Introducción al fraude en los pagos: cómo funciona y cómo puedes proteger tu negocio

  1. Introducción
  2. ¿Qué es el fraude de pagos?
  3. Tipos de fraude de pagos
    1. Fraude con tarjetas de crédito
    2. Fraude con tarjetas de débito
    3. Fraude bancario
    4. Fraude en transferencias electrónicas
    5. Fraude con cheques
    6. Fraude en pagos por móvil
  4. ¿Cómo se comete el fraude de pagos?
  5. ¿Qué sectores tienen más riesgo de sufrir fraudes de pagos?
  6. ¿Cómo afecta el fraude de pagos a las empresas?
  7. ¿Cómo puedes proteger tu negocio contra el fraude de pagos?

El fraude en los pagos es una preocupación cada vez más acuciante para empresas de todos los sectores y tamaños. Tan solo en 2020, se calcula que generó unas pérdidas superiores a los 42.000 millones de dólares en todo el mundo. Para la mayoría de empresas, especialmente para las que tramitan volúmenes muy altos de pagos de clientes, el fraude en los pagos es un fenómeno desafortunado, pero inevitable, inherente a los negocios. Tras la explosión del comercio digital y la aparición de nuevos métodos de pago, gestionar la seguridad de los pagos se ha vuelto una tarea más complicada. Y es imprescindible que las medidas de prevención y detección del fraude se vayan puliendo a medida que las tácticas de los delincuentes se sofistican cada vez más. El impacto que el fraude en los pagos tiene sobre las empresas puede ser muy significativo y abarca pérdidas financieras, perjuicios para la reputación y consecuencias legales y regulatorias.

Aunque un negocio haga todo lo posible para prevenir un fraude en los pagos, existe el riesgo de que suceda dicho fraude. Eso sí: si aprendes a conocer los distintos tipos de fraude y cómo funcionan, te pondrás en la mejor posición posible para cortarle el paso. Vamos a explicar todo lo que necesitas saber sobre el fraude, cómo sucede y qué puedes hacer para proteger a tu empresa y tus clientes.

¿De qué trata este artículo?

  • ¿Qué es el fraude de pagos?
  • Tipos de fraude de pagos
  • ¿Cómo se comete el fraude de pagos?
  • ¿Qué sectores tienen más riesgo de sufrir fraudes de pagos?
  • ¿Cómo afecta el fraude de pagos a las empresas?
  • ¿Cómo puedes proteger tu negocio contra el fraude de pagos?

¿Qué es el fraude de pagos?

El fraude de pagos es un tipo de fraude financiero que tiene lugar cuando alguien se sirve de forma intencionada de información de pago falsa o robada para efectuar una compra. Por ejemplo, un delincuente que se aprovecha de los datos de una tarjeta de crédito sustraída a su legítimo dueño, o bien falsifica cheques o realiza transferencias electrónicas de dinero sin autorización.

Las empresas que se dedican al comercio minorista son particularmente vulnerables al fraude de pagos, porque deben tramitar un enorme volumen de transacciones y quizás carezcan de los recursos necesarios para certificar escrupulosamente cada método de pago. El fraude de pagos puede acarrear pérdidas financieras muy dolorosas para las empresas, deteriorar su reputación y hasta llevar aparejadas consecuencias legales.

Tipos de fraude de pagos

Existen varios tipos de fraude de pagos:

Fraude con tarjetas de crédito

El fraude con tarjetas de crédito consiste en el uso sin autorización de una tarjeta de crédito para efectuar compras u obtener dinero en efectivo. Esta modalidad de fraude suele implicar el uso de datos robados de tarjetas de crédito, o bien la creación de tarjetas falsificadas. El estafador puede entonces utilizar la tarjeta de crédito robada para hacer compras por Internet o en persona, pero también puede dedicarse a retirar efectivo de cajeros automáticos.

Las pérdidas originadas por el fraude con tarjetas de crédito ascendieron hasta totalizar 4200 millones de dólares en 2020, desde los 3500 millones de 2019. Se prevé que el fraude sin presencia de tarjeta física aumente del 57 % que se registró en 2019 hasta suponer el 74 % de los casos en 2024.

Fraude con tarjetas de débito

El fraude con tarjetas de débito es similar al fraude con tarjetas de crédito, pero implica el uso sin autorización de una tarjeta de débito. El estafador se sirve de una tarjeta de débito robada o de los datos de esa misma tarjeta para efectuar compras o retirar efectivo de cajeros automáticos. Este tipo de fraude también se puede producir si alguien consigue acceder al código PIN asociado a la tarjeta.

Fraude bancario

Denominamos fraude bancario a cualquier modalidad de fraude que implique a un banco u otra entidad financiera. Abarca desde los préstamos fraudulentos hasta el fraude por usurpación de cuentas y el robo de identidades. El fraude bancario puede provocar pérdidas financieras muy graves tanto para entidades como para particulares.

El Informe de ACFE a las naciones de 2022 constató que los servicios bancarios y financieros son el segundo sector más afectado por las actividades fraudulentas, con una pérdida media de 100.000 dólares por caso.

Fraude en transferencias electrónicas

Los fraudes en transferencias electrónicas de fondos ocurren cuando un estafador logra acceder a la cuenta bancaria de otra persona o a sus datos de transferencia y se aprovecha de ello para transferir dinero a su propia cuenta. El defraudador puede emplear diversas tácticas para obtener la información de la víctima, como servirse de estafas de phishing o pirateando el equipo informático o la cuenta de correo electrónico de la víctima.

El Centro de denuncias de delitos por Internet del FBI (IC3) notificó que el fraude en transferencias electrónicas fue el tipo de estafa ligada al correo electrónico corporativo comprometido y el tipo de estafa ligado a cuentas de correo electrónico más denunciado en 2020.

Fraude con cheques

El fraude con cheques se inicia con la creación o modificación de un cheque con la finalidad de obtener fondos de forma ilícita. El mecanismo básico puede ser falsificar una firma o alterar el importe del cheque. Puede suceder si alguien sustrae una chequera o un talonario de cheques, o bien si consigue acceder a la información de la cuenta de cheques de la cual esa víctima es titular.

Según el informe publicado por la AFP, en 2020 los cheques fueron el método de pago más vulnerable al fraude y representaron el 66 % de todos los fraudes en pagos.

Fraude en pagos por móvil

El fraude en los pagos efectuados mediante dispositivos móviles consiste en utilizar sin autorización estos servicios de pago, como Apple Pay o Google Wallet, con el fin de realizar compras o transferencias de dinero. Puede ocurrir si alguien accede al dispositivo móvil de la víctima o a su información de pago. Esta clase de fraude también puede darse si un estafador crea una cuenta de pagos por móvil falsa, sirviéndose para ello de los datos de otra persona.

En 2022, el 70 % de las transacciones fraudulentas tuvo lugar en dispositivos móviles.

¿Cómo se comete el fraude de pagos?

Los estafadores explotan diversas tácticas para acceder a información de pagos muy sensible o ejecutar transacciones sin autorización:

  • Phishing
    El phishing es una técnica que permite obtener información confidencial, como los datos de una tarjeta de crédito, credenciales de inicio de sesión y otros tipos de datos personales. Esta actividad fraudulenta se desarrolla a menudo a través del correo electrónico o de redes sociales, donde los estafadores crean una falsa página de inicio de sesión o un portal de pagos ficticio para engañar a la víctima y conseguir que facilite sus datos.

  • Skimming
    El skimming consiste en sustraer los datos de tarjetas de débito o crédito mediante la instalación de un dispositivo en un terminal de pagos legítimo. El objetivo de ese dispositivo es capturar los datos de la tarjeta y su código PIN, que luego servirán para falsificar tarjetas o retirar efectivo de cajeros automáticos.

  • Robo de identidades
    Este tipo de fraude ocurre cuando un estafador se hace con los datos personales de alguien, como su nombre, su dirección o el número del Seguro Social en EE. UU., y los explota para cometer transacciones fraudulentas. Puede contratar tarjetas de crédito nuevas, solicitar préstamos o realizar compras sin autorización.

  • Fraude de contracargos
    El fraude de contracargos se produce cuando un cliente efectúa una compra con una tarjeta de débito o crédito y posteriormente disputa la transacción ante su banco, esgrimiendo como argumento que la compra se realizó sin autorización o que los productos adquiridos son defectuosos. A menudo, a la empresa que sufre el fraude de contracargo no le queda más remedio que reembolsar el dinero pagado por el cliente, aunque la compra fuese legítima y la autoría corresponda a la persona titular de la tarjeta.

  • Correo electrónico corporativo comprometido (BEC)
    El correo electrónico corporativo comprometido es un tipo de fraude cuyo objetivo son los empleados de una empresa. El estafador empieza por enviar un mensaje de correo electrónico de phishing a un empleado. Generalmente elige a un ejecutivo de nivel sénior o un socio de la empresa para solicitarle que facilite información confidencial o transfiera fondos en beneficio del estafador.

  • Software malicioso
    Se denomina software malicioso (o malware) a cualquier tipo de software malintencionado que se diseñe con el fin de acceder a información confidencial o controlar el dispositivo o el equipo informático de otra persona. Los estafadores se sirven del software malicioso para robar datos de tarjetas de crédito, credenciales de inicio de sesión u otro tipo de información personal.

¿Qué sectores tienen más riesgo de sufrir fraudes de pagos?

El fraude de pagos puede ocurrir en cualquier sector de actividad, pero algunos están más expuestos que otros:

  • Comercio minorista
    Las empresas de comercio minorista son un objetivo muy frecuente para estos infractores debido al gigantesco volumen de transacciones con tarjetas de crédito que procesan y lo fácil que resulta acceder a los datos de dichas tarjetas. Los comerciantes en línea están más indefensos ante el fraude de pagos, dado que es posible explotar los datos de las tarjetas de crédito robadas para realizar compras fraudulentas desde cualquier rincón del mundo.

  • Banca y finanzas
    Los bancos y otras entidades financieras son otro blanco habitual del fraude de pagos como consecuencia de la naturaleza sensible de la información que almacenan. Los estafadores suelen intentar sustraer los datos de sus clientes o se sirven de técnicas de ingeniería social como el phishing para conseguir acceder a las cuentas.

  • Sanidad
    Los estafadores suelen elegir a proveedores de atención sanitaria como víctimas propicias porque estas instituciones guardan grandes cantidades de información muy delicada sobre sus pacientes. Uno de los riesgos es que los delincuentes traten de sustraer dicha información, pero también pueden poner en marcha sistemas de facturación falsos para obtener pagos.

  • Hostelería
    El sector de la hostelería está muy expuesto al fraude de pagos porque gestiona un número altísimo de transacciones con tarjetas de crédito, especialmente en hoteles y restaurantes. Los estafadores pueden intentar robar datos de tarjetas de crédito o servirse de tarjetas robadas para realizar compras y reservas fraudulentas.

  • E-commerce
    Las empresas que se dedican al e-commerce son vulnerables al fraude de pagos porque resulta bastante sencillo acceder a los datos de tarjetas de crédito, porque es muy frecuente que se produzcan transacciones que no exijan la presencia física de la tarjeta y porque las compras que se realizan en línea son anónimas. Así que los delincuentes tienen la posibilidad de aprovecharse de datos de tarjetas de crédito sustraídos para efectuar compras fraudulentas o también de crear tiendas en línea ficticias con el fin de recibir pagos.

¿Cómo afecta el fraude de pagos a las empresas?

El fraude de pagos puede afectar a las empresas de distintas maneras, como estas:

  • Pérdidas financieras
    Los fraudes de pagos pueden acarrear pérdidas financieras muy significativas para el negocio. Si un estafador consigue sustraer fondos o bienes de una empresa, es posible que esa empresa no tenga más opción que soportar el coste o trasladarlo a sus clientes, lo cual podría repercutir negativamente sobre sus resultados. El fraude también puede perjudicar la retención de clientes y reducir el valor vitalicio del cliente (LTV).

  • comisiones de contracargo
    Si un cliente disputa un cargo presente en la facturación de su tarjeta de crédito, es posible que se exija a la empresa abonar una comisión de contracargo. Además, muchos proveedores de servicios de procesamiento de pagos aplican tarifas adicionales a las empresas que presentan un ratio de contracargos elevado.

  • Perjuicios para la reputación
    Además de rebajar el valor vitalicio de cada cliente individual, el fraude puede deteriorar la reputación de un negocio, provocando que los clientes potenciales lo perciban como poco fiable o inseguro. Esto puede desembocar a largo plazo en caídas de ingresos y clientela.

  • Consecuencias legales y reglamentarias
    Es cierto que no existe ningún blindaje impenetrable y que incluso los sistemas más estrictos pueden fallar y no impedir que se produzca el fraude. Pero las empresas tienen la obligación de actuar con la debida diligencia para la prevención del fraude, y si no lo hacen, pueden afrontar consecuencias legales y reglamentarias. Por tanto, el fraude de pagos puede traducirse en un riesgo de incumplimiento de las normativas y estándares vigentes en el sector, como los estándares de seguridad de datos de la normativa PCI (PCI DSS) dentro del sector de las tarjetas de pago. Si no se respetan esos estándares, la empresa podría ser objeto de multas, enfrentarse a litigios o reclamaciones judiciales y sufrir daños en su reputación.

  • Interrupciones de las operaciones
    Un fraude de pagos puede provocar alteraciones en el trabajo de la empresa e incluso interrumpir su actividad si la obliga a investigar y resolver transacciones ilícitas, actualizar las medidas de seguridad o implantar nuevas políticas y protocolos para prevenir futuros intentos de fraude. Todo ello podría distraer recursos que deberían destinarse a funciones esenciales para el negocio y afectaría así negativamente a la productividad y la eficiencia. La prevención del fraude no se limita a mitigar las pérdidas e inconvenientes derivados del fraude, sino que también contribuye a que la empresa conserve su capacidad para centrarse en labores más constructivas.

¿Cómo puedes proteger tu negocio contra el fraude de pagos?

Toda empresa debería adoptar un enfoque estratégico y polifacético para la prevención del fraude de pagos, lo cual incluye implementar medidas de seguridad sólidas, como recurrir al cifrado, exigir el uso de contraseñas fuertes y supervisar periódicamente las cuentas para detectar actividades sospechosas. También harías bien en formar a tu plantilla y a tu clientela para que sean conscientes de los riesgos de este tipo de fraude y sepan cómo protegerse.

Veamos qué estrategias pueden aplicar las empresas para luchar contra el fraude de pagos:

  • Utiliza métodos de pago seguros
    Siempre que sea posible, las empresas deberían emplear métodos de pago seguros, como tarjetas con chip EMV, pagos con móvil, pagos NFC sin contacto y sistemas de pago por Internet con cifrado. Estos métodos incorporan medidas de prevención del fraude que el efectivo, los cheques o las tarjetas de crédito y débito que utilizan una banda magnética.

  • Implementa medidas de autenticación fuertes
    Si aspiran a asegurarse de que nadie más que los usuarios autorizados accedan a información confidencial, las empresas tienen la oportunidad de implantar medidas de autenticación robustas, como la autenticación en dos pasos o la autenticación biométrica. Dado que la tecnología se encuentra en constante evolución, también cambian las mejores prácticas recomendadas para la autenticación de los pagos. Por eso es tan útil trabajar con un proveedor de servicios de pago como Stripe, que perfecciona continuamente sus soluciones para que sigan al nivel de los estándares de seguridad más actuales. Cualquier negocio se puede beneficiar de medidas de seguridad para pagos y autenticación a la vanguardia de la tecnología, sin tener que invertir sus propios recursos para desarrollarlas, mantenerlas y actualizarlas.

  • Supervisa las cuentas periódicamente
    Es fundamental que las empresas monitoricen sus cuentas periódicamente para detectar actividades sospechosas, como transacciones insólitas o cambios en los patrones de pago. Y por muy completo y sólido que sea el repertorio de medidas que la empresa haya dispuesto para detectar fraudes, que alguien de carne y hueso eche un vistazo con regularidad a los registros de pagos para buscar posibles anomalías es una medida valiosísima.

  • Educa a tu plantilla y a tu clientela
    Cuanto mejor entendáis y conozcáis el riesgo de fraude tú y tu equipo, mejor preparados estaréis para defender el negocio y su clientela. Es preciso formar al equipo humano para que aprenda a detectar y denunciar actividades sospechosas y enseñar a los clientes cómo distinguir los correos electrónicos de phishing y otros intentos de estafa.

  • Utiliza software para detección de fraudes
    Toda empresa tiene la capacidad de emplear software de detección del fraude para vigilar las transacciones y detectar señales problemáticas, como patrones de gasto inusuales o transacciones extrañas. Aquellas empresas que utilicen el hardware las soluciones de pago de Stripe tienen a su disposición una potente suite de herramientas para protegerse del fraude ya integrada, que no requiere más configuración para incorporarla.

  • Limita el acceso a la información confidencial
    Las empresas deberían ser muy cuidadosas al elegir qué personas pueden acceder a información de carácter sensible, como los números de tarjetas de crédito o los datos de las cuentas bancarias de sus clientes. Es importante que los accesos a esta clase de información estén estrictamente restringidos y sean disponibles únicamente para los empleados que verdaderamente los necesiten.

  • Mantente al día sobre las últimas novedades en medidas de seguridad
    Conviene que toda empresa se mantenga bien informada sobre las medidas de seguridad más recientes y avanzadas, así como sobre las actualizaciones de software. De ese modo, tendrá la certeza de disponer de las herramientas de prevención de fraude más eficaces. Es precisamente en este punto donde trabajar con un proveedor como Stripe es inigualable: porque permite externalizar una labor fundamental como es vigilar contra posibles fraudes de pagos e implementar las actualizaciones que requieran los sistemas de pago.

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