalle muy útil para la planificación de facturación y la previsión de ingresos.

Los adeudos de seguimiento son especialmente prácticos para empresas que trabajan con pagos recurrentes, como suscripciones mensuales, abonos y cuotas de socio. También se pueden destinar a cubrir otros tipos de servicios, como tarifas recurrentes o pagos de sumas globales. Además, el proceso de tramitación contribuye a que los pagos se reciban más rápidamente y habilita la facturación automática.

Sin embargo, antes de cobrar un adeudo de seguimiento, cualquier empresa debería ser consciente de que hay ciertas reglas de cumplimiento obligado. Si no se ha solicitado y conseguido un consentimiento válido al cliente, si se ha introducido información con errores o se pretenden ejecutar más adeudos de los acordados, se pueden originar disputas con los clientes. Es recomendable disponer de las condiciones del adeudo directo por escrito y cerciorarse de que el cliente firma una copia del documento. De este modo, las empresas se aseguran de que todos los aspectos del proceso de adeudo directo se han cumplimentando correctamente y se evitan posibles disputas.

¿En qué se diferencia un adeudo de seguimiento de un adeudo directo puntual o un adeudo directo inicial?

Como empresa, es fundamental conocer los distintos tipos de adeudos directos para poder usarlos de la forma más eficaz. Un adeudo directo puntual es un pago en el que la empresa solamente tiene autorización para cargar el importe correspondiente una ocasión. Por lo tanto, no permiten ejecutar adeudos directos de seguimiento. Por otra parte, un adeudo directo inicial autoriza a una empresa a cargar el importe por primera vez en una fecha específica. Ofrece más flexibilidad en términos de plazos límite para el pago que un adeudo directo puntual. Por ejemplo, la empresa puede aplazar la retirada de los fondos unos cuantos días para asegurarse de que la cuenta de su cliente tenga liquidez suficiente. Un adeudo directo inicial puede ir seguido de un adeudo directo subsiguiente.

Este último permite aplicar el cargo por segunda vez (y en ocasiones posteriores). No es obligatorio aplicar esos cargos de adeudo en intervalos periódicos. Ahora bien, si se trabaja con una orden permanente o regular, los adeudos sí se aplicarán siempre a intervalos periódicos y durante un período ilimitado. Además, las órdenes permanentes o regulares las pone en marcha la persona responsable de cumplir con los pagos.

Aquí encontrarás más información sobre adeudos directos.

¿Qué ventajas presentan los adeudos de seguimiento para las empresas?

Los adeudos de seguimiento representan un método muy eficiente para que las empresas reduzcan costes y optimicen sus procesos de pago. Se caracterizan por su alto grado de seguridad y eficacia para procesar pagos, además de servir como herramienta para que el negocio aumente la eficiencia de sus procesos manuales. Muchos bancos ofrecen un servicio de adeudo directo automatizado, que permite cargar los importes facturados deduciéndolos directamente de las cuentas de la clientela. Así se ahorra tiempo y dinero, ya que no hace falta introducir información manualmente y los cobros se tramitan más rápido.

Los adeudos de seguimiento también destacan por ser muy seguros, porque evitan que se produzcan pagos sin autorización. Dado que todos los datos de clientes se custodian en una base de datos segura, la empresa trabaja con la confianza de que los pagos se procesarán sin problemas. Pero todavía hay más: el riesgo de fraude o de que se ejecuten adeudos sin autorización es muy bajo, ya que se pueden comprobar los datos de cliente de cada transacción.

Otra ventaja más consiste en que es posible utilizar adeudos de seguimiento para optimizar el flujo de caja del negocio. Gracias al servicio de adeudo directo automatizado, las empresas aceleran sus procesos de pago y estimulan las ventas. Igualmente, si analizan los adeudos de seguimiento pasados y planeados para el futuro, pueden obtener información práctica en tiempo real sobre el estado de sus cuentas pendientes y las previsiones de liquidez.

¿Cómo pueden cancelar un adeudo de seguimiento los clientes?

Para los clientes, resulta muy sencillo cancelar los adeudos de seguimiento; tan solo tendrán que notificar a su banco que tienen esa intención. Al hacerlo, deben asegurarse de actuar sin demoras, para evitar que se carguen ningún otro pago subsiguiente mediante ese adeudo. Para ello, la empresa debe notificar a su clientela por anticipado cuáles son las condiciones de los adeudos de seguimiento y debe ofrecerles la oportunidad de cancelar el adeudo directo en caso necesario.

Del mismo modo, deben comprobar que los datos de su clientela están actualizados e implementar los posibles cambios rápidamente para impedir que los adeudos directos continúen aplicándose accidentalmente, sin darse cuenta. Una comunicación clara y transparente ayuda a consolidar la confianza y es el mejor estímulo para que los clientes disfruten de una experiencia positiva.