Uno de los retos constantes a los que se enfrentan las empresas y los autónomos en España es encontrar el equilibrio entre su flujo de caja y sus obligaciones fiscales. Algo que dificulta especialmente la búsqueda de ese equilibrio son las demoras en los pagos de las facturas por parte de los clientes. Esta situación provoca que, a la hora de hacer la autoliquidación del IVA, los profesionales se vean obligados a adelantar un importe que todavía no han recaudado.
El escenario que acabamos de describir se traduce en falta de liquidez, así como en numerosos impedimentos para los negocios, que a menudo tienen que buscar financiación en forma de créditos para hacer frente a esos pagos adelantados de impuestos. Siendo conscientes de esta problemática, las instituciones decidieron ponerle remedio lanzando la Ley 14/2013, que introdujo el régimen especial del criterio de caja (RECC), del que hablaremos a continuación.
Esto es lo que encontrarás en este artículo:
- Qué es y para qué sirve el régimen especial del criterio de caja
- Pros y contras del régimen especial del criterio de caja
- Quién puede acogerse al régimen especial del criterio de caja
- Obligaciones del régimen especial del criterio de caja
- Operaciones a las que se aplica el régimen especial del criterio de caja
- Ejemplos de funcionamiento del régimen especial del criterio de caja
Qué es y para qué sirve el régimen especial del criterio de caja
El régimen especial del criterio de caja es un régimen opcional del IVA que permite a las empresas y los autónomos no tener que pagar el IVA correspondiente a aquellas facturas que todavía no han cobrado.
Al acogerse al RECC, la empresas no tienen que poner ese dinero de sus bolsillos, sino que podrán retrasar el pago hasta que se produzca uno de los siguientes escenarios:
- El cobro de la factura: el IVA se devenga (es decir, se genera la obligación del pago) cuando la empresa cobra la factura del cliente. Esto sucede independientemente de si el cobro es total o parcial, abonando en este último caso la cantidad de IVA correspondiente al importe que haya pagado el cliente.
- El fin del período impositivo inmediatamente posterior a la emisión de la factura: si a finales del año siguiente a la emisión de la factura el cliente no ha pagado la cantidad correspondiente, la Agencia Tributaria entiende que el vendedor ha de responder como parte recaudadora. Por ejemplo, para una factura emitida el 23 septiembre de 2024, el IVA se devengará el 31 de diciembre de 2025 aunque la factura siga pendiente de pago.
Pros y contras del régimen especial del criterio de caja
El régimen especial del criterio de caja proporciona una serie de ventajas a las empresas y los autónomos que ejercen la figura de agentes recaudadores:
- Temporalmente, no hay que adelantar el IVA.
- Se reducen los casos en los que hay que solicitar la recuperación del IVA de facturas impagadas.
- El autónomo o la empresa puede optimizar su flujo de caja.
Si bien estas tres ventajas son realmente importantes, hay quien decide no acogerse al RECC (pese a cumplir los requisitos) porque también tiene claros inconvenientes:
- No se pueden hacer deducciones ni solicitar la devolución del IVA de las compras hasta haber pagado las facturas.
- Hay que asumir varias obligaciones formales que analizaremos al detalle más adelante (les hemos dedicado su propia sección).
Quién puede acogerse al régimen especial del criterio de caja
Al régimen especial del criterio de caja solo pueden acogerse las empresas y autónomos que reúnan los siguientes requisitos:
- Las operaciones llevadas a cabo a lo largo del año anterior tienen un valor de, como máximo, 2.000.000 €.
- Los cobros de un único cliente alcanzan un máximo de 100.000 € durante el último año.
Si cumples ambas condiciones y quieres aprovechar las ventajas del régimen especial del criterio de caja, rellena el modelo 036 o el 037 para solicitarlo. El alta voluntaria debe solicitarse en el momento en que se tramite el inicio de actividad del negocio o, si tu empresa ya está operando en la actualidad, durante el mes de diciembre anterior al ejercicio fiscal; es decir, si quieres inscribirte en el RECC para 2025, deberás tramitar uno de los dos modelos durante el mes de diciembre de 2024.
Obligaciones del régimen especial del criterio de caja
Las empresas y autónomos que decidan acogerse al RECC han de cumplir unas obligaciones para poder seguir beneficiándose de este régimen especial del IVA:
- Rellenar el modelo 303 correspondiente a la declaración trimestral del IVA e incluir en él todas las operaciones cuyo IVA esté devengado en base al RECC. Aunque no haya que pagar el IVA de las facturas no cobradas, informativamente es obligatorio incluir los datos.
- Llevar un libro registro en el que se incluyan las facturas expedidas junto a la siguiente información: fechas en las que se han cobrado las operaciones que aparecen en las facturas, medio utilizado para cobrarlas (por ejemplo, el número de cuenta bancaria) y el importe total.
- Llevar un libro registro en el cual se incluyan las facturas recibidas, en este caso aportando todos estos datos: fechas en las que se han pagado las operaciones, medio utilizado para abonarlas e importes totales.
- Mencionar específicamente el RECC en las facturas de operaciones a las que se aplica este régimen.
- Introducir la clave «07» para registrar las operaciones si estás obligado a hacer uso del Suministro Inmediato de Información (SII).
Decidas o no acogerte al RECC, seguirás teniendo obligaciones fiscales que gestionar día a día. Para simplificar esos procesos, es buena idea contar con una herramienta de automatización de impuestos en tu pila de pagos, como Stripe Tax. Además de automatizar el cálculo y el cobro del IVA de tus facturas, Tax te ayuda a garantizar que se aplique siempre el tipo impositivo adecuado, porque se actualiza regularmente con los últimos cambios legislativos en materia de impuestos de los más de 50 países donde está disponible (te recomendamos que consultes la lista de territorios excluidos).
Operaciones a las que se aplica el régimen especial del criterio de caja
Las operaciones a las que se aplica el REEC son todas aquellas que tienen lugar en los territorios de España en los que se aplica el IVA (por lo que se excluyen Ceuta, Melilla y las Islas Canarias). Además, se consideran operaciones aplicables al RECC independientemente de si el destinatario es o no un consumidor final (es decir, tanto si hace un uso directo del producto o servicio como si los revende posteriormente). Sin embargo, hay algunas transacciones que están excluidas del régimen especial del criterio de caja:
- Exportaciones, adquisiciones y entregas intracomunitarias, es decir, las que tienen lugar entre dos Estados miembros de la Unión Europea.
- Importaciones y operaciones asimiladas a las importaciones.
- Operaciones en las que se invierte el sujeto pasivo, es decir, en las que es el comprador quien tiene que hacer frente a las obligaciones fiscales del IVA.
- Operaciones de autoconsumo, indistintamente de si se trata de servicios o bienes.
- Operaciones acogidas a los siguientes regímenes:
Ejemplos de funcionamiento del régimen especial del criterio de caja
Para entender mejor el funcionamiento del RECC, vamos a analizar dos ejemplos desde dos perspectivas distintas:
Empresa que emite una factura acogiéndose al RECC
- Una empresa reúne los requisitos anteriormente especificados, así que decide acogerse al régimen especial del criterio de caja indicándolo en el modelo 036.
- En 2024, le vende un servicio a otro negocio por un importe de 10.000 € (un total de 12.100 € con el IVA del 21 % incluido). Al llevar a cabo la operación, genera una factura en la que se especifica que se incluye en el RECC y, posteriormente, la añade a su libro registro de facturas expedidas.
- Dos meses después de haberse producido la venta, el negocio que contrató el servicio paga un 60 % de la factura, es decir, 7260 € (6000 € más IVA).
- La empresa proveedora del servicio ha de pagar a la AEAT el IVA correspondiente a esos 6000 € (que, con el tipo de IVA general, serían 1260 €). Por el contrario, no tendrá que abonar el IVA correspondiente al 40 % pendiente hasta que el cliente liquide el resto de la deuda o hasta finales del año siguiente.
- Desafortunadamente, el 31 de diciembre de 2025 el cliente todavía no ha saldado su deuda. En esta fecha termina el beneficio del RECC y la empresa proveedora del servicio ha de abonar los 840 € de IVA de la factura que sigue impagada (un 21 % de los 4000 € pendientes de pago).
Autónomo sujeto al régimen general que recibe una factura acogiéndose al RECC
- Un autónomo está sujeto al régimen general del IVA.
- En 2024, contrata los servicios de una empresa que está acogida al RECC.
- La empresa le hace saber al autónomo que la factura emitida tiene las obligaciones propias del RECC.
- El autónomo, tres meses después, paga la totalidad de la factura, momento a partir del cual puede deducir el IVA.
- El autónomo, en el libro de facturas recibidas, anota la cantidad total pagada, el medio de pago y la fecha. Además, indica que la factura que ha pagado estaba sujeta al RECC.
Como hemos visto en este artículo, el régimen especial del criterio de caja puede ser beneficioso para muchas empresas. Eso sí, también conlleva una serie de obligaciones para poder sacarle partido a este régimen voluntario. Esperamos haberte ayudado a entender mejor el funcionamiento del REEC y a tomar una decisión mejor fundamentada sobre si te conviene o no acogerte a este régimen especial.
El contenido de este artículo tiene solo fines informativos y educativos generales y no debe interpretarse como asesoramiento legal o fiscal. Stripe no garantiza la exactitud, la integridad, adecuación o vigencia de la información incluida en el artículo. Si necesitas asistencia para tu situación particular, te recomendamos consultar a un abogado o un contador competente con licencia para ejercer en tu jurisdicción.