Qué deben saber las empresas sobre las tarifas de intercambio con margen de beneficio y las tasas fijas

  1. Introducción
  2. ¿Qué son las tasas de intercambio?
    1. Visa
    2. Mastercard
  3. ¿Qué es el intercambio con margen de beneficio?
  4. Tarifas de intercambio con margen de beneficio y tasas fijas
    1. Tarifas de intercambio con margen de beneficio
    2. Tasas fijas
  5. Cómo elegir un modelo de tarifas de tasas de intercambio para tu empresa

El papel que desempeñan los pagos con tarjeta, así como las comisiones por procesamiento que suponen, sigue creciendo. En 2023, Visa por sí sola facilitó más de 276.000 millones de transacciones en todo el mundo. Cualquier empresa que acepte pagos con tarjeta debe comprender los costes implicados para tomar decisiones financieras bien fundamentadas y proteger su balance final.

Los pagos con tarjeta siguen aumentando, por lo que cada vez es más importante que los propietarios de empresas comprendan los dos modelos de tarifas principales a la hora de procesar este tipo de pagos: tarifas de intercambio con margen de beneficio y tasas fijas. Cada uno de ellos tiene sus ventajas, pero comprender lo que los diferencia puede hacer que las empresas ahorren bastantes costes, aumenten la transparencia y elaboren previsiones financieras más claras. A continuación, proporcionaremos una comparación sencilla de estos dos modelos para que puedas elegir el que mejor encaje con las necesidades de procesamiento de pagos de tu empresa.

¿De qué trata este artículo?

  • ¿Qué son las tasas de intercambio?
  • ¿Qué es el intercambio con margen de beneficio?
  • Tarifas de intercambio con margen de beneficio y tasas fijas
  • Cómo elegir un modelo de tarifas de tasas de intercambio para tu empresa

¿Qué son las tasas de intercambio?

Las tasas de intercambio son las comisiones que el banco de una empresa (conocido como «banco adquirente» o «adquirente») paga al banco del titular de la tarjeta (el «banco emisor» o «emisor») cuando las empresas aceptan transacciones con tarjeta. Son una parte del importe total de la transacción y sirven para cubrir los costes que tiene el banco emisor en relación con la emisión de la tarjeta, el riesgo de la transacción y la gestión del pago.

Las tasas de intercambio costean la comodidad de usar métodos de pago con tarjeta y cubren su riesgo. En la Unión Europea, las tasas de intercambio de las tarjetas de consumidor tienen un límite del 0,2 % en las tarjetas de débito y del 0,3 % en las de crédito. A continuación, desglosamos las tasas de intercambio de Visa y Mastercard en algunas regiones.

Visa

Las tasas de intercambio de Visa dependen del tipo de tarjeta y el método de transacción, entre otros factores.

Mastercard

Las tasas de intercambio de Mastercard también varían en función de varios factores.

¿Qué es el intercambio con margen de beneficio?

El intercambio con margen de beneficio (también conocido como «tarifas de intercambio con margen de beneficio» o «tarifas de coste incrementado») es un modelo de tarifas que usan los procesadores de tarjetas de crédito, los proveedores de servicios para comerciantes y los procesadores de pagos para determinar cuánto pagan las empresas para aceptar transacciones con tarjeta de crédito y débito.

En este modelo, los costes se dividen en dos partes:

  • Tasa de intercambio: son las comisiones que los bancos emisores de tarjetas cobran por cada transacción y varían en función de factores como el tipo de tarjeta, el tamaño de la transacción y el sector de la empresa.

  • Margen de beneficio: es el margen de beneficio del procesador de pagos, que incluye un porcentaje pequeño fijo de la transacción más una comisión por transacción. Esta es la forma en que el procesador de pagos gana dinero.

En el modelo de intercambio con margen de beneficio, la empresa paga la tasa de intercambio que han establecido las redes de tarjetas, además de una comisión independiente que cobran el procesador de pagos o el banco adquirente. La tasa de intercambio es la misma que cobran las redes de tarjetas por la transacción y que varía en función de factores como el tipo de tarjeta, el tipo de transacción y el sector.

Con el modelo de intercambio con margen de beneficio, la comisión independiente que cobran el procesador de pagos o el banco adquirente suele ser un importe fijo o un porcentaje del valor de la transacción. Esta comisión cubre los servicios del procesador, entre los que se incluyen la gestión de la transacción, la prestación del soporte al cliente y otros costes asociados.

Te explicamos cómo funciona el modelo de intercambio con margen de beneficio:

Imagina que un cliente hace una compra de 100 € con una tarjeta de crédito y que la tasa de intercambio de esa transacción es del 2 % del importe de la transacción (es decir, 2 €). Además de la tasa de intercambio, el procesador de pagos cobra un margen de beneficio del 0,5 %.

En este caso, la empresa pagaría 2 € en concepto de tasa de intercambio (el 2 % de 100 €) y 0,5 € más por el margen de beneficio del procesador (el 0,5 % de 100 €). El coste total que supondría esa transacción a la empresa sería de 2,5 €.

Las tarifas de intercambio con margen de beneficio suelen considerarse más justas y rentables para las empresas en comparación con otros modelos, como las tarifas por niveles o las tasas fijas (sobre todo en el caso de empresas con un gran volumen de transacciones). Si bien al principio pueden parecer más complejas, las tarifas de intercambio con margen de beneficio pueden suponer menos costes generales debido a su transparencia y a sus posibles márgenes más bajos. Sin embargo, cada modelo de tarifas tiene sus ventajas e inconvenientes, y cada empresa deberá tener en cuenta lo que necesite a la hora de elegir qué modelo usar.

Tarifas de intercambio con margen de beneficio y tasas fijas

Normalmente, las empresas eligen entre dos modelos de tarifas principales en relación con las comisiones por procesamiento de tarjetas de crédito: intercambio con margen de beneficio y tasa fija. Cada uno de ellos tiene sus ventajas e inconvenientes.

Tarifas de intercambio con margen de beneficio

El modelo de intercambio con margen de beneficio divide los costes en dos partes: la tasa de intercambio, que establecen los bancos emisores y las redes de tarjetas, y el margen de beneficio, que establece el procesador de pagos. Este modelo es muy transparente, ya que las empresas pueden ver exactamente cuánto van a pagar por cada parte del servicio.

Las tarifas de intercambio con margen de beneficio suelen ser las más rentables para las empresas que tienen volúmenes de transacciones más elevados o aquellas que tienen transacciones de tamaños muy diferentes. La naturaleza variable de las tasas de intercambio implica que las empresas pueden disfrutar de comisiones más bajas en algunos tipos de tarjetas o transacciones.

Sin embargo, las tarifas de intercambio con margen de beneficio pueden ser difíciles de comprender debido a la variabilidad de las tasas de intercambio y, además, la estructura de precios puede ser imprevisible, ya que las tasas de intercambio pueden cambiar dos veces al año.

Tasas fijas

Este modelo lo reduce todo a un porcentaje fijo por cada transacción, sea cual sea el tipo de tarjeta que se ha usado o la forma en que se ha procesado la transacción. Por ejemplo, un procesador de pagos podría cobrar una tasa fija del 2,75 % por transacción.

La principal ventaja que aporta este modelo es su sencillez, ya que es fácil de comprender y las empresas pueden prever los costes de cada transacción. Este aspecto puede ser ventajoso sobre todo para pequeñas empresas, startups o empresas con volúmenes de transacciones más reducidos, a quienes la ventaja de la sencillez podría compensar los posibles ahorros de costes del modelo de intercambio con margen de beneficio.

El inconveniente de las tasas fijas es que la sencillez suele tener un coste. Las tasas fijas pueden salir más caras que las tarifas de intercambio con margen de beneficio, ya que los procesadores de pagos establecen un porcentaje que cubra la mayor tasa de intercambio posible en que puedan incurrir y se quedan con la diferencia como ganancias. Además, no hay transparencia, ya que las empresas no ven el desglose de costes entre las tasas de intercambio y el margen de beneficio del procesador.

Entre estos dos modelos, ninguna de las opciones es objetivamente «mejor», sino que depende de lo que necesite tu empresa. Si tu empresa procesa granes volúmenes de transacciones o valora la transparencia y la posibilidad de pagar menos costes, el modelo de intercambio con margen de beneficio podría ser una mejor opción. Si te importan más la sencillez y los costes previsibles, quizá te convenga elegir el modelo de tasas fijas.

Cómo elegir un modelo de tarifas de tasas de intercambio para tu empresa

El modelo de tarifas que mejor se adecúe a tu empresa dependerá de diferentes factores, como tu volumen de ventas, el tamaño medio de las transacciones, la naturaleza de tu empresa y si prefieres la sencillez o la optimización de costes. Estos son algunos aspectos clave que debes tener en cuenta a la hora de evaluar las distintas opciones:

  • Volumen de ventas y tamaño medio de las transacciones
    Si tu empresa tiene un gran volumen de transacciones o las que tiene son de gran valor, el modelo de intercambio con margen de beneficio podría salirte más rentable. Este modelo puede disfrutar de tasas de intercambio más bajas con algunos tipos de tarjetas o transacciones. Sin embargo, si tu empresa es nueva o pequeña, o tiene transacciones de menor valor, la previsibilidad y sencillez de las tasas fijas podrían ser más beneficiosas.

  • Naturaleza de tu empresa
    La naturaleza de tu empresa puede ayudar a determinar el modelo que mejor funcionará. Si tu empresa opera en persona y los clientes pagan deslizando o insertando la tarjeta en tu sistema de puntos de venta (sistema POS), las tasas de intercambio serán más bajas en general porque el riesgo es menor que el de las transacciones por Internet. En este caso, con el modelo de intercambio con margen de beneficio podrías ahorrar dinero. No obstante, si operas principalmente por Internet, las tasas de intercambio son más elevadas, por lo que el modelo de tasas fijas podría ser una opción más adecuada.

  • Sencillez frente a optimización de costes
    Ten en cuenta tu preferencia personal y tu nivel de comodidad con las complejidades financieras. Si prefieres un modelo de tarifas sencillo y fácil de comprender, el de tasas fijas podría ser la opción idónea, aunque pueda salirte más caro. Sin embargo, si te gusta implicarte un poco más y quieres optimizar los costes, las tarifas de intercambio con margen de beneficio podrían ser la opción más económica.

  • Opinión de expertos
    Considera la posibilidad de trabajar con un asesor financiero o un consultor de servicios para comerciantes de confianza antes de elegir un modelo. Un asesor puede serte útil para analizar la situación de tu empresa, guiarte por las dificultades de cada uno y ayudarte a tomar una decisión fundamentada.

Elijas lo que elijas, no tiene que ser una decisión permanente. A medida que tu empresa evolucione, tus necesidades pueden cambiar, por lo que siempre podrás volver a evaluar la situación y elegir otro modelo. También puedes trabajar con un proveedor de procesamiento de pagos, como Stripe, que se ha diseñado para trabajar con empresas a medida que vayan cambiando y creciendo.

Obtén más información sobre cómo ayuda el modelo de tarifas transparentes de Stripe a las empresas a facilitar pagos eficientes a gran escala.

¿Todo listo para empezar?

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